“…no hay pan,
no hay pollo, no hay papel pa’ limpiarse el hoyo” (Consigna de la década de los
’80 en Chile, cuando un sector de la Izquierda –el MIR y un sector del PS-
caracterizaban a la junta militar como la junta del capital
monopólico-financiero)
Recordemos que rastreando los documentos políticos en Chile, se puede descubrir que la tipificación de “capitalismo neoliberal” se comienza a leer y escuchar desde 1984 y luego de 1986 (año de la Segunda Derrota del Movimiento Popular chileno) el concepto ideológico pasa a ser “moneda de curso legal” para caracterizar el capitalismo chileno y mundial. No hubo foro, ponencia, publicación, expresión partidaria, que no motejara de “neoliberal” al capitalismo desde esas fechas hasta el presente. Ha sido la impostura histórica más impresionante desde los tiempos del tata Stalin. Ha sido la expresión más preclara de la profunda derrota en que se encuentra el conjunto de la Izquierda. Recordemos que los verdaderos esclavos son aquellos que comienzan a hablar con los conceptos que le introducen los poderosos y en este caso se comprueba en forma plenamente eficaz.
Recordemos que a principios del siglo XX, teóricos del
capitalismo, “intelectuales orgánicos de la burguesía” crearon un concepto a
través del cual, según ellos, el Estado del capital podía sortear la crisis
económica que se avecinaba. Nació así el
concepto de “neoliberal”, que en términos bastante generales debía liberalizar
al máximo la economía alejando cualquier intromisión del Estado. Sin embargo, llegó la crisis y el capitalismo
luego de la Segunda Guerra Mundial (1945) tuvo que adoptar el welfare state o
estado de bienestar entregando algunos beneficios sociales, que no son más que
conquistas sociales logradas por el proceso de lucha de clases más que por
filantropía del capital.
Para no extender más este Artículo, diremos que algunos
elementos propios que caracterizan el concepto de “neoliberal” NO EXISTEN
(bueno, por lo menos en la Tierra, nuestro Mundo, este Planeta, pues nos pueden
acusar de ortodoxia): Es decir, no existe la librecompetencia, no existe la
libreconcurrencia, no existen los precios de equilibrio. Por otro lado, cualquier niño, cualquier neófito
en Economía, cualquier dueña de casa, sabe o sospecha, que las mentadas “leyes”
de la oferta y la demanda NO EXISTEN y son sólo creaciones fantasiosas de
aquellos “intelectuales orgánicos de la burguesía” pagados por el conjunto de la
patronal, entre ellos Samuelson por ejemplo.
Un simple ejemplo: Si un niño va al negocio a comprar un dulce,
cualquiera sea ese dulce, no podrá negociar el precio con el tendero, pues el
precio ya está fijado.
Es impresionante que la misma Realidad esa que salta a los
ojos cada día señale que la economía chilena y mundial es tremendamente
monopólica y centralizada desde el punto de vista de los capitales. Y ante eso, tan concreto, tan real, obliga a
los “intelectuales orgánicos de la burguesía chilena” le inventen un eufemismo
y le denominen “colusión”.
En la misma tarde del 11 de septiembre de 1973, Jaime Guzmán
Errazuriz y Enrique Ortúzar, tuvieron su primera sesión para comenzar a
confeccionar la futura carta fundamental que vendría a derogar la de 1925. Desde ese mismo nefasto día, los generales
civiles del golpe, preparaban la futura institucionalidad, que debía responder
a la hegemonía alcanzada por la fracción monopólico-financiera, que pensaba
francamente no reponer las antiguas formas estatales de dominación, sino que ya
soñaban con la actual Realidad, en donde todo se negocia, en donde todo se
transa, incluso la necesidad de pensar por sí mismo y generar una teoría y una
práctica para ganar esta guerra en la cual el conjunto de la patronal nos va
ganando por goleada.
¡Sólo la
lucha y la unidad nos harán libres!
CP
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA
Noviembre 01 de 2015
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