En
tanto, su compadre Juan Barros, enquistado obispo de Osorno, jura que hace rato
que se alejó del mafioso Karadima, pero los hechos desmienten tal desafección
Este miércoles 11, debió
apersonarse ante un tribunal de Santiago el ex cura Fernando Karadima, acusado
por abusos sexuales por parte de tres de sus víctimas, quienes presentaron una denuncia
al respecto y en que también culpan a la iglesia católica chilena de
encubrimiento.
“Fue
una declaración que estuvo marcada por muchos ‘no me acuerdo’”, declaró Juan
Pablo Hermosilla, el abogado de las víctimas, añadiendo que las declaraciones
de Karadima le hicieron recordar el orgullo que mostrara el chacal Augusto
Pinochet cuando tuvo que comparecer ante un tribunal.
A
la salida de la corte de apelaciones, Karadima, quien fuera
considerado culpable en 2011 por el Vaticano, por haber abusado
sexualmente de menores, prefirió no realizar declaraciones y se limitó a
sonreír como un insano.
El
ex cabrón de la parroquia El Bosque es considerado culpable de tales abusos no
sólo por la justicia eclesiástica –que le suspendió de por vida de sus
funciones-, sino también por la ordinaria. Karadima perpetró sus horrendos delitos
durante las décadas de 1980 y 1990.
Cual
gánster que se las ve frente a la ley, el ex sacerdote llegó al tribunal amparado
por dos guardaespaldas. Ahora,
si bien la iglesia oficial ha dicho que no “no se le otorga asesoría
jurídica” y que el abogado de la arquidiócesis acudirá solamente debido a que
el arzobispado es parte interviniente en el caso, la verdad es que el criminal
lleva una vida de “oración y penitencia” en el convento de las Siervas de Jesús
de la Caridad, ubicado en Providencia, placentera estadía que es pagada por
todos los católicos.
Efectos en Osorno
En
Osorno, diócesis en la que desde marzo pasado se impusiera como obispo a un amigo
de Karadima, Juan Barros Madrid, el vocero de los
laicos de ésta ciudad, Juan Carlos Claret, indicó que el último deberá
aclarar una serie de temas cuando sea interrogado en la corte de apelaciones de
Valdivia, debido a la demanda interpuesta contra la iglesia por las víctimas de
abusos sexuales de la cofradía de El Bosque.
Entre
otras cosas, “quien
hiciera todo el trabajo sucio de Fernando Karadima”, tendrá que explicar su
grado de participación en los delitos liderados por su amigo, en la década de
los 80′.
La
comunidad católica osornina ha hecho notar una importante contradicción entre
los dichos de Karadima, quien aseguró en su concurrencia a los tribunales de
éste miércoles tener una sincera amistad con Barros, el que, según su relato,
le consiguió un viaje a Francia para celebrar su aniversario número 50 como
sacerdote, hecho ocurrido en fecha reciente. Sin embargo, Barros ha insistido a
pie junto que, “hace tiempo que se había alejado de Karadima”; ¿en qué
quedamos?
Además,
Barros deberá explicar por qué, junto a otros obispos, no se han retiran de la
famosa Unión Sacerdotal creada por el pedófilo Karadima, secta que fuera
execrada hasta por el Vaticano.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa 8a – Chile
Noviembre 12 de 2015
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