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sábado, 7 de noviembre de 2015

¡ADIOS MOVIMIENTO ESTUDIANTIL, NOS VEMOS EN EL PROXIMO LEVANTAMIENTO!


CON EL TELON DE FONDO DE UNA HABIL NUEVA MAYORIA, QUE PASA PIOLA CON EL INCUMPLIMIENTO DE SUS PROMESAS SOBRE  GRATUIDAD, CALIDAD Y DEMOCRACIA EN EDUCACIÓN, EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL SE DISOCIA Y LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA NO DA SEÑAS DE ACTUAR REVOLUCIONARIAMENTE 

Todo parece indicar que la fascinante rebelión del Movimiento Estudiantil chileno, iniciada con muchos bríos por secundarios y universitarios en 2011, ha llegado al fin de un ciclo en su histórico devenir.

Las causas de su agotamiento no fueron la represión político-policial estatal (aunque no fue una problemática menor); tampoco expulsiones o sumarios por parte de las casas de estudios, como en tiempos de la dictadura cívico-militar, sino que, simple y llanamente, porque gran parte de la dirigencia del Movimiento Estudiantil (ME) aceptó, en mayor o menor grado, el discurso edulcorado y las mezquinas ofertas del gobierno de la Nueva Mayoría (NM).

Obviamente que los primeros que corrieron a recibir tales migajas fueron aquellos/as militantes y simpatizantes de los partidos de la coalición gubernamental. Algunos/as de estos/as, así sin más, recibieron a modo de premio sendos sillones congresales, o bien cargos importantes en instancias del ejecutivo o en municipios destacados.

Los elementos de dicho sector aprovecharon el ánimo inicial de “Todos contra Piñera”. Sin embargo, con el cambio de gobierno de 2013, sencillamente abandonaron toda movilización que empañase el oropel de la nueva administración.      

Otra fracción importante de la dirigencia del ME del último lustro se fue por el camino del reformismo clásico, el cual abandonaron, en la práctica, los partidos a los que adscriben los/as que mencionamos inmediatamente arriba. Nos referimos aquí a aquellos/as que aceptan de buenas a primeras conversar con el Mineduc, con el inmoral congreso, con quien sea, dejando en el intertanto suspendida la movilización para dedicarse a la obtención de algún pequeño logro y, sobre la base de la suma de estos, conseguir avanzar al siguiente escalón de una espiral bastante larga.

Hubo quienes no compraron las bondades educativas subsidiarias de la NM, pero que, por acción u omisión, coadyuvaron a que declinase el empuje, la conciencia, la organización más rupturista del estudiantado.


Entre estos, figuran algunas fuerzas libertarias, aguerridas, hijas de la rabia social más auténtica, pero que, como las pompas de jabón, se agrandan mucho y luego estallan, no quedando más que las salpicaduras. Claro, es difícil hacerle al trabajo hormiga y de base, nada de heroico o espectacular, pero con el cual efectivamente vamos echando los cimientos para la construcción de una fuerza político-social de cambio, el germen de un verdadero poder alternativo, en base al cual encarar con fortaleza y posibilidades las presentes y futuras luchas.

Parece que el problema con los/as compañeros/as libertarios/as es que, históricamente, cuando se hacen funcionarios de alguna instancia social-política, tienden a extraviarse en los vericuetos del pequeño poder alcanzado, perdiendo de tal suerte la perspectiva y la capacidad de dirigir a grandes contingentes sociales.

Finalmente, aunque no menor, es gravitante en la descomposición del reciente ME lo acaecido con las fuerzas que se reconocen en la izquierda revolucionaria.

Primeramente, digamos que en esta última franja, aunque esmirriada, se afinca un gran número de agrupaciones. Unas más grandes, otras más pequeñas, pero cada cual segura que avanza hacia un rojo amanecer con la verdad y el programa más absolutamente ciertos, aplicando sus predicamentos a la realidad para establecer así una realidad que, a pesar de ser vicaria, es la verdad revelada por san Carlitos y san Vladi a antiguos y nuevos caudillos. Es el reino de la carreta delante de los bueyes; de la síntesis antes de la tesis/antítesis; en suma, de la aprehensión superficial de las contradicciones del período; del mito de Sísifo.

Las viejas taras de la izquierda se han mejorado y amplificado en esta izquierda de intención revolucionaria: el sectarismo, la bravuconería, el mesianismo, el vanguardismo, el voluntarismo, el ahistoricismo, etc.

Así, pues y considerando lo anterior, no resulta extraño que nunca cuajase la unidad de los revolucionarios a la cabeza del ME universitario, a diferencia de los liceanos, donde la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) logró aglutinar a ese nivel las diversas expresiones de la izquierda más a la izquierda, quizás porque sus dirigentes han sido menos contaminados por las lacras mencionadas. Asimismo, el cuadro expuesto ayuda a explicar el por qué en los procesos electorales que se están llevando a cabo en diversas federaciones universitarias cada agrupación de la izquierda que se arroga revolucionaria no quiere soltar prenda, y no han encontrado nada mejor que saltarse la más mínima y necesaria discusión entre camaradas de lucha a fin de llegar a mínimos acuerdos coyunturales y simplemente han presentado tantas listas como agrupaciones existan al interior de cada casa de estudios. Para las elecciones de la FECH, de éste 9 y 10 de noviembre, existen en competencia 6 listas de dicha ‘izquierda’ de un total de 9.

Todo esto es muy bochornoso, pero son los signos de los tiempos y debemos aceptarlo. En tanto, sigamos trabajando acá abajo, en la base, aportando a la discusión fraterna y a la organización de los revolucionarios, insertándonos firmemente al interior del ME y en su ligazón con otras fuerzas sociales que conforman el preterido Movimiento Popular. Y que el próximo ciclo de alza del ME no nos pille a poto pelado.

¡TOD@S A MOVILIZARNOS POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA, DE CALIDAD, SIN LUCRO, DEMOCRÁTICA, AL SERVICIO DEL PUEBLO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

Equipo Estudiantil - CAD

Noviembre 7 de 2015

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