Desde hace mucho
que la Concertación y ahora la Nueva Pillería le perdonan sus cochinadas al
capo de la UDI. El tipo fue un golpista, un partícipe de la dictadura, un
asiduo de las orgías de Spiniak y hoy enfrenta la justicia, pues se sabe que
traficaba platas para financiar su pandilla de reaccionarios. ¿Hasta cuándo le
van a perdonar sus delitos?
A Jovino Novoa Vásquez, uno de los cómplices
de la dictadura cívico-militar (de hecho fue uno de sus partícipes civiles), la justicia le aceptó la realización de un juicio abreviado,
a realizarse el próximo 27 de noviembre, modalidad que le permitiría restar carga
de las acusaciones que pesan en su contra por delitos tributarios y políticos en
el marco del “caso Penta”. Con todo, esa salida legalista implica que está reconociendo
los delitos que se le imputan.
Recordemos
que Jovino había
declarado a principios de noviembre, efectivamente, pues se había negado en
dos ocasiones anteriores a hacerlo. En la ocasión y frente al clásico trío
Chahuán-Gajardo-Norambuena, el cabecilla de los gremialistas se defendió como
gato de espaldas frente a las acusaciones que lo colocan como un corrupto y
envilecido politicastro. Durante 4 horas señaló ser inocente, pero hace rato,
desde el 6 de julio, que la Fiscalía lo tiene formalizado por facilitar boletas
falsas, por ingresar a la contabilidad de su empresa “Inversiones y Mandatos” facturas falsas y también por burlar la
ley de donaciones, delitos ocurridos entre los años 2008 y 2013.
Lamentablemente
para la justicia y la decencia, las declaraciones del amiguito de Jaime Guzmán y
cofundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) le significaron poder acceder
a una salida alternativa al juicio oral, el abreviado, aunque con ello estuviera
reconociendo su responsabilidad en los hechos en que está envuelto.
Por
ahora, “el gran jefe”, permanece con las medidas cautelares de arraigo nacional
y firma quincenal. Pero, hasta principios de agosto, Novoa tenía arresto
domiciliario, el cual la Corte de Apelaciones de Santiago, en otra muestra remisoria
del poder judicial respecto de éste peligroso sujeto, había rebajado a la sola
firma y arraigo. Y había sido en el 8° Juzgado de Garantía de la capital, en
una audiencia de inicios de julio, que se había decidido el arresto
domiciliario total para Novoa; ello, frente a su silencio y falta de
cooperación para los fines de la investigación. En esta última instancia, su
defensa, de manera muy caradura, apuntó que tal castigo formaba parte de una persecución
política, que es el típico argumento de la UDI para tapar las cochinadas
cometidas por sus miembros.
Al
ex senador UDI, a otros de la misma tienda, unos cuantos de RN e incluso de la
Nueva Mayoría, se les imputa, específicamente, delitos contemplados en el
artículo 97, N°4, inciso final del Código Tributario, que sanciona a quienes
facilitan documentación tributaria falsa, en carácter de consumado y en calidad
de autores, cometidos en 2013, época en que habrían obtenido recursos desde las
empresas Penta.
Recién
el 11 de mayo pasado, luego de varios meses de saltos y pedos, el Servicio de
Impuestos Internos se querelló en contra de Novoa por la presunta facilitación
dolosa de seis facturas exentas de IVA y tres boletas de honorarios
ideológicamente falsas a distintas empresas del Grupo Penta. Asimismo, se le
acusó de la evasión del impuesto a las donaciones, asociada a tales operaciones,
lo que sumaría más de $36 millones. De otra parte, en su calidad de
representante legal la empresa Inversiones y Mandatos S.A., se le acusó por la
presentación de seis declaraciones de impuestos maliciosamente falsas, entre
2009 a 2014, al haber incorporado 11 boletas de honorarios emitidas por
terceros, por un monto total de $30.855.854.
Las Otras Yayas de
Jovino
Pero
al big boss de la derecha pro capital
monopólico-financiero se le conocen otros delitos, de los que desgraciadamente también
ha logrado salir indemne.
Así
las cosas, se sabe que después de conocer el Informe Valech, Jovino Novoa, un
activo golpista, dijo que los civiles que cumplieron funciones en la
dictadura no tenían causa, razón o motivo para sentirse avergonzados o
arrepentidos. “La participación de los civiles significó una mejoría notable en
la situación de los derechos humanos”, sostuvo, refiriéndose a la
“civilización” del régimen iniciada en 1978, cuando la DINA fue reemplazada por
la CNI y asumió el ministerio del Interior el que luego fungiera como senador
por la UDI, Sergio Fernández. Mérito que también le correspondería, porque él
entró al gobierno militar en junio de 1979.
Pero
si bien el Informe Valech sostiene una baja numérica de las prácticas de
tortura después de esa fecha, igualmente consigna que de ahí en adelante el
sistema de violación de los derechos humanos “se caracterizó por un mayor
refinamiento”, tanto en el uso de instrumentos jurídicos que facilitaron la
tortura como en el empleo de aparatos más sofisticados, que permitían graduar
el voltaje de la electricidad que aplicaba a las víctimas.
“La
autorización para mantener incomunicados a los detenidos por largos períodos...
favorecía la aplicación de torturas”, afirma el informe. Y esas autorizaciones
venían del Ejecutivo en el que Novoa participaba.
Mientras
Novoa fue subsecretario General de Gobierno, en esas dependencias se planeó el
asesinato de Tucapel Jiménez. Y, según afirmó el hijo del sindicalista, Novoa
fue quien “dio la orden de perseguir y amedrentar” a su padre. El crimen lo
ejecutaron miembros de la Secretaría Nacional de los Gremios, que estaba a su
cargo. Los tribunales no encontraron razones para juzgar a Novoa.
Además
del control de la Secretaría de los Gremios, la Segegob tenía a su cargo la
Secretaría Nacional de la Mujer y de la Juventud y la movilización de civiles
para los actos del régimen. También le correspondía ejercer el control de los
medios de comunicación, que incluía el nombramiento de ejecutivos y directores
en TVN y La Nación, la censura previa ejercida por Dinacos y la implementación
de la política comunicacional.
Al
término de sus servicios en el aparato de gobierno dictatorial, Novoa asumió
como jefe de servicios informativos de El Mercurio, el portavoz del imperialismo
en Chile y de la burguesía monopólico-financiera interna.
Otro Sí
Frente
a éste falso demócrata, que a sus correrías dictatoriales suma acusaciones por abuso de menores
(recuérdese el caso Spiniak), la ex Concertación, hoy Nueva Mayoría, no se
mostró activa en impedir que dicho individuo fuera proclamado presidente del
Senado, en marzo de
2009, de lo que estaba absoluta y moralmente impedido por su responsabilidad
política y moral en las violaciones a los DDHH cometidas durante la dictadura
cívico-militar.
Por
entonces -era el primer gobierno de Bachelet-, las figuras de la ex Concertación
y el ejecutivo se deshacían explicando que había que ser magnánimos con el espécimen
ese y que esperaban que el legislador UDI “actuara de acuerdo a la investidura
que tendría como segunda autoridad del país”. Unos más, otros menos, sólo se daban
volteretas sobre temáticas republicanas, pero ninguno fue capaz de enrostrarle
al pije reaccionario su práctica y doctrina contrarias a la democracia, la
justicia y el respeto a los Derechos Humanos.
“Por
sus obras los conoceréis”, reza el dicho. Y para nuestro caso, es por su práctica
antidemocrática, su complicidad en crímenes de lesa humanidad, su irrespeto por
los derechos básicos de la mayoría nacional, su contumaz odio en contra de la
clase trabajadora, y por los delitos tributarios cometidos, cuyo fin no es otro
que financiar el engaño generalizado y la mantención de un orden inicuo y
basado en la desigualdad, es por todo ello que ¡JOVINO NOVOA VÁSQUEZ DEBE IR A
LA CÁRCEL!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa – CHILE
Noviembre 14 de 2015
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