La
pareja, conformada por un ex diputado del PC y dirigente nacional de la CUT y
su esposa, fue detenida junto a un adulto y varios niños; todos llevados a una
cárcel clandestina de la DINA, siendo torturados los mayores, pero en presencia de los
menores. Finalmente, el matrimonio de izquierda fue hecho desaparecer por sus malditos captores
Por la detención ilegal y posterior
desaparición (“secuestro calificado”) del matrimonio conformado por BERNARDO ARAYA ZULETA (64) y MARÍA FLORES BARRAZA (60), víctimas del denominado caso
"Calle Conferencia", ilícito perpetrado a partir del 6 de abril de
1976, la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a 10 agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en éste delito de lesa
humanidad.
En
fallo unánime (causa rol 2.081-2015), la 3ª Sala del tribunal de alzada confirmó la condena
dictada por el ministro en visita Miguel Vázquez Plaza, pero lamentablemente modificó
el quantum de las penas y los grados de participación de los sentenciados.
De
este modo, los reconocidos criminales de lesa humanidad Pedro Espinoza Bravo, Ricardo Lawrence Mires, Carlos López Tapia, Eduardo Cabezas Mardones, Jorge Díaz Radulovich, Pedro Bitterlich Jaramillo, Orlando Altamirano Sanhueza, Orlando Torrejón Gatica, Clara Barros Rojas y Guillermo Díaz Ramírez fueron condenados definitivamente a penas de 5 años y un día
de presidio, en calidad de autores del delito.
En tanto, el esbirro Miguel Krassnoff Martchenko fue absuelto, claro que sólo para éste caso, pues sus sentencias por otros delitos contra los derechos humanos ya le hacen acreedor a casi 600 años de cárcel.
En tanto, el esbirro Miguel Krassnoff Martchenko fue absuelto, claro que sólo para éste caso, pues sus sentencias por otros delitos contra los derechos humanos ya le hacen acreedor a casi 600 años de cárcel.
Según
los antecedentes recopilados en la etapa de investigación, el ministro en
visita logró establecer los siguientes hechos:
"a)
Que agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) comenzaron a
vigilar el domicilio que tenía el matrimonio formado por Bernardo Araya Zuleta
y María Olga Flores Barraza en la ciudad de Santiago en calle Sorrento Nº 629,
para lo cual ocupaban la casa de un vecino y vehículos que los trasladaban por
el sector a fin de hacer seguimientos, logrando averiguar que también tenía una
vivienda en Quinteros, para lo cual se trasladaron a esa ciudad, desplegando
una serie de actividades de control en la Municipalidad, arrendando una pieza
de un vecino, para saber de sus movimientos, sin que al efecto hubiere algún
motivo en especial, salvo la condición de militante del partido comunista del
varón y haber sido diputado de la República, por ese conglomerado.
b)
Que el 2 de abril de 1976, alrededor de las 22 horas, agentes de la indicada
repartición de Inteligencia, concurrieron al domicilio de calle Barros Luco N°
1220 de la comuna de Quinteros, los que sin orden competente procedieron a la
detención del matrimonio compuesto por Bernardo Araya Zuleta y María Olga
Flores Barraza.
c)
Que Bernardo Araya Zuleta era ex diputado del Partido Comunista y casado con
María Olga Flores Barraza; el matrimonio, a esa época; tenían 64 y 60 años de
edad respectivamente.
d)
Que ambos fueron trasladados al recinto que era utilizado para planificar la
detención de miembros de la cúpula del partido comunista, para lo cual había un
organigrama de dicho conglomerado en una pared, además era usado como lugar
clandestino y provisorio de detención. Cuartel dependiente del organismo de seguridad, ubicado en calle Venecia N° 1722 comuna de Independencia, donde se les mantuvo privados de libertad, lugar en el
que fueron vistos con vida por otros detenidos; Bernardo Araya fue sometido a
interrogatorios y torturas acerca de la identidad de otros militantes y lugares
de reunión, desconociéndose desde esa época el actual paradero de ambos
integrantes del matrimonio, informando el Ministerio del Interior y la DINA,
que no tenían antecedentes sobre las detenciones de Araya y Flores y que no se
había decretado por esas reparticiones orden de detención alguna en contra de
aquellas personas.
e)
Que en la misma oportunidad también fueron detenidos Vladimir y Ninoska
Henríquez Araya, Eduardo Araya Rojas y Juan Flores Barraza, los primeros 3
nietos del matrimonio Araya Flores y el último, hermano de María Olga Flores
Barraza, los que fueron dejados en libertad a los días después en la vía pública,
por miembros de dicho organismo de Inteligencia.
f)
Que en orden a ocultar el real paradero o destino de las víctimas, los
organismos de seguridad y autoridades administrativas de la época, informaron
oficialmente que Bernardo Araya Zuleta y María Olga Flores Barraza, registraban
salida del país con destino a Argentina, por el paso Caracoles el 7 de abril de
1976 y que no habían sido detenidos ni se habían despachado órdenes de
detención en su contra; información que fuera desmentida por las instituciones
correspondientes del vecino país, resultando falsa".
El
domicilio santiaguino, donde Bernardo Araya y su esposa habían residido hasta
antes del 11 de septiembre de 1973 y que, al momento de los hechos, lo ocupaba
la familia de su hija María Mónica, ubicado en la calle Sorrento Nº629, de la
Población Lautaro, comuna de Pudahuel, fue allanado en cinco ocasiones en
operativos conjuntos de carabineros, civiles y militares, los que tenían por
objetivo detener al dirigente del PC. Precisamente, con esas intenciones, esta
vivienda fue objeto de vigilancia permanente durante unos quince días previos a
la detención. Incluso, para tales propósitos, agentes de la DINA entre los que
se encontraba una mujer joven que se hacía llamar "Lola" (seguramente
Clara Barros Rojas), y dos hombres, a los que les decían Eduardo e Iván se instalaron
en una casa vecina, perteneciente al ex suboficial de carabineros Guillermo
Retamal, quien graciosamente la facilitó para tales efectos.
Cabe
señalar que la familia del matrimonio Araya Flores vivió en medio de la
búsqueda gravísimos y múltiples problemas de seguridad. Los niños que fueron
detenidos junto a sus abuelos y sus hermanos debieron partir al exilio, al
igual que el padre de ellos. El hermano mayor de los niños en esa época, WLADIMIR HENRÍQUEZ ARAYA, fue muerto por efectivos de la CNI, el 15 de junio de
1987, en el marco de la “Operación Albania”, luego que él había ingresado
clandestinamente al país. Una hija, Mónica Araya Flores, fue una de los
profesores secuestrados por carabineros en la AGECH, cuando degollaron a tres
profesionales comunistas en marzo de 1985 por los mismos carabineros
aprehensores.
A
pesar de las múltiples gestiones realizadas para salvarle la vida al matrimonio
Araya Flores y de los graves problemas de seguridad vividos por sus familiares,
Bernardo Araya Zuleta y Olga Flores Barraza permanecen hasta hoy en calidad de
detenidos desaparecidos. Y los hijos de puta que ahora fueron condenados no se
han dignado en ningún momento en confesar donde dejaron sus restos.
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¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y
Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
Junio 23 de 2017
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