El Compañero Oscar Arros y su Familia |
Compañero del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR asesinado en 1975, cuando dirigía la
Resistencia Popular antidictatorial en la combativa Lota
Sólo un estipendio de 140 millones de pesos de
parte del Estado recibirá la familia del destacado dirigente lotino del MIR OSCAR ARROS YAÑEZ, luego que éste miércoles 27 la Corte Suprema decidiera rechazar un recurso en contrario del Consejo de Defensa del
Estado. Sobre justicia, ni hablar: apenas 4 años de libertad vigilada será finalmente
la pena de su asesino directo, el criminal de lesa humanidad y ex capitán de
fragata Arturo Calderón Pasalaqua, quien hizo los disparos que acabaron con la vida del
consecuente mirista.
El
caso fue investigado por el ministro por violación de derechos humanos, Carlos
Aldana, que en primera instancia acreditó la responsabilidad del ex miembro de
la Armada en el homicidio y determinó la reparación económica, sentencia
confirmada después por la Corte de Apelaciones de Concepción. Como en los
mejores tiempos de la dictadura cívico-militar, el Consejo de Defensa del
Estado argumentó la supuesta prescripción de la responsabilidad civil en esta
causa, lo que afortunadamente fue rechazado por el máximo tribunal del país.
Óscar
era el mayor de una tradicional y numerosa familia minera del sector “El
Chiflón del Diablo”, en Lota. Su padre, por años desempeñó diversas funciones
en el interior y exterior de las minas, concluyendo su vida laboral como
maquinista. Como en muchos de estos casos, Óscar fue una especie de segundo
padre para sus hermanos menores, a quien ayudaba en sus estudios, lo que forjó
un sentido de la responsabilidad en él desde muy joven.
Amante
de los deportes como el fútbol, box, atletismo, Oscar como muchos jóvenes
obreros especializados, comenzaron a desarrollar un discurso crítico hacia la
burocratización de los sindicatos y los partidos de izquierda existentes en
esos años, añoraba el espíritu rebelde y combativo de los orígenes del
movimiento obrero en la zona del carbón, historias que escuchaba de sus padres
y abuelos. Por ese motivo se sintió atraído por las ideas que en esos años
levantaba el MIR, iniciando prontamente su militancia que lo llevaría a ser el
encargado local de la organización.
La
militancia en el MIR no era algo sencillo en Lota en aquellos años, allí el
Partido comunista (PC) tenía una larga historia, por décadas dirigía las
organizaciones sindicales, y sociales de la comuna, además de controlar el
municipio, su influencia se incrementó notablemente durante el gobierno de la
Unidad Popular, donde aumentó su presencia en las instituciones públicas y en
la propia dirección de la naciente ENACAR. Los comunistas veían a los miristas
como “desviacionistas”, movidos por una “infantilismo pequeño burgués”, esto
obligó a que parte importante de la militancia mirista en Lota fuera muy
reservada, poco conocida, casi clandestina, ya antes del golpe militar. Cabe
señalar que las disputas entre comunistas y miristas en aquellos años, habían
concluido en Concepción con el asesinato del joven mirista Arnoldo Rios en el
Barrio Universitario de Concepción en 1970.
Un
ejemplo de este tipo de militantes fue Óscar Arros Yáñez, líder del MIR en
Lota, quien tras el golpe militar, logró sortear las detenciones, despidos o
expulsiones masivas de militantes de izquierda. Óscar seguía trabajando como
tornero mecánico en las maestranzas ENACAR, mantuvo su beca y terminaba sus
estudios de ingeniera en la sede Concepción de la Universidad Técnica del
Estado (UTE). Paralelamente, mantenía un segundo trabajo en el Liceo Industrial
de Collao, en Concepción, donde realizaba algunas horas de clases, ya que Óscar
Arros tras el golpe militar contrajo matrimonio y al momento de su asesinato,
su familia había aumentado con una niña que en ese momento tenía solo dos meses
de edad.
Golpe Militar en la
Región de Concepción
Previo
al golpe militar, la ley de control de armas jugó un papel fundamental en la
preparación de la arremetida reaccionaria; los allanamientos y controles, la
detención de los marinos y suboficiales antigolpistas por parte de la
oficialidad reaccionaria de la armada en Talcahuano (agosto 1973), por citar un
ejemplo. Así también cumplieron un papel preparatorio de la contraofensiva
reaccionaria los entrenamientos para el control de población civil que por años
la Armada venía realizando en “La Ciudadela”, construida al interior de la Base
Naval en Talcahuano, el trabajo de infiltración en sindicatos y organizaciones
de izquierda por parte de los servicios de inteligencia de la Armada (Ancla2),
llevaron a éstos a manejar con antelación el escenario represivo en la Región
de Concepción.
Tras
el golpe militar, la armada encabezó la represión en la Región de Concepción,
en torno a Ancla2 se articularon otros servicios de inteligencia militar y de
las policías de carabineros e investigaciones, para conformar un organismo
denominado Servicio de Inteligencia Regional (SIRE).
El
objetivo de SIRE consistió en desbaratar todo intento de resistencia a la
dictadura militar, tras la primera oleada represiva iniciada tras el golpe
militar del 11 de septiembre de 1973, con detenciones masivas e indiscriminadas
en el Estadio Municipal de Concepción, Base Naval, Fuerte Borgoño e Isla
Quiriquina en Talcahuano, además de cárceles, comisarías y cuarteles en
diversas comunas de la región.
El
SIRE volvió a tener importancia al detectarse indicios de reestructuración de
una resistencia a la junta golpista, iniciando una nueva oleada represiva a
partir de junio de 1974 orientada esta vez a la persecución exclusiva de
militantes del MIR que habían logrado burlar la primera fase represiva y que
mantenían incólume su decisión de combatir a los golpistas. La base de esta
rearticulación nacía precisamente desde la entonces zona del carbón.
De
la primera fase represiva el MIR de la zona del carbón logró impedir que los
desarticularan, pero se lamentaba la detención de sus principales cuadros
públicos, mayoritariamente dirigentes sindicales de Schwager. Pero incluso
estos detenidos debieron ser liberados desde Isla Quiriquina y Fuerte Borgoño, a
raíz de un acuerdo alcanzado entre el único dirigente sindical que se
encontraba libre y el entonces intendente de Concepción, General Washington
Carrasco, ya que los mineros no volvían al trabajo desde el golpe militar y
solo lo hicieron luego de que sus dirigentes fueran presentados en libertad
ante la asamblea de trabajadores. Este acuerdo incluyó la liberación de Cánovas
y Toncho García, principales caras públicas del MIR, quienes posteriormente
salieron al exilio.
Sin
embargo, a partir de fines de octubre, durante todo noviembre y diciembre de
1974, se producen diversas detenciones selectivas de militantes del MIR en
diversas comunas de la región de Concepción. A fines de noviembre es apresado
Rudy Cárcamo, el Vietnamita, quien formaba parte de estructuras operativas
especiales, el cual será asesinado en la Base Naval de Talcahuano. El 4 de
diciembre es detenido el dirigente regional del MIR en Concepción José Carrasco
“Pepone”, dos días más tarde su compañera, la brasileña Jane Vanini, cae
combatiendo a los efectivos del SIRE en una casa de seguridad en el sector
Lorenzo Arenas de Concepción.
Por
ese entonces las detenciones se multiplicaban, el SIRE había dispuesto además
de un centro especial de detención para militantes del MIR en el recinto “El
Morro” de Talcahuano, en el cual actualmente se encuentra un campamento de
damnificados por el tsunamis del 27 de febrero del 2010, por este campo de
detención y torturas pasarían más de 400 militantes de dicha organización entre
1974 y 1976; sobre 50 de ellos eran provenientes de la zona del carbón.
Detención de Oscar
Tras
el golpe militar el MIR intentó rearticular su organización en el sur de Chile
desde la zona del carbón, parte importante en este proceso había sido Eulogio
Fritz, “Duro Pablo”, quien asumió tareas de dirección regional de la
organización hasta que es asesinado en una emboscada de los organismos de
seguridad en febrero de 1975. “Pablo” había sido el máximo responsable del MIR
en Lota hasta antes del golpe, debido a la nueva situación había asumido a
nivel regional, encomendando a Óscar Arros la tarea de dirigir el MIR en Lota.
Óscar
asumió dicho trabajo que buscaba desarrollar un movimiento de resistencia
popular a la dictadura. Hacia mediados de 1974, el SIRE tenía muy pocos cabos
sueltos, uno de ellos era el encargado del MIR en Lota, fue así que en septiembre
de 1975 lograron identificarlo, procediendo a detenerlo en su lugar de trabajo,
las maestranzas de la ENACAR en Lota, el día 26 de ese mismo mes.
Óscar
fue trasladado hasta el centro de detención y torturas que el SIRE mantenía en
el cuartel de El Morro en Talcahuano, allí fue brutalmente torturado por sus
captores, quienes buscaban destruir a un militante ejemplar que guardaba
valiosos secretos sobre casas de seguridad y barretines de la organización, que
sin duda comprometerían la detención de otros militantes, compañeros de Óscar.
El
coraje demostrado por este militante descolocó siempre a sus captores, quienes
en una acto de perversidad extrema lo trasladan, absolutamente destrozado por
los golpes y la tortura, desde Talcahuano hasta su casa en el sector Polvorín
en Lota, donde vivía junto a su mujer y su pequeña hija de dos meses, le piden
a su esposa que le cambie de ropa, con el objetivo de que frente a su mujer y
su bebé el militante se quebrara, su esposa le sacó la ropa, con mucha
dificultad debido a que las heridas y laceraciones, hacían que sus ropas se le
pegaran al cuerpo, lo mismo con sus zapatos y calcetines, ya que a ese momento a
Óscar le habían arrancado todas las uñas. Él pidió que le permitieran beber
agua en su casa, cosa que los captores permitieron, éste les escupió el agua y
los insultó enfatizando “jamás podrán sacarme mis ideas”.
Fue
nuevamente trasladado hasta El Morro, al día siguiente, fue nuevamente
trasladado hasta Lota junto a dos detenidos, con el objetivo de que entregara
alguna casa, algún compañero. Antes de ingresar a Lota, en el sector punta
diamante, Óscar comenzó a encarar a sus captores, el militante lejos de
desmoralizarse se llenaba de coraje y sus captores eran incapaces de mantener
la tranquilidad, fue así que uno de ellos Arturo Calderón Passalacqua (Capitán
de Fragata) disparó su arma en contra del detenido quien se encontraba
maniatado.
Los
agentes del SIRE conscientes de haberse salido del objetivo de la misión,
intentan salvarle la vida trasladándolo hasta el Hospital de Lota, sin embargo
Óscar fallece. Una funcionaria del Hospital, mientras su esposa se encontraba
en el arzobispado de Concepción, pidiendo ayuda ante la detención de su marido,
se dirige a la casa de sus padres, para informar que el cuerpo de su hijo está
en la morgue, uno de los hijos que sabía de la situación y de la militancia de
su hermano, le pide a sus padres que esperen en la puerta ingresando junto a
dos vecinos a reconocer el cuerpo. “allí estaba mi hermano, su cuerpo
destruido, sus testículos parecían dos grandes betarragas, sin uñas, lleno de
hematomas y heridas”.
Arros
hasta en los peores momentos estuvo por sobre sus verdugos, no solo desde el
punto de vista moral, sino también intelectual, no lo destruyeron, no lo
quebraron, no cambiaron sus ideas, no se traicionó ni traicionó a nadie, su
familia lo ve como un ejemplo de hombre.
Hoy
los cobardes que lo ejecutaron, continúan reptando, inventando excusas para
esconder no solo su crimen y brutalidad, sino su incapacidad e inoperancia: un
hombre maniatado, destruido físicamente estuvo siempre por sobre ellos,
restregándoles hasta hoy, su imbecilidad y cobardía.
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa 8ª – Chile
Enero 28 de 2016
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