Ahora
viene la etapa de acusaciones contra la treintena de asesinos de la siniestra CNI,
quienes asesinaron vilmente a 7 compañeros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MIR en distintas ciudades del sur de Chile entre el 23 y 24 de agosto de 1984
Luego de transcurridas dos décadas desde que
se efectuaran los primeros procesamientos por parte de la justicia militar, muy
tímidos por lo demás, el ministro para causas por violación de derechos humanos
de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos
Aldana, dio por concluida éste lunes 18 la etapa de investigación de los
crímenes incluidos en el raid represivo conocido como “Operación Alfa-Carbón”,
perpetrados en las ciudades de Concepción, Los Ángeles y Valdivia, todos
perpetrados entre el 23 y 24 de agosto de 1984. Dicha acción genocida, dio como
luctuoso resultado el asesinato de 7 integrantes del MIR.
Con
la resolución, quedó a firme una treintena de encausamientos, principalmente de
agentes de la Central Nacional de Informaciones CNI, la policía política
dictatorial, a los cuales se les acusa de delitos que van desde la asociación
ilícita al homicidio de miembros del MIR, una de las principales organizaciones
de la Resistencia Popular a la dictadura cívico-militar que imperó en Chile
entre 1973 y 1990.
El
cierre del sumario debería ahora dejar al ministro Aldana en condiciones de
acusar a los procesados, de manera de poder dictar la sentencia y las condenas
contra los ex CNI. El Programa de Derechos Humanos, compañeros que integraran el
MIR y los familiares de las víctimas esperan que la justicia ordene las máximas
sanciones en esta emblemática causa.
La
investigación por los crímenes de la operación Alfa Carbón de la CNI se inició
en Concepción a raíz del asesinato de tres miristas en las inmediaciones de la
Vega Monumental el 23 de agosto de 1984, y fue instruida en un inicio por la
Segunda Fiscalía Militar penquista. Al traspasarse al ministro Aldana se
agregaron los episodios de Los Ángeles y Valdivia.
Los Hechos
“Entre
el 23 y el 24 de agosto de 1984 la CNI, con agentes enviados desde
Santiago, ejecutó una operación destinada a eliminar a los dirigentes del MIR
en la zona sur del país, específicamente en Concepción, Los Ángeles y
Valdivia. Muchos de ellos habían
ingresado ilegalmente al país y se encontraban realizando trabajo
clandestino. Todos estaban siendo
seguidos por agentes de seguridad con anterioridad y por lo mismo éstos tenían
claridad absoluta sobre sus actividades.
“En
todos los casos se informó públicamente de la existencia de enfrentamientos a
consecuencia de los cuales murieron las víctimas. Sin embargo, por los diversos
antecedentes reunidos, la Comisión ha llegado a la convicción de que ellas
fueron ejecutadas.
“El
primer hecho se desarrolló en la mañana del 23 de agosto de 1984 en
Hualpencillo, localidad cercana a Concepción. En ese lugar fue ejecutado cerca
de su domicilio, el obrero LUCIANO
HUMBERTO AEDO ARIAS, a quien, según testigos, se le disparó sin intimársele
rendición y sin que intentase oponer resistencia.
“Horas
más tarde, fue interceptado el microbús en donde se desplazaban MARIO OCTAVIO LAGOS RODRIGUEZ y NELSON HERRERA RIVEROS, obrero y
comerciante respectivamente, en el sector de Lorenzo Arenas de Concepción. El vehículo de locomoción colectiva venía
siendo seguido desde Talcahuano y se le ordenó detenerse en un lugar con gran
afluencia de público, frente a la Vega Monumental. Testigos interrogados por
esta Comisión indicaron que no hubo resistencia a la detención por parte de las
víctimas, quienes se bajaron desarmadas del microbús y sin rehenes. Esa acción
la hicieron con los brazos en alto, recibiendo en ese momento Mario Lagos un
disparo en la axila, lo que comprueba dicha posición de los brazos. La autopsia
de Nelson Herrera indica que fue muerto posteriormente mediante un disparo en
el cráneo a corta distancia y en circunstancias de que ya se encontraba
esposado, lo que se desprende de las marcas en sus muñecas. Todos estos hechos
fueron filmados por camarógrafos que utilizaban equipos de Televisión Nacional
quienes se encontraban apostados en el sector desde antes que se produjeran los
hechos, cosa que igualmente indica que no se trató de un enfrentamiento casual
sino de hechos planificados con anticipación.
“A
las seis de la tarde del mismo día 23 de agosto, fue muerto en Los Ángeles,
mediante disparos, MARIO ERNESTO MUJICA
BARROS, contador, en la entrada de su domicilio, sin que tampoco hubiese
habido oposición a una detención por su parte, según los testimonios que ha
conocido la Comisión.
“Más
o menos a la misma hora murieron en el camino que une a Valdivia con Niebla, RAÚL JAIME BARRIENTOS MATAMALA y ROGELIO HUMBERTO TAPIA DE LA PUENTE,
empleado e ingeniero forestal respectivamente.
En esta oportunidad también se informó oficialmente de la existencia de
un enfrentamiento y de la huida de una tercera persona del lugar, lo que es del
todo improbable dadas las condiciones del terreno. La Comisión tiene
información de que las víctimas habrían sido detenidas en Valdivia y conducidas
a ese lugar para su ejecución por los agentes de la CNI.
“Al
día siguiente se produjo el último de los hechos, el que le costó la vida a JUAN JOSÉ BONCOMPTE ANDREU, de
profesión economista. El fue sorprendido en su domicilio por un elevado número
de agentes. Juan Boncompte intentó huir
por la parte trasera de la casa pero fue cercado, disparándosele luego en
repetidas ocasiones, a consecuencia de lo cual falleció de manera
inmediata. Varios relatos de testigos
indican que no hubo ningún tipo de resistencia por parte de la víctima y que
ésta se encontraba a merced de los agentes cuando fue muerta.
“Con
el mérito de las declaraciones de numerosos testigos entrevistados, demás
antecedentes reunidos y por lo inverosímil de las versiones oficiales sobre
cómo sucedieron los hechos, esta Comisión está convencida de que estas siete
personas fueron ejecutadas por agentes estatales, en violación de sus derechos
humanos.”
Informe Rettig
Algunos de los
Esbirros del Escuadrón de la Muerte
Los
ejecutores, miembros de la CNI, fueron comandados por Marcos Derpisch Miranda, Teniente
Coronel de Ejército a cargo del operativo y secundado por Hugo José
Hechenleitner, Teniente Coronel de Ejército,
Algunos
de los nombres del escuadrón de la muerte que participaron en el operativo Alfa
Carbón 1 en Concepción:
1.
Marcos Derpisch Miranda: Teniente Coronel de Ejército a cargo del operativo.
Hoy continúa trabajando en la DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército).
2.
Hugo José Hechenleitner: Teniente Coronel, su chapa era Antonio Martínez López.
3.
Claudio Rodrigo Rosas Fernández: Teniente Coronel de Ejército.
4.
Víctor Manuel Muñoz Orellana: Sub Oficial del Ejercito su Chapa era Jaime
Ricardo Marinovic Palma y fue quien disparó a Luciano Aedo.
5.
Álvaro Corbalán Castilla (Mayor de Ejército), quien estuvo preso un tiempo en el
Resort de Punta Peuco.
6.
Francisco Zúñiga Acevedo: Oficial de Ejercito. Ya fallecido, se fue sin pagar.
7.
Jorge Mandiola Arredondo: Mayor de Ejercito.
8.
Carlos Palma: Sub Oficial de Ejercito.
9.
Leandro Montenegro (Sub Oficial de Ejercito) alias Farías.
10.
Jorge Vargas: Civil.
11.
Miguel Gajardo: Civil.
12.
Andrés Caris: Sub Oficial de Carabinero.
13.
Egon Barra: Cabo de carabinero.
14.
Rosa Humilde Ramos: Sub Oficial de Ejercito. La más temida dentro de sus pares.
Le dicen " La Mala".
15.
Teresa Osorio: Sub Oficial de la Armada.
Estos
son los que actuaron en la matanza de Concepción y Hualpén acompañados otro
numeroso contingente de efectivos CNI, Ejercito, Carabineros y soplones.
En
el caso de Los Ángeles, donde asesinaron a Mario Mujica, participaron en el
numeroso contingente de malhechores:
1.-
Bruno Antonio Soto Aravena
2.-
José Artemio Zapata Zapata.
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa 8ª – Chile
Enero 18 de 2016
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