En Red
Voltaire
Enero
14, 2016
Los dirigentes occidentales nos
habían asegurado que la operación militar que emprendían contra la Yamahiria
Árabe Libia no apuntaba a apoderarse de las reservas de petróleo del país ni a
dividirlo en tres partes sino que se trataba de proteger a la población civil
de la amenaza del dictador. Después de una guerra que provocó en Libia más de
120.000 muertes, ahora están iniciando la segunda fase de aquella operación. Y
esta vez nos dirán que hay que proteger a la población civil contra el Emirato
Islámico, cuando en realidad se trata de tomar posesión de los yacimientos de
petróleo
«El
año 2016 se anuncia como muy complicado en el plano internacional, con
tensiones difusas, incluso en nuestro país. Italia está allí y cumplirá con su
parte, con el profesionalismo de sus mujeres y de sus hombres y con el
compromiso de los aliados». Así anunciaba Matteo Renzi a los militantes del
Partido Democrático la guerra en la que Italia participará próximamente, otra
guerra contra Libia, 5 años después de la primera.
El
plan está en marcha. Las fuerzas especiales británicas SAS -según
reporta el Daily Mirror– ya se encuentran en Libia para
preparar la llegada de 1.000 soldados británicos. La operación, «acordada
entre Estados Unidos, el Reino Unido, Francia e Italia», implicará la
participación de 6.000 soldados estadounidenses y europeos para «bloquear a
unos 5.000 extremistas islamistas que se han apoderado de una docena de los
mayores campos petrolíferos y que, desde la guarida del Emirato Islámico
en Sirte, se preparan para avanzar hacia la refinería de Marsa
el-Brega, la más grande del norte de África». La acción en el campo de
batalla, donde los SAS están instruyendo a «comandantes militares», cuya
identidad se desconoce, prevé el uso de «tropas, tanques, aviones y
navíos de guerra». Para bombardear nuevamente Libia, el Reino Unido está
enviando aviones adicionales a Chipre, donde ya están basados 10 Tornado
y 6 Typhoon para las incursiones en Siria e Irak,
mientras que un navío de guerra se dirige hacia Libia. La publicación
electrónica italiana Difesa Online confirma que varios equipos de Navy
Seal estadounidenses ya se encuentran en Libia.
El
conjunto de la operación estará formalmente «bajo dirección italiana».
Pero lo que eso quiere decir es que Italia cargará con la parte más
pesada y costosa, poniendo tanto sus bases como sus fuerzas militares a la
disposición de la nueva guerra en Libia, sin tener por ello el
mando verdadero de la operación, que en realidad seguirá estando
únicamente en manos de Estados Unidos.
Y,
por supuesto, un papel clave será el del U.S. Africa Command (AfriCom),
el Mando de las fuerzas militares estadounidenses en África, que acaba de
anunciar, el 8 de enero de 2016, el «plan quinquenal» de una campaña
militar para «enfrentar las crecientes amenazas provenientes del continente
africano». Entre sus principales objetivos anuncia el AfriCom el de «concentrar
los esfuerzos en el Estado fallido de Libia, conteniendo la inestabilidad en el
país». En 2011, fue el AfriCom quien dirigió la primera fase de la
guerra contra Libia, antes de ser rápidamente relevado por la OTAN
–también bajo las órdenes de Estados Unidos–, que mediante el uso de
fuerzas infiltradas y 10 000 ataques aéreos destruyó Libia transformándola
en un «Estado fallido».
Ahora
el AfriCom está listo a intervenir nuevamente para «contener la
inestabilidad en el país». Y también lo está la OTAN, cuyo
secretario general Jens Stoltenberg la ha declarado «lista para intervenir
en Libia».
Y
nuevamente será Italia la principal base que servirá de trampolín a la
operación. En suelo italiano hay dos mandos subordinados al AfriCom :
en Vicenza está el del U.S. Army Africa (el ejército terrestre de
Estados Unidos en África) y en Nápoles el de las U.S. Naval Forces
Africa (las fuerzas navales de Estados Unidos en África). Este último
mando está a las órdenes de un almirante estadounidense, que también está
al mando de las fuerzas navales estadounidenses en Europa, del JFC Naples
(Mando Conjunto de las fuerzas de la OTAN) y, cada 2 años, también tiene
bajo su mando la Fuerza de Respuesta de la OTAN.
Ese
almirante estadounidense se subordina directamente al Comandante Supremo de las
fuerzas aliadas en Europa (SACEUR), un general estadounidense nombrado
directamente por el presidente de Estados Unidos. Este último general
también está al mando del EuCom, o sea el Mando estadounidense para
Europa.
Ese
será el marco de la «dirección italiana» de la nueva guerra
en Libia, guerra cuyo verdadero objetivo es la ocupación de las zonas
costeras económica y estratégicamente más importantes. Y, como en 2011, la
nueva guerra será presentada como una «operación de preservación de la paz y
de carácter humanitario».
Fuente: Il Manifesto
(Italia)
Traducido al
español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange
Patrizio
Equipo Internacional – CAD CHILE
Enero 14 de 2016
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