Justo hoy, cuando
unos pocos que se arrogan el título de ‘miristas’ no encuentran nada mejor que inscribirse
como un partido “legal”, exhibiendo una imagen de respetuosos del infame orden
en curso y validando de paso ésta democracia de baja intensidad, resulta aún más
necesario recordar el ejemplar trabajo político y organizativo de masas que el
MIR y la izquierda revolucionaria desplegaban en heroicos tiempos pasados
HISTORIA DE LA TOMA DE LA BANDERA
La 26 de Enero - Primer Embrión de Poder Popular del MIR en Chile
Colectivo Miguel Enríquez
– 2005*
Introducción
Entiéndase esta recopilación de escritos, datos y
opiniones diversas como un homenaje a Miguel Enríquez a 30 años de su caída en
combate. Se la dedicamos al Mickey, Alejandro Villalobos, y al Mapuche Moisés
Huentelaf, a los anónimos del MIR, a nuestros desaparecidos y caídos en combate
en Chile y fuera de Chile, a su columna principal y razón de ser de esta
organización: a sus imprescindibles obreros, Mapuches, pobladores y pobladoras,
campesinos, jóvenes, hombres y mujeres. En fin a l@s trabajador@s en general,
un tanto olvidados en las diversas publicaciones y discursos que ha producido
el mirismo empingorotado de los viejos y nuevos tiempos. También y muy
importante es que se diga que es un recuerdo y recopilación de elementos que
resaltamos y ponemos en las manos de los que continuaron y hoy continúan
luchando, construyendo y reconstruyendo la alternativa de los pobres y
marginados. Es para ustedes, donde quieran que se encuentren aportando su
granito de entrega y sacrificio por esta causa tan noble, que es luchar por
nuestros derechos, por nuestra dignidad, por un salario, una vivienda y la
libertad para un mundo sin capitalismo y sin imperialismo.
La 26 DE ENERO: Nuestro primer embrión de Poder Popular
1967- 69 marca el inicio del trabajo de masas del MIR.
Frente a la vieja Municipalidad de San Miguel flameaban Banderas. Casuchas
bordeaban la Gran Avenida, entre la Legua y la avenida Subercaseaux. Un
Campamento se instalaba.
La situación dramática de los arrendatarios, de los sin
casas, una vez más se hacía patética. Un Presidente Italiano visitaría Chile y
esto no podía continuar pues se veía fea la ciudad. Los sin casas vinieron
desde todas las poblaciones vecinas de la Legua, La Victoria, la Santa Adriana,
la Clara Estrella, la José María Caro y San Ramón. Entre ellos se encontraban
los miristas Víctor Toro Ramírez, la Herminia Concha y su camarada Adolfo
Olivares, y desde Poblaciones vecinas apoyaban María Concha, Villalón, la Lumi
Videla, el Chico Pérez, el Chico Zamora, CAIDO EN COMBATE del ELN en Bolivia,
La Magaly Honorato, el Viejo Valenzuela, Castañeda y Don Clota.
Así se inicia nuestra labor muy silenciosa y de aprendizaje con el PC y el PS mangoneando la conducción del Campamento. Aunque sin identificarnos, ya estábamos en comisiones y guardias y hablábamos en Asambleas. Así es que se inician los contactos con los obreros de Sumar, Yarur, Cotralako, Hirmas, con los trabajadores de la construcción, etc., etc. Mientras ya se trabaja con los sindicatos Municipales y Estudiantes secundarios y universitarios. Desde el Barros Luco nos apoya la célula del MIR, compuesta por varios hermanos y por el flaco Cañas y Gamboa y desde la Caro, los hermanos Riquelme.
Así se inicia nuestra labor muy silenciosa y de aprendizaje con el PC y el PS mangoneando la conducción del Campamento. Aunque sin identificarnos, ya estábamos en comisiones y guardias y hablábamos en Asambleas. Así es que se inician los contactos con los obreros de Sumar, Yarur, Cotralako, Hirmas, con los trabajadores de la construcción, etc., etc. Mientras ya se trabaja con los sindicatos Municipales y Estudiantes secundarios y universitarios. Desde el Barros Luco nos apoya la célula del MIR, compuesta por varios hermanos y por el flaco Cañas y Gamboa y desde la Caro, los hermanos Riquelme.
Antes de la llegada a Chile de Aldo Moro, Presidente de
Italia, se empieza el desmantelamiento del Campamento del Parque Subercaseaux
frente a la Municipalidad de San Miguel y se nos disgrega entre la Santa
Adriana, La Legua, Santa Elena y diferentes poblaciones de la Cisterna. Surgen
entonces nuestras primeras propuestas escritas: la vivienda como derecho,
solución definitiva, crítica radical a la politiquería de la DC, a las casas de
cartón de Alessandri, a la Operación Sitio de los Frei. Empezamos a marcar la
diferencia entre reformistas y revolucionarios, surgen nuestras primeras
críticas y propuestas antielectorales y la crítica a la utilización que hacían
el PC y PS de nuestras necesidades y organización. Se da a la vez la aparición
paralela del MIR en el Sur de Chile- Concepción-y la circulación de sus manifiestos
entre los pobladores poniéndonos en el centro de los debates, simpatías y
ataques.
La independencia de la organización de los sin casas del
viejo partidismo político, la independencia del Estado y gobierno, la
importancia de su autogestión y las vías democráticas para generar nuestras
autoridades y dirigentes marcan desde los inicios las diferencias entre el
trabajo de masas del MIR y el viejo partidismo político electorero y
manipulador. Proyectamos las Manzanas Unidas;. Se trataba de una organización de
cuadra por cuadra que se abre paso por la Santa Adriana, la José María Caro y
la Población Dávila. Integra pobladores de Campamentos, Comités de Sin Casas y
a antiguas organizaciones deportivas y culturales. También saltan a la palestra
nuevos líderes y activistas, entre quienes se destacan los hermanos Matta de la
Santa Laura cerca de la Fach, el Conrado, el Ho Chi Min, el evangélico chico
Araya (Camaradas Manuel Cerda y Hugo Medina). El Campamento que originalmente
se estableció frente a la Municipalidad Palestrista de San Miguel fue lanzado
en unos sitios abandonados y apegados a una Iglesia de la Población Santa
Adriana. Posteriormente es trasladado a una población en construcción conocidas
como la Operación Tiza (Sitio), en la Santa Elena en el Frente o cercanías de
la Fah, más bien entre la Bandera, la Pablo de Rokha y la Fah. En el
transcurrir de este tiempo ya habíamos elaborado un programa mínimo para
nuestras luchas por la vivienda y derechos poblaci0nales, aumentado la
membresía mirista y ampliado nuestra labor social y popular en la zona, así es
que en la población el Sauce generamos un Comité de Sin Casas. Las reuniones
nos consumían parte importante de nuestro tiempo, nos planteamos entonces la
idea de trabajar de cargadores en la Vega Central para tener más tiempo y
libertad para aumentar nuestro activismo y dedicación.
Nacen las consignas:
¡La vivienda es un derecho
universal!,
¡Vivienda o Mierda!, ¡Casa o
muerte!,
¡Vivienda y salud!,
¡Educación y viviendas!,
¡Casas si, Callampas No!,
¡Por nuestros hijos vamos a la
toma!,
¡Una casita para vivir, una casita
junto al Mir!, etc., etc.
El 26 de Enero de 1969, después de una amplia labor
vecinal, con los sin casas, los jóvenes y la consolidación de las células del
Mir por todo San Miguel, nos lanzamos a la Toma en el Fundo La Bandera. Se
trataba de unos terrenos no habitados ni en planes de construcción. Ahora la
idea era superar con creces lo que habíamos experimentado y producir una
experiencia que llevara a una victoria de los Sin Casas de manera contundente,
de tal manera que cada mirista asumiría una infinidad de misiones y
responsabilidades que habíamos definido de antemano.
Jefe de Campamento, Comisión de Toma, Comisión de medios
y recursos, Grupo de autodefensa, seguridad y guardias (Milicias Populares)
Organización de la olla común, Organización de Mujeres, Grupos de Salud,
Trabajo de inteligencia y acercamiento con soldados y carabineros, Comisión de
relaciones, Economato, Asamblea Popular, y Galpón (local de reuniones),
Educación y Formación política, cultural e historia. Trabajo con Sindicatos
obreros, Clubs deportivos y Estudiantes (Comisión de Crecimientos y Frentes
externos).
Con esta organización y con la consigna de ¡Casa o
Muerte! a las 3 de la madrugada del 26 de Enero nos lanzamos a ocupar los
terrenos. Inicialmente no pasamos de las 300 Familias pero que en pocas horas
nos triplicamos, ampliamos la toma, embanderamos la zona y los terrenos
quedaron bajo nuestro control. Se entregó un pedazo de tierra de algunos metros
cuadrados por familia, donde iniciaron la construcción de su mediagua o carpa.
Paralelamente poníamos en marcha la organización y las ideas del pueblo se
multiplicaban de cómo hacer y mejorar las cosas. Se organizan las mujeres, los
niños y jóvenes, nos organizamos en la periferia y poblaciones vecinas. Se
resisten tres grandes intentos de desalojos: cuando el Gobierno de Frei lanzó
una tras otra las acciones de desalojo, el liderazgo se amplió y el apoyo
solidario vino de todos lados, en especial de las poblaciones vecinas como San
Ramón, San Rafael y El Sauce, desde los Liceos y los secundarios, los
universitarios, los periodistas, las iglesias y los Curas y los artistas.
El Campamento improvisó unas calles y manzanas (cuadras)
en el espacio tomado. Pusimos en marcha el órgano superior de conducción y
dirección, la Asamblea Popular de todo el Campamento. La Asamblea nominó como
el Jefe del Campamento al camarada Víctor Toro, quien en poco tiempo lo
traspasó al compañero Conrado, el que actuaba bajo control y dirección de un
ente coordinador conformado por representantes de todas las instancias del
campamento antes mencionadas y tod@s rendían cuentas ante la Asamblea Popular
de todo el Campamento.
Mientras el fuego humeaba de día y noche en torno a la
Olla Común, la seguridad y las Guardias, en niveles de autodefensa y Milicias
Populares, resguardaban y vigilaban el campamento y la zona comprendida entre
Santa Rosa, Circunvalación, Américo Vespucio, Santa Rosa, Gran Avenida y la
Avenida el Sauce, hasta la Pablo de Rokha. Mientras el Comité de Relaciones
golpeaba puertas de autoridades, partidos políticos, sindicatos y
organizaciones estudiantiles, el Comité economato recorría ferias y la Vega
Central para traer los alimentos y mantener la Olla Común. Al interior del
campamento ya funcionaba una Escuelita para Niños, un Centro de Salud. También
tratábamos de lograr maderas y fonolitas, carpas y materiales de construcción.
Un Comité de Justicia y la Organización de Mujeres atendían el trajín diario,
las inquietudes y necesidades de todos en general. Nace al mismo tiempo el
Comité de Movilización y Protestas cuya misión era llevar una orden del día y
estudiar las diferentes instancias del Ministerio de la Vivienda, de la Cámara
Chilena de la Construcción, símbolos de los grandes capitalistas de la
vivienda, y hacer propuestas en la Asamblea Popular. También surge AGP,
agitación y propaganda, y nacen el Boletín “El Fonolita”, La 26, la Toma, El
Diario Mural, la orden del día y la Hoja del Jefe de Campamento.
Una vez establecidos, y derrotados los diversos intentos
de desalojo, la retoma u otros desalojos, en una de nuestras primeras
plataformas recogimos la inquietud y consignas de la comunidad.
Dijimos: Casa o Muerte. Desde aquí no nos vamos. Solución
en los sitios y proyectos de la Bandera. No al traslado a ninguna Operación
Sitio-Tiza. Por una Vivienda Digna para todos los Sin Casas con todas nuestras
familias. Solución inmediata a nuestra situación de salud, educación y agua, y
mejoras por el tiempo que dure el Campamento.
Todas estas reivindicaciones fueron logradas con la
unidad, la acción y la organización que generamos tanto a nivel del Campamento
como en la Periferia.
Mientras esto ocurría al interior de la Bandera y en
especial dentro del Campamento La 26 de Enero, en el contorno y en todo
Santiago, se realizan las movilizaciones y protestas Frente a la Cámara Chilena
de la Construcción, Frente al Ministerio de Vivienda, la Gobernación y todos
los símbolos de opresión y represión. La promoción que se desarrolla sobre
nuestra justa lucha y la innovación en las formas de organización y convivencia
poblacional, nos llevan a realizar también una diversidad de actividades
culturales, de educación popular, festivales, teatro y acciones, luchas y
organización a nivel regional en el GALPÓN de la 26. Ahí se reunían Sin Casas
de todo Santiago, estudiantes, obreros y sindicatos que a su vez eran
pobladores de nuestra toma. Aquí nació la idea de un Primer Congreso o
Encuentro de los Sin Casa a Nivel de Santiago. El activismo en torno a nuestra
lucha se había mas que multiplicado, la responsabilidad de los Miristas se
engrandecía y la organización crecía como callampas.
El gobierno de Frei ante el fracaso en sus intentos de
desalojo del campamento lanzó todo su poder en contra de la población. Nos
postergó de todas las soluciones presupuestadas en los planes de vivienda del
gobierno, lanzó la represión en contra de los dirigentes que en buena medida
tuvieron que esconderse. Las campañas de desprestigio contra los pobladores
aparecían todo los días en El Mercurio y la prensa freísta y gubernamental,
tratándonos de “flojos, delincuentes, prostitutas y callampero”; y después de
extremistas, guerrilleros y bandoleros miristas.
Contra vientos y marea la verdad y razón de los
pobladores Sin Casas de la Bandera, conocidos como ‘los de la 26 de Enero’, se
impuso porque no claudicaron, se enfrentaron al gobierno con la consigna de
‘Casa O Muerte’ y fueron inteligentes, creativos y valientes. Así fue que al
final del túnel lograron ver la luz y alcanzar una de sus primeras
reivindicaciones, una vivienda para vivir, una casita junto al MIR, como decía
y dice una canción que ellos crearon y aun sobrevive por ahí.
La conquista 1.- Quedarse en la Bandera y ser considerado
en los programas de viviendas que estaban presupuestadas para construir en esta
grandiosa e histórica población y así poder vivir con nuestras hij@s, familias
y vecinos definitivamente.
Así fue aunque nos dispersaron en algunos sectores de la
Población la Bandera, la mayoría fue trasladad a vivir en el sector de
Circunvalación-Américo Vespucio frente a la Copa de Agua. Aquí llegamos con
monos y petacas, se trataba de unos sitios diseñados para la construcción
definitiva de nuestras viviendas por las cuales habíamos luchado de manera tan
decidida. Toda la estructura del ya viejo Campamento de la 26 de enero se
adecuó a los diseños de la población y recomenzó nuestro activismo. El Galpón
es lo primero que instalamos y pusimos en función con todas sus actividades y
atribuciones.
A estas alturas el gobierno freísta se agotaba. En la 26
de Enero ya habíamos cocinado la realización de una provisoria coordinadora de
Sin Casas por todo Santiago, así es que ahora ya los miristas estructurados en
su GPM [Grupo Político Militar] por diferentes zonas y comunas lanzamos en una
noche varias Ocupaciones. Destaca la Ranquil en un sitio estratégico abandonado
en las esquina de Santa Rosa y Circunvalación-Américo Vespucio, detrás de una
otra vieja Iglesia cuyos curas nos apoyaron y cobijaron. Unos mil pobladores
Sin Casas ocupan el lugar sin dar tiempo ni a la represión ni al gobierno de
reaccionar.
Con todos los conocimientos y experiencia de la 26 de
Enero, su estructura global asumió inicialmente la conducción del Campamento
Ranquil. Paralelamente ocurrían tomas por la Florida, El Campamento la UNION,
por Pudahuel, la 26 de Julio, por La Hermida se preparaban otras y la JPR
(Junta Provincial de pobladores revolucionarios) tomaba la conducción de la
lucha de los sin Casa por todo Santiago. Se empieza a escribir otra parte de la
historia del drama de los Sin Casas: ahora es regional, nacional y universal.
Se realiza el Primer Congreso de los Pobladores de
Santiago, nace la (JPR), La Junta de Pobladores Revolucionarios. Se elabora su
primer manifiesto donde se establecen todas sus reivindicaciones, surge el
Primer Manual sobre la Autodefensa y las Milicias Populares apoyados en su
elaboración por Luciano Cruz y Bautista Van Schouwen.
El Campamento Ranquil y conclusiones.
La cantidad numérica de los Sin Casas, su organización a
un nivel mucho más sofisticado y efectivo, la multiplicación y amplitud de la
movilización, su disciplina, orden en las protestas y marchas ponen en jaque al
gobierno freísta y el Campamento Ranquil se instala sin mayores contratiempos.
La dimensión que toma la lucha deja con la boca abierta a los políticos
gubernamentales y reformistas contumaces. Se instala este campamento en el
centro del control poblacional y comunal del PC, donde Pascual Barraza hacía y
deshacía a un nivel burocrático desde la municipalidad. Nos abrimos paso por
San Ramón y desde ahí hasta San Joaquín y por todo el Cordón Industrial de San
Miguel. Por la Cisterna se rearticulan varias células del MIR y organizaciones
poblacionales.
La 26 de enero fue la madre de las ideas y de la
ejecución de todas las tomas de terreno de los sin casa por todo Chile. Fue el
tránsito del trabajo de masas, popular y obrero del MIR, hacia el nacimiento
del MPR, el FTR , el MCR, y diferentes instancias como la organización de
mujeres, jóvenes. La política cultural, con los medios de prensa, la iglesia
popular y curas por el socialismo tienen su inicio en la 26 de enero y se
consolidan en la toma de la Ranquil, amononada posteriormente en el proyecto de
la Nueva la Habana.
Es en este campamento donde se realiza el Congreso de la
JPR y es aquí donde surgen las primeras ideas que después asumirán el MPR y el
FTR y que se resumen ahora en estas tesis y recuerdos. Aquí se inicia la gesta
de la Nueva Habana, campamento que se conforma con todas las experiencias y
provenientes de casi todos los Campamentos del MIR en Santiago.
También ya aparece el Campamento Lenin en Concepción y la
yedra de los Sin Casas y del MIR se expande por todo Chile. Y esta historia y
lucha no viene solo de nuestra experiencia directa. Tienen sus raíces, sus
origines, y son de un tejido inagotable de ideas, aportes y vicisitudes que
necesitamos rescatar e incorporar. Simbólicamente hay que destacar la
permanente movilización de los Sin Casas. Todo el pueblo y las familias en las
marchas encabezadas por los destacamentos de la autodefensa, las diferentes
organizaciones internas de los campamentos, por las milicias Populares. Las
tomas simbólicas del ministerio de la Vivienda, las Universidades Católica y la
Chile, la toma de las Torres del San Borja y la retención de funcionarios
burócratas del Estado y el Gobierno. Los embriones del Poder Popular y la
autogestión surgen en pleno combate por sus derechos y el ejercicio de su
poder, su reproducción y modalidad organizativa, implementadas al calor de la
lucha de clases a nivel regional y nacional.
Con el avenimiento de un periodo prerrevolucionario y que
se profundiza, con el agotamiento de la experiencia de la alianza para el
progreso y la conquista del gobierno por parte de la UP, nuestros frentes
constituían el horizonte y una experiencia que se avenía con los deseos de
cambios y el despertar de las grandes masas, en particular el despertar de la
clase obrera, los pobladores, los campesinos-mapuche, en definitiva los que
Miguel describió tan acertadamente como los pobres del campo y la ciudad.
Como sabemos pues la vida de los trabajadores chilenos ha
estado marcada por un constante desplazamiento en busca de las nuevas vetas de
trabajo que se abren temporalmente en diferentes puntos del país. Ya se trate
del salitre, las fábricas, la exportación de la fruta o los bosques... lo que
sumado a las peculiaridades de nuestra “loca geografía” implica que ellos
sufren desarraigos, soledades, dificultades extremas en la vida de sus
familias, inestabilidad para los hijos... Por citar un sólo ejemplo podemos ver
lo que sucede con la población de Iquique entre los años 1885 y 1995. Los
desplazamiento y cambios en las dinámicas del poder económico social bajo la
dictadura militar se implanto en 1973 y ahora su renacer durante los tres
gobiernos de la “desconcertacion” Laguista y Freistas.
Esta lucha nadie la puede detener, aparece y desaparece
como las "Callampas", los que desaparecen definitivamente son los
gobernantes y causante de la pobreza y extrema pobreza.
*Nota de los autores: Esta introduccion
forma parte del documento publicado por el BOLETIN MIGUEL ENRIQUEZ del mes de
enero del 2005, dedicado a la lucha del Poder Popular y el trabajo de masas del
MIR de Chile.
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa – Chile
Enero 27 de 2016
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