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sábado, 9 de enero de 2016

OSORNO: OCUPAN LA CATEDRAL EN PROTESTA CONTRA OBISPO BARROS


El designado obispo de la diócesis de Osorno, Juan Barros Madrid, "hizo todo el trabajo sucio de Fernando Karadima" y se encuentra acusado de amenazas a seminaristas, encubrimiento de abusos sexuales y ruptura del secreto de confesión

Al cumplirse un año de la desgraciada designación de Juan Barros como obispo de la diócesis, la mañana de éste sábado 9 unos cuarenta laicos y laicas se tomaron dependencias de la catedral osornina en protesta por tal nombramiento vaticano.

La medida de protesta fue protagonizada por la Agrupación de Laicos de Osorno. Sus integrantes llegaron cerca de las 10:00 de la mañana de este sábado a la catedral, a la que ingresaron para manifestarse en contra de la presencia de Juan Barros como obispo de la ciudad, el que fuera impuesto el 10 de enero del año pasado por el Papa Francisco como supuesto pastor de la grey local.

Como no, la acción fue definida por el vicario de la catedral Mauricio Bello como una “violación a la morada”, ya que según dijo, “no hay problema con acoger a ningún grupo, pero ellos irrumpieron sin pedir permiso. Es como si invadieran tu casa”. No obstante, Juan Claret, uno de los voceros de la mencionada Agrupación de Laicos, respondió que: “Al respecto, sólo precisar que no es una toma, pues no se impide ingreso o cortan suministros, etc.
“Ocupación: volvemos al lugar del cual nos marginaron y del cual muchos se han automarginado a causa de quien dirige la diócesis.
“Litúrgica: oración durante todo el día. Si hay sacramentos, acompañamos.
“Como ve, todo es pacífico: se entró pacíficamente y se saldrá de la misma forma. Por eso, a diferencia de lo que sostiene el p. Mauricio Bello, no es toma.
“Se terminó con romería a la tumba de Mons. Valdés y se salió tal cual se ingresó.”

Como se puede apreciar ahora y siempre, los/as que rechazan la nominación de Barros son católicos comprometidos con la verdad y la justicia cristianas. No se conforman con la imposición de un cómplice de delitos de pedofilia a cargo del obispado de Osorno. El principal cuestionamiento que realizan a su figura, es su cercanía con Fernando Karadima, quien fue encontrado culpable por la justicia vaticana por el delito de abuso a menores.

Respecto de su lucha contra el desvergonzado Barros, otro de los voceros de la agrupación, Mario Vargas, explicó que han llevado a cabo una serie de acciones -entre las que se cuentan velatones, marchas y protestas- porque “nosotros queremos una diócesis unida, con un pastor íntegro. Nadie nos puede cerrar las puertas de la catedral, porque es nuestra”. Y aseguraron que este 2016 seguirán con las protestas.

Es una verdadera lástima que, a despecho del discurso que oficialmente gusta utilizar el papa Francisco, de transparencia y condena frente al abuso infantil por miembros del clero, la Nunciatura Apostólica, parte de los obispos chilenos y el mismo papa exhiban tan impúdicamente su confianza y apoyo a Juan Barros Madrid. En verdad, le hacen un flaco favor a la causa del catolicismo.

Con ello, el gobierno vaticano y la jerarquía eclesiástica local dan a entender que simplemente se pasaron por buena parte todas las peticiones provenientes de muchos sectores sociales, de la feligresía osornina y de representantes políticos de variados colores, respecto a reconsiderar el que fuera designado (no ‘electo’, como dijese la declaración original de la Nunciatura) el amigote de Karadima.

Recordemos que en carta del 3 de febrero del año pasado, dirigida al nuncio apostólico en Chile, Ivo Scapolo, el que fuera una de las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, denunció que el nuevo obispo de la diócesis sureña "hizo todo el trabajo sucio de Fernando Karadima" y le acusa de amenazas a seminaristas, encubrimiento de abusos sexuales y ruptura del secreto de confesión.

Karadima, un influyente sacerdote octogenario que formó a cinco obispos chilenos y casi medio centenar de sacerdotes, fue considerado por el Vaticano, en febrero de 2011, culpable de cometer abusos sexuales y le condenó a una vida de oración y penitencia. Además, en noviembre de 2011 la justicia chilena determinó que el religioso cometió abusos contra cuatro feligreses entre 1981 y 1995, cuando tres de ellos (Juan Carlos Cruz, Jimmy Hamilton y José Andrés Murillo) eran menores de edad, aunque consideró que los delitos habían prescrito (¡¿?!).

Apoyamos e impulsamos el clamor de la comunidad católica de Osorno, en términos de repudiar esta imposición obscena de un cura que carece de toda moral y en quien no anida el espíritu de un verdadero cristiano. Por cierto, se debe insistir en la realización de movilizaciones de las comunidades de base, de laic@s y de religios@s, como las llevadas hasta ahora, a fin de hacer público el malestar y el hastío por la injusta medida. Barros, si es que tuviese algo de decencia, debiera renunciar a la espuria designación y a la iglesia.

¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!

Colectivo Acción Directa 8a – Chile

Enero 9 de 2015

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