Serra y Malcorra |
"Las trampas del Mercosur flexibilizado"
Por Juan Manuel Karg
En Actualidad
RT –public. 23/5/16
El viaje de
canciller interino José Serra a la República Argentina termina de poner sobre
la mesa una serie de elementos importantes para comprender una situación
regional novedosa, cambiante. El tucano, dos veces derrotado por Luiz Inácio
Lula da Silva en el terreno de las urnas, comparte con Susana Malcorra la idea
de “flexibilizar” el bloque, noción que parte de un presupuesto engañoso:
desideologizar la política exterior de los países. Detrás de este gran titular,
se abriría la idea de que se le daría oportunidades a los funcionarios de
carrera -“los mejores”- en el ámbito de las relaciones exteriores, y no a
funcionarios políticos puros. Esto es desmentido de entrada por el propio caso
de Serra, un político hecho y derecho y no un diplomático de Itamaraty, que
arribó a su lugar sólo por un arreglo cupular con el también interino Temer, cerebro del golpe a Dilma.
Pero,
sobre todo, la supuesta “desideologización” exigida por Serra-Malcorra anidaría
en dejar atrás las uniones políticas puras, pasando a un pragmatismo que
definiría las relaciones exteriores por otros elementos, como la economía.
Curioso razonamiento para establecer nuevos acuerdos de libre comercio con
potencias (EE.UU. y UE) con las cuales nuestra región siempre tuvo asimetrías
evidentes, contra las cuales batalló diplomáticamente en el “No al Alca” de
2005. La pauperización social que vive México desde la firma del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte, junto a EE.UU. y Canadá, debe servir de
contundente balance para graficar los peligros evidentes de arrojarse sin más a
las mieles del “libre mercado” justamente con quienes son jugadores, árbitros y
dirigentes a la vez de aquellas estructuras.
La
principal trampa del Mercosur flexibilizado es esa: funge como soporte
discursivo para establecer una operatoria bien conocida para nuestros países.
¿Cuál es la desideologización en flexibilizar la unidad de nuestros países para
ir hacia la Alianza del Pacífico? ¿No hay una ideología evidente en el
andamiaje institucional de este bloque, en el cual todos sus miembros son
firmantes de TLCs con Washington?
La resultante de esta nueva operatoria es un
amesetamiento evidente de las nuevas instancias regionales, como Unasur y
CELAC. El “golpe en cámara lenta” en Brasil y su desenlace nos muestra eso:
mientras las autónomas herramientas no llegan a dar respuesta acorde sobre el
tema, por un “empate catastrófico” de las fuerzas posmonopolistas y las
conservadoras, la OEA debate sobre Venezuela, no emitiendo palabra sobre la
grave situación institucional que afronta el gigante sudamericano.
El
Mercosur flexibilizado es, en esencia, una puerta abierta al libre comercio,
para intentar orientar la región hacia el TPP (Acuerdo Transpacífico) que Washington armó en
detrimento de Beijing. Brasil y Argentina pasaron, entonces, de constituir e
intentar formar parte de los BRICS, respectivamente, a ser los arietes
sudamericanos de la nueva política de EEUU para aislar a China a nivel global.
Todo en apenas cinco meses. Es que detrás de la supuesta “desideologización”
hay una ideología bien clara: la del neocapital. Malcorra y Serra, aun cuando
se muestren como paladines del diálogo con todos los países, han tomado una
notoria posición inicial desde sus respectivas cancillerías, tendiente a
fortalecer los lazos de Argentina y Brasil hacia Washington y Bruselas.
Colectivo Acción Directa Chile –Equipo
Internacional
Mayo 24 de 2016
No hay comentarios :
Publicar un comentario