“Concluyó la IV Conferencia de Unidad
Comunista”
"A
organizar con paciencia e intensificar el debate de ideas para construir con
firmeza un partido de la clase trabajadora, engranaje fundamental de la lucha
por el socialismo"
En Kaos
en la Red –public. 24/5/16
El día 14 de mayo
concluyó la IV Conferencia de Unidad Comunista, la que se concentró en lograr
definiciones más exactas ante el escenario actual, su futuro próximo y las
luchas sociales en progreso, poniendo al centro la necesidad de construir el
partido que recoja los contenidos y trayectoria del movimiento comunista
mundial.
La
Conferencia reconoció que las luchas de las y los trabajadores, y de los
pueblos de Chile, carecen todavía de los niveles de consciencia y de otros
importantes factores que permitan convertir la energía de la protesta social en
una fuerza potencialmente emancipadora. Una de las causas que contribuyen a
retardar el proceso de organización popular y de lucha política es, entre
otras, la carencia de organizaciones políticas con la capacidad y claridad
necesarias que contribuyan a levantar, organizar, unir y luchar sobre la base
de los intereses de la clase asalariada y de las masas populares.
La
Conferencia se inició meses antes con el análisis de la situación actual y de
sus proyecciones, en la perspectiva del socialismo, comprendiendo la necesidad
urgente de estudiar a cabalidad el capitalismo actual y el estado de la lucha
de clases, de modo de caracterizarlo en su desarrollo moderno y contexto
histórico. Se analizó el estado de la consciencia de clase y el avance del
imperialismo, el estado de la organización política y de masas, el papel que
ejerce la dinámica neoliberal [preferimos monopólico-financiera -nota del CAD] y sus partidos, así como la crisis social en
ascenso, y el papel de las y los comunistas, entre otros puntos.
Los
trabajos de la Conferencia se tradujeron en una primera caracterización general
del desarrollo capitalista, las cualidades que adopta bajo el neoliberalismo y
las particularidades que tiene en Chile, país que permanece sometido a un
intenso saqueo trasnacional de las corporaciones, representadas y protegidas
por la política común de las fuerzas de la burguesía y del orden geopolítico
imperialista.
La
IV Conferencia reivindicó el carácter ético de los comunistas, rescatando sus
valores individuales y colectivos. También destacó la necesidad de crear
espacios organizados de fraternización que profundicen nuestros lazos sociales
y la vinculación con aliados y simpatizantes. Por otra parte, confirmó el rol
del trabajo de base como pilar de la organización y la formación de cuadros en
cada instancia de la vida militante. Además, insistió en que la base militante
debe contribuir organizadamente a las luchas sociales, abarcando las más
diversas problemáticas y áreas, como la sindical y poblacional.
En
cuanto a la coyuntura electoral, la Conferencia reafirmó que toda posible
participación electoral deberá guiarse por el criterio de apoyo a plataformas o
candidaturas que estén fuera de la institucionalidad vigente, con un programa
popular y con una trayectoria que garantice coherencia y consecuencia con los
objetivos que se lleven por delante.
Del
llamado “proceso constituyente”, la Conferencia cuestionó el programa del
gobierno, porque no representa una instancia vinculante y sus frutos
–cualquiera que estos sean- serán anulados de antemano. Por lo mismo, la
Conferencia hace un llamado abierto a evitar la confusión, acordando llevar nuestra
posición a todo terreno de discusión abierta existente, junto con nuestro
programa de cambios y una posición sobre definiciones principales y fundamentos
constitucionales.
La
IV Conferencia acordó implementar un debate amplio y profundo, tanto al interior
de la organización como fuera de ella, en el que se recojan los problemas
actuales y se prevea su evolución, recabando información para un análisis mayor
y más exacto que nos dé bases teóricas para configurar una política acertada en
el menor plazo posible. Para ello, el evento delegó a todas las estructuras
internas la tarea de abrir y estimular ese debate. A la par de ello, respaldó
la iniciativa de crear publicaciones teóricas que aporten al debate en torno a
los principales problemas de la sociedad y del marxismo contemporáneo.
Para
esto, serán creados comisiones, equipos o círculos de estudios que contribuyan
con su trabajo a la discusión de la organización y que sean evaluados en el
plazo de un año. Lo fundamental es obtener informes con contundentes bases
teóricas para el quehacer político y para la confección de nuestra estrategia y
programa. Este trabajo debe aportar a la caracterización de la estructura de
clases contemporánea, a describir y comprender el escenario en el que se
desenvuelve la lucha de clases.
Finalmente,
la IV Conferencia llamó a preparar condiciones concretas en un contexto de
relativa “paz y orden” social, en medio del desprestigio institucional, y del
escándalo político y económico, en circunstancias en que no ha madurado la consciencia
de clase y en el que son limitadas las capacidades organizadas de las masas
sociales para revertir el cuadro político actual. Entiende la Conferencia que
se crean unas condiciones que pueden favorecer el desarrollo de una ola de
protestas sociales, pero que, a la vez, ello no representa una maduración clara
de la organización de masas. Sin embargo, ese cuadro podrá ofrecer condiciones
más apropiadas para un desarrollo organizacional superior que permita avanzar
en la formación partidaria, al calor de la lucha social, en un clima que puede
abrir los ojos de las masas, y dar lugar a orientaciones y propuestas
alternativas. Ese escenario posible requiere el fortalecimiento de los
“gérmenes” de organización de clase, que necesitan de orientaciones definidas y
sólidas, fundamentales para la formación de un partido revolucionario.
Concepción, mayo de 2016
No hay comentarios :
Publicar un comentario