43191D

viernes, 8 de julio de 2016

EE.UU.: SI LOS NEGROS SE DEFIENDEN SE LE LLAMA ‘TERRORISMO’


Luego del asesinato de dos hombres negros a manos de la policía yanqui, se vino una violenta respuesta por parte de otro hombre negro, harto del desangramiento casi cotidiano de su gente. Pero, entonces, esta reacción se pasa a considerar ‘terrorista’, no así el genocidio cometido por la racista fuerza policial en contra de negros e hispanos desde hace mucho tiempo  

Este martes 5, un hombre negro perdió la vida a manos de la Policía en Luisiana (Estados Unidos). Se llamaba Alton Sterling.

A Sterling, de 37 años, los policías le dispararon varias veces en el pecho y la espalda a las puertas de una tienda en la localidad de Baton Rouge, donde solía vender discos. Murió al poco tiempo y un testigo grabó un vídeo del mortal tiroteo.

Sterling pasaba a formar parte de la extensa lista de hombres y mujeres negros asesinados por agentes policiales. Esta persona era hijo, hermano y padre de cinco niños. “Los individuos implicados en su asesinato se llevaron a un hombre de quien dependían a diario cinco criaturas”, cuenta Quinyetta McMillan, madre de uno de los hijos de Sterling.

Philando Castile y su madre
Pero, no pasó mucho tiempo sin que no fuera asesinado otro hombre negro. Al día siguiente, moría de varios disparos Philando Castile, también de piel oscura, y también a manos de la policía.

Castile, un afroamericano de 32 años de Falcon Heights (Minnesota), falleció la noche del miércoles abatido por los disparos efectuados por un agente de policía que lo había detenido porque su vehículo tenía –supuestamente- un foco trasero roto. 



En el vídeo, que su novia transmitió en directo, se le ve agonizar mientras el deshumanizado policía sigue apuntando su pistola y la mujer relata su versión de los hechos.


Philando Castile y Alton Sterling simplemente fueron ejecutados sumariamente, entrando a formar parte de una estadística maldita que logró sacudir la conciencia nacional a raíz del llamado caso Ferguson -en Missouri- hace dos años, un incidente que provocó indignación y fuertes altercados.

Y ahora también se produjo una gran reacción entre la comunidad afro-americana de EE.UU. En varias ciudades de la unión miles de personas se echaron a las calles para protestar —una vez más— en contra de la violencia policial, y la represión racista desatada por el Estado imperial.

Entonces, vino la reacción violenta frente a tanto abuso. Este viernes 8, un francotirador, en medio de una manifestación contra la violencia policial en Dallas (Texas, EEUU) - convocada en memoria de Alton Sterling y Philando Castile-, disparó desde posiciones elevadas contra efectivos de la policía local. Cinco policías resultaron muertos y otras ocho personas fueron heridas –siete agentes y un civil.

La policía ya ha identificado a un sospechoso del tiroteo contra las fuerzas represivas, Micah Xavier Johnson (25 años), que estuvo en Afganistán con el Ejército de EE.UU. entre noviembre de 2013 y julio de 2014, según medios locales. Johnson, un hombre negro de 25 años, también formaba parte de la reserva del Ejército estadounidense, según ha informado la cadena NBC. La policía le mató cuando estaba atrincherado, con el novedoso uso de un robot-bomba. Antes de morir, Johnson habría señalado que quería matar a "policías blancos" y negó pertenecer a algún grupo político o religioso.

La prensa amarilla y oficial yanqui no tardó en teñir de “terrorista” la desesperada respuesta del francotirador anti-policía.

Al otro lado del Atlántico, en Polonia, donde se encuentra coordinando las guerras de intervención y los sabotajes perpetrados por la OTAN, Barack Obama intento igualar la balanza de las acciones violentas, afirmado “que todos los estadounidenses deben estar preocupados por estos sucesos”. "Cuando ocurren incidentes como estos, hay gente que siente que no se la trata igual a causa del color de la piel. Esta no es una cuestión blanca, no es una cuestión hispana, es una cuestión estadounidense", indicó el líder de la potencia imperial en una rueda de prensa televisada desde Varsovia.

Es decir, la cabeza del imperio, un hombre negro, intenta obviar siglos de desigualdad y racismo que han afectado a su propia gente, inequidad que no se resolverá sólo con buenos deseos o haciendo la vista gorda a la criminal y terrorista muerte de personas negras e hispanas a manos de las fuerzas policiales estadounidenses. Y todo ello en un país –en una sociedad violentísima- donde, desde 1970, 1,45 millones de personas han muerto por o a causa de armas de fuego; es decir, una cada 16 minutos.

Colectivo Acción Directa Chile –Equipo Internacional
Julio 8 de 2016

No hay comentarios :

Publicar un comentario