PLAYA GIRÓN: PRIMERA DE LAS BATALLAS
CUBANAS POR EL SOCIALISMO
Tres días
y dos noches de intensos combates bastaron para derrotar en 1961 la invasión
mercenaria por Playa Girón, el proyecto más poderoso encargado a la CIA por la
Casa Blanca para derrocar a la naciente Revolución cubana.
Por
Ernesto Vera Mellado*
En Prensa
Latina –public. 15/4/16
La aventura militar
ordenada por al presidente Eisenhower involucró a más de mil 500 mercenarios
entrenados, armados y equipados por la CIA y el Pentágono, agrupados en siete
batallones -cinco de infantería, uno de paracaidistas y otro de armas pesadas-
y el apoyo directo del Ejército estadounidense.
El
propósito fue ocupar una cabeza de playa donde establecer un gobierno
provisional que solicitaría inmediatamente el reconocimiento y la intervención
de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos.
Previamente
al desembarco por ese punto del centro sur de la isla, ocho aviones B-26
camuflados con falsas insignias de la Fuerza Aérea Revolucionaria atacaron
simultáneamente la base aérea de San Antonio de los Baños y la pista de Ciudad
Libertad, en La Habana, y el aeropuerto de Santiago de Cuba.
El
16 de abril de 1961, en el sepelio de las víctimas de esa agresión efectuada en
la mañana del día anterior, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó el
carácter socialista de la Revolución cubana, la "de los humildes, por los
humildes y para los humildes".
Desde
ese momento, miembros del Ejército Rebelde, la unidad de tanques de Managua,
las milicias obreras, campesinas y estudiantiles, el Batallón de la Policía,
integrantes de la Escuela de Responsables de Milicias, y de la Fuerza Aérea
Revolucionaria, acudieron a sus trincheras para defender la Revolución
Socialista.
Un
día después se iniciaron los combates que culminaron el 19 con la primera gran
derrota del imperialismo estadounidense en América Latina, lo cual profundizó
la fisura en sus intereses hegemónicos regionales, abierta con el triunfo de la
Revolución, en 1959.
El
fracaso de la agresión mercenaria, por tanto, no detuvo sino que incrementó la
agresividad que Washington mostró desde la promulgación de las primeras leyes
revolucionarias, y se manifestó en numerosas acciones encubiertas, sabotajes, y
planes de asesinato contra la dirigencia cubana.
La
vergonzosa derrota en tiempo record exacerbó el interés de asfixiar la economía
de la isla y restar apoyo popular al proyecto socialista emprendido y, con ese
objetivo, el presidente John F. Kennedy, heredero de esa aventura bélica,
promulgó en 1962 las leyes del bloqueo.
Esa
política restrictiva en los terrenos financiero, económico y comercial, se
recrudeció progresivamente y adquirió carácter extraterritorial en momentos en
los que, con la caída del campo socialista en Europa, en los años 80, Cuba
perdió su principal apoyo.
El
proyecto socialista cubano tuvo entonces que adaptarse a la nueva situación,
apelando a su autoctonía para, sin abandonar su esencia y sus logros, superar
un profundo período de crisis cuyos efectos prevalecen.
CONGRESO PARA EL
SOCIALISMO
Al
cumplirse 55 años de la proclamación del carácter socialista de la Revolución,
Cuba se empeña en otra batalla formidable, por su complejidad y urgencia, con
el propósito superior de lograr un sistema económico y social sostenible,
atemperado a la realidades actuales, nacional e internacional.
En
esta ofensiva, la aplicación efectiva y oportuna de los Lineamientos de la
Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en 2011 en
el sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba tras un amplio proceso de
debates populares, tiene un significado primordial para asegurar la prosperidad
y sostenibilidad, y también para consolidar la legitimidad del sistema.
El
VII Congreso de esa organización rectora del proyecto cubano, asumirá del 16 al
19 próximos el reto de analizar sin cortapisas la aplicación de dicha política
en medio de obstáculos como la crisis económica internacional y la permanencia
del bloqueo de Washington, pero también, seguramente, de factores internos.
Las
premisas inviolables para la ejecución de estas transformaciones cardinales a
escala social son no aplicar las socorridas terapias de shock, típicas de
naciones capitalistas, ni dejar desamparado a ningún ciudadano.
Esos
cambios tienen como propósito impactar favorablemente a la economía e incidir
en el mejoramiento del nivel de vida de la población en un plazo perentorio, y
consolidar el camino socialista defendido por Cuba bajo todas las
circunstancias desde hace más de medio siglo.
* Periodista de la redacción Nacional de Prensa Latina
Colectivo Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Abril 15 de 2016
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