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viernes, 1 de abril de 2016

ANDRES FIGUEROA: EL PUEBLO DE PUTAENDO CONTRA ANDES COPPER

Luis Manzano

La batalla de Putaendo por la tierra y el agua en contra de la minera Andes Copper

- Se agregan a la resistencia de la Asamblea Popular de la comuna cordillerana frente al extractivismo, organizaciones ambientalistas y el Comité de Los Cabreros de ‘El Manzano’.

- El drama de Los Cabreros de El Manzano, comunidad criadora de ganado y cabras que sobrevive igual que en los tiempos de la colonia española, a 20 kilómetros de Putaendo y apenas a 100 de Santiago de Chile

“¿Dejaremos llevar cobardemente
riquezas que han forjado nuestros remos?
¿Campos que ha humedecido nuestra frente
dejaremos?” –Miguel Hernández

Por Andrés Figueroa Cornejo

No tengo fuerzas para rendirme”, parece decir el vocero de la Asamblea Popular de Putaendo, Luis Manzano, baqueano de toda la vida, cuando nos pone al día sobre el combate del pueblo de la comuna de Putaendo (V Región Cordillera) en contra de la mega-minera Andes Copper de capitales canadienses.
Tal como lo había advertido hace tiempo la Asamblea Popular de Putaendo, el pasado 28 de marzo de 2016, el director de Andes Cooper, Eduardo Cobarrubias, expuso en la Comisión Especial de Recursos Hídricos del Consejo Regional los dos proyectos que tiene para la provincia de San Felipe y específicamente para la comuna de Putaendo: una hidroeléctrica de aproximadamente 28 – Megawatts que se instalaría en el Río Rocín, Putaendo, con el fin de producir energía para ser vendida al Sistema Interconectado Central, y un yacimiento minero de cobre y molibdeno, que se encuentra en la fase de exploración y que muy pronto entrará en una etapa de definiciones de ingeniería, para comenzar a funcionar y medir sus impactos ambientales.
Respecto de los plazos, el funcionario de la transnacional Andes Copper señaló que “para la hidroeléctrica, presentaremos el estudio de impacto ambiental a finales de este año, y luego viene una construcción de 12 a 15 meses, mientras que el proyecto minero está a 3 años de comenzar a definirse”.

-La minera transnacional Andes Copper parece que dio una especie de itinerario y respuesta ‘oficial’ a la Junta de Vigilancia (donde 4 capitalistas controlan el agua de todos los campesinos) que estaba gestionando medidas legales en contra de la compañía…
“Con el argumento del impacto ambiental, el cuarteto de la Junta de Vigilancia que concentra la inmensa mayoría de las acciones de agua amenazó con levantar una demanda en contra de la minera Andes Copper. ¿Por qué? Porque la Junta de Vigilancia quiere instalar su propia hidroeléctrica, compitiendo con la que pretende fabricar la minera. Para eso contrató al Estudio Jurídico Cubillos Evans, el mismo Evans que en los años de plomo de la dictadura, junto a José Piñera, el “privatizador de todo”, separaron las tierras del agua. A través de ese estudio jurídico, la junta de Vigilancia dijo querer presentar algún tipo de recurso legal, porque la Andes Copper, que ejecuta las faenas al interior del cruce cordillerano Los Patos, ha realizado prospecciones menores y distantes en el tiempo, con la finalidad de burlar la presentación de un estudio de impacto medioambiental, y es casi un hecho que esta misma empresa dejará pasar un tiempo y luego nuevamente ejecutará menos de 20 prospecciones, lo que le permitirá esquivar la normativa y su presentación ante el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental. Independientemente de lo anterior, el Estudio Jurídico Cubillos Evans debe cobrar una buena cantidad de dinero que desconocemos de dónde sale. En este movimiento de la Junta de Vigilancia, los pequeños campesinos que tienen pocas acciones de agua, tarde y mal se enteran por la prensa digital, y al final del día reina la incertidumbre. Por eso en la Asamblea Popular de Putaendo creemos que entre los ricos de la Junta de Vigilancia y de la minera puede haber una pelea intercapitalista o un “arreglo” intercapitalista, a espaldas del pueblo, por supuesto.
De acuerdo a la experiencia que hemos acumulado de situaciones similares en el país, la minera Vizcachitas, holding de la multinacional Andes Copper que se implanta al interior de Los Patos, es capaz de comprar en mucho más de lo que valen los grandes fundos agro-frutícolas. Imagínate a los mini parceleros. Los viejos se entusiasman y venden. Sobre todo, porque los parceleros están quebrados. Si bien este año la fruta tuvo una buena producción, los precios estuvieron malos: de $60 a $100 pesos (USD 0,08 – 0,14) el kilo de duraznos, cuando producir un kilo de duraznos vale $96 pesos (USD 0,13). En consecuencia, la minera transnacional es capaz de ponerles una buena cantidad de dinero en el bolsillo a los productores chicos, y así la empresa se va quedando con las acciones de agua (derechos de agua) destinadas para el riego. Se habla de que les ofrecen entre $30 a $40 millones de pesos (USD 42.850 – 57.000) por acción de agua, y como muchos ya no son jóvenes, ven en la oferta una posibilidad de sobrevivir los años que les quedan. En Copiapó, por ejemplo, las grandes mineras se dieron el gusto de comprar el agua y la tierra a buen precio. De hecho, la compañía extractivista se quedó con el agua y les dejaron la tierra, que en realidad, le interesa bien poco. Y los parceleros se quedan sin agua, pero con un desierto. La transnacional incluso les sugiere cínicamente que las parcelas secas la subdividan y las conviertan en “parcelitas de agrado” para venderles a gente de Santiago. En Putaendo ya están “tentando” a los viejos sin decir todavía que el ofrecimiento proviene de la Andes Copper. Posiblemente la minera está usando a sus propios trabajadores para ir adelantando el negocio. Un negocio que si llega a concretarse, significa nuestro exterminio como comunidad.”

-¿El pueblo de Putaendo puede comer con lo que produce agrícolamente?
“No, no existe soberanía alimentaria. Como efecto del agro-negocio exportador, la gente perdió la cultura de tener su pequeña huerta en la casa. Y como el capitalismo uniforma el consumo, los putaendinos compran los alimentos fuera de la comuna y consumen la misma comida chatarra que en todas partes.”

-¿A quiénes le venden la fruta (duraznos, damasco, nueces, uva, etc.) los pequeños agricultores?
“A mediadores de grandes exportadores y comercializadores de fruta, como Corpora Agrícola S.A., la Conservera Pentzke S.A. (“Dos Caballos”), la transnacional Dole. Ellos imponen los precios en el momento de la compra e incluso proyectan los precios de las futuras cosechas. Y de Putaendo se extrae la materia prima para la exportación de pasas. Otro tanto ocurre con las nueces (Chandler y Sell, tipos de nueces más cotizadas). Sólo la exportación de nueces les reporta a los empresarios más de 12 millones de dólares anuales en ganancia.
Aquí hay otro problema. Los pequeños productores venden a los mediadores (verdaderos parásitos comerciales), ni siquiera directamente a las grandes corporaciones, y carecen de algún tipo de asociación propia para poder negociar los precios con más fuerza. Los mediadores y las grandes firmas se aprovechan de que los agricultores chicos están siempre mal económicamente y de su falta de organización.”

La resistencia de los putaendinos

-¿Qué ha ocurrido en la Asamblea Popular de Putaendo?
“Este último tiempo nos ha ido muy bien. La Asamblea se ha ido ampliando con la incorporación de Los Cabreros de El Manzano. Y además hemos sostenido provechosas reuniones con las otras dos agrupaciones que están en contra del extractivismo de la gran minería en la comuna: la organización ambientalista Putraintú y la Coordinadora Tres Ríos. Con ellos acordamos hacer una pintada durante todo un día de marzo con una consigna común y única: “No a la minera, No a la hidroeléctrica”. También realizamos una caravana informativa que salió del parque municipal hacia Los Patos, con el mismo lema. Esto es parte de la propaganda y una forma de recordarle a la comunidad nuestra lucha, lucha que es apoyada por el 80 % de la gente. El 20 % restante, todavía es población que cree en la publicidad siempre falsa de que la minera les va a dar trabajo. Hasta el alcalde que es del Partido Socialista, Guillermo Reyes, y que va por su tercera reelección, dice que está en contra de la gran minería. Desde el año pasado que está en campaña, regalando calendarios y otras chucherías. En la Fiesta de las Challas, la municipalidad gasto alrededor de $200 millones de pesos (USD 285.700). Nos preguntamos, en esta típica escalada populista, de dónde saldrá tanto dinero. De 6 médicos que había a principios de enero de 2016 en la comuna, ahora sólo quedan 4. Hay recursos para la fiesta, pero no para la salud pública. Nosotros consideramos que es posible que el financiamiento para el “circo”, que no para el pan, provenga de la propia minera. Por otra parte, en el masivo Festival que se realizó en San Felipe, que es la capital provincial de la comuna de Putaendo, la Asamblea Popular logró la solidaridad explícita de la conocida cantante Anita Tijoux en el escenario. Estamos en pie de lucha porque ya se desató la batalla y es de vida o muerte.”

Los Cabreros de El Manzano: la injusticia antigua

Walter Moreno
A 20 kilómetros de la comuna de Putaendo y a sólo 100 kilómetros de la metrópolis chilena sobrevive una comunidad de criadores de cabras, vacas y caballos, medio encumbrados en la cordillera andina de la V Región del país. Venden queso de cabra y caprinos jóvenes. No existen para nadie y, siguiendo los parámetros del Índice de Pobreza Multidimensional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), si fueran considerados por las encuestas romperían las fronteras de la miseria humana en su condición de trabajadores/as. Habitan chozas de madera barata y son contados los que saben leer. Se trata de familias migrantes que pasan la mitad del año en Chile y la otra mitad en Argentina, buscando talaje, agua y tierra e intentando capear una vida similar a la de los más empobrecidos de los tiempos de la colonia española. Son el reverso de la modernidad de la minoría de los que mandan. Son la negación del marketing sofisticado y multimillonario con que el Estado de Chile procura atraer capitales al país y acabar de una vez con las sombras de la soberanía que restan. Para los criadores de El Manzano, jamás hubo primera independencia, ni nada parecido al progreso del que se felicita la oligarquía (progreso para ella y se acabó). Sólo sometimiento y carencias multiplicadas, madrugadas, castigo, trabajo inhumano, colonialismo, frío y calores extremos, y trampa.
“Donde estamos le llaman el fundo El manzano. No existe agua de regadío, sólo de secano. Es agua para ganado no más. Criamos principalmente cabras, vacunos y caballos. Los organizados hasta ahora en el Comité de Los Cabreros de ‘El Manzano’ somos más de 30 familias y vamos creciendo. Aquí han llegado hartas personas del norte, de Ovalle y del mismo Putaendo, y trabajamos en la zona desde hace 25 a 40 años. Debe ser muchísimo tiempo más, pero la memoria es borrosa cuando no se sabe escribir y no aparecemos en ningún registro. Varias familias se han tenido que marchar por los problemas con el agua. Además nos han echado del lugar. Nos cobran por trabajar y vivir en El Manzano”, afirma Walter Moreno, uno de los representantes del comité de crianceros de animales.

-¿Quién les cobra?
“Supuestamente la Compañía Ganadera de Tongoy Ltda. Pero hasta la actualidad jamás hemos sabido quiénes son sus dueños. Para cobrarnos, aparece gente que dice que es administradora de la Ganadera Tongoy, y que rota cada cierto tiempo. Cada vez que reclamamos, se cambia la o el llamado “administrador”. Nos cobran una vez al año, pero a veces han pretendido cobrarnos dos años en uno. Entonces mucha gente decidió no pagar y hasta ahora no ha pagado. Un compañero que hizo una huelga de hambre no pagó durante 4 años. La administración lo amenazó en noviembre de 2015 con que lo expulsaría con carabineros, pero no ha pasado nada.”

-¿Cuánto les cobran?
“Según las cabezas de ganado. Por vaca o caballo nos cobran mil pesos (USD 1,4), y por cabra $100 pesos anuales (USD 0,14). Se trata de una buena cantidad de animales. Cada familia debe pagar aproximadamente un millón de pesos al año (USD 1.430).
Con la leche de las cabras hacemos queso y lo vendemos. También vendemos los cabritos. En promedio, cada familia gana alrededor de $500 mil pesos (USD 714) mensuales, menos los $100 mil pesos al mes (USD 142) que nos cobran, si dividimos mensualmente la cuota anual que nos impone la administración. El último administrador también quería cobrarnos otros $100 mil pesos al mes (USD 142) por el lugar donde hacemos nuestras viviendas. Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Nuestra gente se enojó de verdad y dejó de pagar los talajes. O sea, la administración quería que le pagáramos dos años de una vez, más el suelo que ocupamos para levantar nuestras mediaguas (casas de emergencia hechas de tablas y plástico de desechos).
Como si no bastara, el Programa de Desarrollo Social, PRODESAL, que representa al Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP, una institución dependiente del Ministerio de Agricultura en la comuna, nos cobra $60 mil pesos (USD 86) por persona por la “ayuda” en alimento para los animales. Pero sólo a condición de tener cancelado el arriendo de la tierra y del talaje. También por los estanques de agua que entrega el gobierno por intermedio del INDAP y únicamente a las personas que postulan a proyectos muy engorrosos, nos cobran otros $60.000 pesos (USD 86).
De los $500 mil pesos (USD 714) que ganamos por familia por nuestra producción y venta mensual de queso y ganado, nos quedan cerca de $250 mil pesos (USD 357). Y cada una de nuestras familias tiene un promedio de 5 personas. En la realidad, obtenemos alrededor de $50 mil pesos al mes por persona (USD 2,3 al día, por persona). Como cocinamos con leña todavía, la supuesta Ganadera Tongoy, mediante sus supuestos administradores de turno nos obliga a pagar la leña que usamos para cocinar nuestros alimentos.”

“No tenemos agua, ni luz eléctrica, ni teléfono, ni alcantarillado, ni sanidad. La inmensa mayoría de la gente es analfabeta”

-¿Y cuáles son sus condiciones de vida, independientemente de lo que obtienen por su trabajo?
“No tenemos agua, no tenemos luz eléctrica, no tenemos comunicaciones ni teléfono, no tenemos baños ni alcantarillado ni sanidad. La inmensa mayoría de la gente es analfabeta, y los niños/as que logran estudiar en la escuela de Putaendo, llegan hasta 8º básico nada más. Al respecto el Comité está exigiendo urgentemente un funcionario/a que acompañe y cuide a los alumnos/as que son transportados hacia y desde los recintos escolares de la comuna de Putaendo por el bus de la municipalidad. Los chicos/as deben caminar una hora y media hasta la carretera donde llega el bus, pero quedan a cargo del chofer no más. Y aquí la carretera es una serpiente llena de ‘animitas’ (hitos religiosos que marcan donde ha muerto gente) por los frecuentes accidentes de tránsito.
Malvivimos enmontañados. Somos una comunidad migrante. Pasamos el invierno en Chile y en el verano nos vamos a la Argentina, a la provincia de San Juan, con la familia y con los animales. Cuando migramos, no podemos cruzar directamente a la Argentina, sino que tenemos que, desde la V Región de Chile, darnos una vuelta en U para atravesar la cordillera por la IV Región porque sólo ahí contamos con la autorización del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) del Estado chileno. Tardamos 8 días en cruzar a San Juan de Argentina. Si nos permitieran pasar por Putaendo nos demoraríamos únicamente dos días.
El agua bebestible la vamos a buscar a la ciudad de Putaendo. El municipio cada 15 días nos viene a dejar agua en camiones aljibes, pero no llega a todas partes y a los pocos días se pone de color verde. La administración les colocó candados y llaves a todos los accesos donde habitamos, como si fuéramos presos. Eso dificulta aún más la venta de nuestros productos.”

“No somos personas muy estudiadas ni muy preparadas, pero se terminó la soledad”

-¿Qué resolvió el Comité de Los Cabreros de ‘El Manzano’ frente a tanto abuso?
“Nos sumamos a la Asamblea Popular de Putaendo con nuestra propias demandas y resolvimos no pagar más a la supuesta administración hasta que no se aclare quiénes son los verdaderos dueños de la zona. Es probable que hayamos sido estafados durante años y años, sin siquiera saberlo. Los administradores nos tratan como cosas, como ignorantes y peor que a los animales, y nunca nos han revelado quién es el dueño, si es que existe, de estas tierras. Por eso estamos en medio de un litigio para que se transparente esta situación que lleva varias décadas.
Ahora que estamos organizados en la Asamblea Popular de Putaendo, por fin nos sentimos apoyados. Hasta hace muy poco nosotros estábamos solos. No somos personas muy estudiadas ni muy preparadas, pero se terminó la soledad y vamos a pelear por nuestras vidas.”

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