Luego del confuso e
irresoluto paro convocado por la CUT, el pasado 22, que igualmente demostró que
muchas de sus bases se oponen al plan gubernamental-patronal, los sindicalistas
y las federaciones verdaderamente de clase se movilizan en contra de dicha
amenaza
Unión
Portuaria convoca a paro indefinido nacional contra reforma laboral
Tras
la escandalosa aprobación en la Cámara de Diputados de las llamadas
"adecuaciones necesarias", la Unión Portuaria de Chile inició hoy un
paro indefinido en repudio al actual rumbo de la reforma laboral.
A
eso de las 15 horas del día del jueves 24, la Unión Portuaria del Biobío inició
y llamó a los demás puertos del país a una paralización indefinida, esto tras
el despacho de la Reforma Laboral hacia la Comisión Mixta y los resultados
arrojados en las votaciones.
Pedro
Riquelme, vocero de la Unión Portuaria del Biobío, explicó a los medios que
“Hoy día iniciamos una movilización que tiene carácter de nacional en la que
estamos convocando a todos los puertos a movilizarse por la Reforma Laboral;
principalmente, por el resultado que hoy día lastimosamente hubo en la Cámara
de Diputados sobre las indicaciones que presentó el Senado, las cuales -en su
mayoría- fueron aprobadas en desmedro de los trabajadores no solo portuarios,
sino del país”, enfatizó.
Al
norte del país, Alejandro Lilis, vocero de la Unión Portuaria del Norte destacó
la adhesión al paro del puerto de Antofagasta y recalcó que la movilización fue
casi automática "tras conocerse los resultados de la aprobación de la
Reforma, en especial el tema de la huelga pacífica, el reemplazo en huelga y
las llamadas adecuaciones necesarias que fueron finalmente aprobadas",
manifestó.
Cabe
mencionar que una de las indicaciones más polémicas, las "adecuaciones
necesarias" viene a reemplazar la fórmula de "reemplazo en
huelga", con otro nombre, sin embargo, cumple la misma función de permitir
que la huelga no paralice realmente y que los trabajadores sean reemplazados de
manera interna, mermando la fuerza de la movilización y protegiendo los
intereses empresariales.
Actualmente,
son la mayoría de los puertos pertenecientes a las regiones de I, II, III, V y
la VIII, las que se encuentran adheridas a esta paralización de carácter
indefinida.
Cocina
parlamentaria
La
Cámara Baja optó por no apoyar las "enmiendas relativas a la huelga
pacífica introducida por el Senado", informaron de manera oficial.
Rechazada por 65 votos en contra, 44 a favor y 1 abstención se dispone que “Los
derechos reconocidos por este Código (del Trabajo) deberán ser siempre
ejercidos de buena fe y en forma pacífica”.
Sobre
la negociación colectiva se rechazó la postura de desarrollo de "manera
pacífica entre las partes"; también la enmienda sobre negociación
"semirreglada", el derecho de información (que eliminaba la planilla
de remuneraciones pagadas a todos los trabajadores afiliados a la organización
requirente), y finalmente la eliminación propuesta por el Senado de los
artículos relativos a la negociación interempresa.
Lo
que existe hasta ahora de proyecto de ley se resolverá en la Comisión Mixta integrada
por los diputados Patricio Melero (UDI), Patricio Vallespín (DC), Nicolás
Monckeberg (RN), Osvaldo Andrade (PS) y Lautaro Carmona (PC).
Un
día después de la paralización nacional convocada por la Central Unitaria de
Trabajadores, los portuarios demuestran el descontento hacia el proyecto de ley
y la cocina que se viene desarrollando hace más de un año donde políticos
involucrados con casos de corrupción están decidiendo por toda una clase que ha
salido a manifestarse de manera masiva el día de ayer y hoy mantienen
paralizados los principales puertos del país. Serán los conceptos de
"huelga pacífica", la eliminación de la obligación de negociar con
los sindicatos interempresa, la "negociación semirreglada" y las
indicaciones en torno a derecho de información los que mantendrán ocupada a la
Comisión Mixta, como también a los organismos sindicales para responder ante
este panorama.
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Luis
Mesina, dirigente sindical: “Esta reforma no solo consolida el Plan Laboral de
la dictadura, es mucho peor”
Luis
Mesina tiene más de 30 años en la labor sindical, que le han dotado de una
experiencia que le permite detectar las formas que adquieren los ataques contra
la clase trabajadora. Desde los 90 viene impulsando una campaña inclaudicable
contra las AFP, la que hoy ha dado algunos frutos al romper la idea de que este
sistema no se podía modificar. Asimismo en diciembre de 2014, levantó la voz
frente a una reforma que según todos los trascendidos –aún no se daba a conocer
el proyecto del gobierno-, no avizoraba mejoras para el sector asalariado,
advirtiendo que por el contrario, este proyecto ponía en riesgo derechos
fundamentales aún no tocados por los empleadores. A poco más de un año, sus
temores fueron ratificados. Hoy estamos a punto de que sea aprobada una reforma
que pone en entredicho derechos fundamentales conquistados por los trabajadores
durante las primeras décadas del siglo pasado y contemplados en el primer
código laboral surgido el año 1931.
En
el marco de la discusión parlamentaria y las movilizaciones de la CUT,
conversamos con Luis Mesina para conocer su posición sobre esta Reforma
Laboral, surgida sin la participación de los trabajadores.
-Falta
poco para que sea aprobada la reforma laboral que viene con una serie de indicaciones
visadas por el empresariado. ¿Qué opinión le merece todo este ejercicio que
lleva más de una año en discusión, pero donde no se ven reflejados los
requerimientos de los trabajadores?
“No
se puede esperar un resultado positivo. En especial los sindicalistas no pueden
esperar que desde el Estado, desde sus instituciones –mayoritariamente al
servicio de los grandes grupos económicos, hemos visto lo que ha pasado con los
bancos, con las farmacias, con las AFP, con SQM, con toda la cadena de colusión
que existe en las empresas, y son ellos los que hoy día están legislando en el
Congreso–, salga un proyecto que favorezca a los trabajadores. Hay que dejar
esta suerte de confianza exagerada que han tenido algunos sindicatos y
sindicalistas en creer que el Estado va a resolver los problemas que son de la
naturaleza misma del capital. Aquí no se puede esperar una reforma que
“equipare la cancha”, como decía la presidenta, sino que lo que se puede
esperar es la consolidación de un plan laboral creado en la dictadura que va a
consolidar ciertos aspectos que favorecen el proceso de explotación que
realizan los empleadores. Nada más”.
-¿Cuáles
han sido los factores que posibilitaron el resultado de una reforma como esta?
“El
primero, ya lo dije, es el rol que juega la gran mayoría de los congresistas
actuales que son financiados por los empresarios. En consecuencia, estos
responden a esos intereses y no al de los trabajadores. La gran mayoría de los
empresarios chilenos son corruptos y han operado como un cartel, coludiéndose y
financiado de manera ilegítima a los partidos políticos y a los políticos. Han
corrompido la sociedad.
El
segundo factor es el rol que ha jugado la Central Unitaria de Trabajadores (CUT
con su grosera falta de independencia entró en un proceso abierto de
descomposición al convertirse en correa de transmisión del gobierno. Ya lo venía
haciendo desde el gobierno de Piñera, con esos acuerdos entre gallos y medianoche,
entre bambalinas con el ex presidente de la Confederación de la Producción y el
Comercio (CPC). Esa relación, ese maridaje espurio, entre la cúpula de la CUT y
el presidente de la CPC, ha sido uno de los gatillantes más importantes que
favoreció el escenario para que los empresarios vieran el terreno completamente
despejado con la clase política corrupta para consolidar un modelo de
desarrollo totalmente opuesto a los trabajadores. Porque si hubiesen visto al
frente una organización de los trabajadores conminando a organizarse, llamando
a paralización y declarando la huelga general frente a la transgresión de
los derechos fundamentales que vienen en esta reforma otro habría sido el
escenario. No habría habido tanta garantía para que empresarios con los
sectores más descompuestos de la casta política arremetieran contra los
trabajadores y hoy día es tarde, llaman a una paralización que no es más que un
“saludo a la bandera”. Por mucho que hoy intenten cambiar su discurso los
dirigentes máximos de la CUT, –entre los cuales está mayoritariamente el
Partido Comunista y el P.S.–, la historia les va a pasar la cuenta, no podrán
deslindar responsabilidad histórica frente a esta gran traición que han
cometido a toda la clase trabajadora chilena”.
–
Durante este período surgieron coordinaciones sindicales al margen de la CUT,
que buscaban contrarrestar y presentar la voz de los trabajadores en la
discusión de la Reforma Laboral y aun así no hubo resultado. ¿Por qué, si
existe un descrédito de la CUT frente a los trabajadores no surge una posición
más fuerte capaz de enfrentarse a estos avances del empresariado?
“Hay
muchas iniciativas y muy loables en ese sentido, está el CIUS, hay una
coordinación que se hizo en la Zona Sur, entiendo que abarca desde Rancagua a
Puerto Montt, está la Agrupación por una Mejor Reforma Laboral, todas ellas son
iniciativas que intentan dar cuenta de un descontento general de la sociedad
que se traduce un descontento con todas las instituciones del Estado. Estas son
diversas manifestaciones, con grados de avance diferentes y desiguales, pero
que intentan converger en una nueva alternativa. Hoy día la cosas están
confusas y el movimiento sindical ha sido incapaz de dotarse de una dirección
distinta. El ataque desmedido y sistemático de la clase patronal contra los
trabajadores ha hecho que sea mucho más difícil porque el sindicalismo ha
tenido que pasar a una fase mucho más defensiva. Dar pasos en la organización
no ha sido fácil y creo que hoy día estamos conminados a hacerlo. Es por eso
que han surgido estos grupos y creo que en el corto plazo se van a hacer
mayores esfuerzos por intentar avanzar hacia la unidad y despojarnos de esta
dirección burocrática que traiciona los intereses de los trabajadores y que
además, produce otro daño más grande, que es generar en la ciudadanía, en los
trabajadores, una antipatía, una animadversión al mundo sindical por parte del
ciudadano común y corriente, al ver tanta corrupción tanta inmoralidad. Ese es
el daño más grave. La CUT está haciendo pagar a todos los sindicatos del país
el precio de su falta de compromiso con los trabajadores, su colaboración
de clase con el empresariado. En especial del Partido Comunista, que ha
convertido la política de autonomía y de independencia del movimiento sindical
que sustentó Recabarren y Clotario, en una práctica de conciliación de clases,
en un escenario adverso, porque ni siquiera hemos tenido granjerías, muy por el
contrario, todo ha sido pérdida para el mundo del trabajo durante estos años”.
-Existe
otra organización y/o instancia de los trabajadores para defender sus derechos
que no sea el sindicato
“El
sindicato es el organismo natural donde los trabajadores se pueden cobijar para
hacer frente a la arremetida empresarial. No son los partidos políticos hoy
día, lo que no quiere decir que los trabajadores no necesitemos instrumentos
políticos para librar batallas mucho más de fondo, pero los organismos
naturales son los sindicatos, porque allí concurren personas con el mismo
interés que es defender el empleo, el salario, defender las condiciones de
trabajo, y en eso el sindicato no ha perdido ningún sentido desde que nació
hace más de 150 años, porque el capitalismo, a diferencia de lo que algunos
sostienen, ha incrementado con mayor rigor su hegemonía sobre el mundo del
trabajo, pero lo ha hecho sobre la base de arrancar derechos fundamentales,
convirtiendo a una parte importante de la población en fuerza de trabajo que
vive en condiciones inhumanas y por lo tanto el desafío de fortalecer los
sindicatos en mucho mayor”.
-¿Cómo
pasar en los sindicatos de las demandas básicas a demandas mayores que aquejan
a toda la población como las AFP, la Salud…?
“Depende
de varios factores, creo que hay elementos que concitan mayor adhesión de la
gente, como la lucha por una nuevo sistema previsional, ahí está el Coordinador
NO más AFP, la lucha por la Salud, etc., son temas que unifican. El
sindicalismo que intente dotarse de una nueva dirección tiene que tomar estos
temas como parte de su estrategia, porque es la única forma que los
trabajadores den el salto, no sólo de organización, sino que en voluntad y
disposición a luchar. Mientras los trabajadores no luchen nada nos será
regalado por parte del Estado.
Próximamente
nos van a llamar a votar por los mismos de siempre, entonces se consolida una
estructura política que perpetúa en el poder a los mismos que se han ensañado
en legislar en contra de los intereses de la gran mayoría de la ciudadanía y lo
hacen sirviendo los intereses espurios que le han financiado sus campañas
políticas de manera grosera, el caso de Longueira, Orpis, Fulvio Rossi y tantos
otros, entonces la única forma de que este descontento general que existe en la
población chilena se convierta en acción concreta es justamente que los
trabajadores y sus sindicatos logren levantar una plataforma que considere
estos puntos que son de unidad y que la gente definitivamente rompa con este
llamado que hacen los políticos engañando con el voto”.
-¿Por
qué cree que el chileno, que cada día ve nuevos casos de corrupción y de
expropiación de derechos no se moviliza?
“Creo
que cada vez hay más conciencia de los trabajadores y la ciudadanía que este es
un sistema inmoral y que los partidos políticos tradicionales usufructúan y
engañan permanentemente, y lo que está faltando es que esa bronca acumulada se
convierta en acción concreta. Ahora, el punto que gatille eso es relativo, ya
los estudiantes lo demostraron el 2011, saliendo a las calles masivamente. Este
año también el 8 de marzo hubo una marcha multitudinaria donde se reivindicaban
todos los puntos que la gente necesita y esa marcha tenía representación de
distintos colectivos políticos donde no estaba presente ninguna de las
instituciones que están presente hoy en el Congreso, y esa es una expresión
concreta. Falta un poco más, pero dadas las condiciones, la gente se va a
decidir a apoyar y a defender sus derechos”.
-Volviendo
a la Reforma Laboral, una vez aprobada esta reforma ¿qué va a pasar con los
trabajadores?
“Quedamos
en una mayor indefensión producto que se le entrega una herramienta
tremendamente potente al empresariado que son los “pactos de adaptabilidad”,
que en el marco de una negociación por empresa -porque los “pactos de
adaptabilidad” solamente se entenderían cuando hay negociación ramal, cuando
hay sindicatos potentes-, lo más probable es que el empresariado en varias
áreas intente aplastar derechos esenciales, como las jornadas de trabajo por
ejemplo, convertir la jornada de trabajo en pool (acumulación) de
horas de trabajo que las van a distribuir indiscriminadamente pasando por
encima de los descanso y de los derechos fundamentales y esenciales de las
personas, los que fueron conquistado hace mucho tiempo. La “criminalización de
la huelga” que volvió a reinstalarse por parte de algunos senadores de la DC,
es la expresión más concreta de que se quiere arrinconar a los sindicatos a un
sindicalismo prácticamente decorativo, de acompañamiento de las políticas del
empresariado. Los trabajadores van a sentir el peso de esto en las próximas
negociaciones colectivas, cuando los empresarios pretendan arrancar derechos
esenciales que ya se habían ganado hace muchos años y eso es preocupante, eso
va a demandar por parte del sindicalismo consecuente un mayor protagonismo para
revertir esto, sobre la base de la movilización. No hay ninguna posibilidad de
revertir esto si no es sobre la base de la unidad y la movilización de los
trabajadores”.
-Crees
posible que haya unidad entre los sectores que están por fuera de la CUT y los
que están dentro disconformes.
“Creo
que la unidad va a llegar como consecuencia de que va a ser imposible
defenderse individualmente, además, el intento de la burocracia sindical por
tratar de justificar sus conductas ya no tiene crédito en la gente.
Dentro
de la propia CUT los sindicatos ya no le creen a la dirección, y menos le van a
seguir creyendo cuando conozcan en carne propia la aplicación de este modelo de
Reforma Laboral que esta Central defendió a muerte antes, durante y después, y
recién ahora, que está prácticamente aprobada vienen a hacer gala de una
supuesta molestia, pero en definitiva ellos aprobaron desde un comienzo el
proyecto que contenía los “servicio mínimos”, los “pactos de adaptabilidad”, la
“huelga pacífica”. Esta es una política concebida por la presidencia de
la CUT con los ministros del trabajo y con los máximos empresarios de este
país. La historia tendrá que pasarles la cuenta a este tipo de personajes que
han hecho un daño irreparable al movimiento obrero. Lo han hecho retroceder, no
solo a los momentos de la dictadura de Pinochet, sino que hay derechos fundamentales
que arrancan por los años 20, es decir, nos hacer volver a la etapa de
Recabarren, como la jornada laboral, que se consiguió en los años 20
producto de la lucha de trabajadores liderados por Luis Emilio Recabarren
cuando lograron diversas leyes protectoras, y esta dirigenta, que
paradojalmente también es del Partido Comunista, la ha puesto en interdicción.
No es solamente que consolide el Plan Laboral de la dictadura, es mucho peor”.
Fuentes:
El Desconcierto, Radio Popular Enrique
Torres
¡NINGÚN ACUERDO O REFORMA A ESPALDAS
DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa -Equipo Sindical
Marzo 27 de 2016
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