Gobierno
chileno insiste en proyecto que obstaculizará el uso de Creative Commons
El
proyecto busca que los directores y guionistas cuenten con un derecho
irrenunciable e intransferible de percibir una remuneración por la utilización
de este tipo de obras y establece que el cobro de la esta remuneración será
realizada de forma obligatoria por una entidad de gestión colectiva
Por Pablo Viollier
En Derechos
Digitales –public. 21/7/16
Existen múltiples
razones por las cuales las personas crean, publican, producen e innovan. Una de
ellas, sin duda, es para realizar una explotación comercial de sus obras, pero
no es bajo ninguna circunstancia la única. Pensemos, por ejemplo, en una
Universidad que estrena un curso online masivo y abierto o un grupo de
estudiantes que cuelga un video en Youtube llamando a asistir a la próxima
marcha por la educación. El objetivo de este tipo de creaciones no es el ser
explotadas comercialmente, sino que sean conocidas y utilizadas por la mayor
cantidad de personas posible.
Las
licencias Creative Commons buscan constatar esta realidad, como no todas las
obras son creadas por sus autores con las mismas motivaciones y para los mismo
fines, no tiene sentido que todas sean protegidas como si fuesen obras de
carácter comercial. Muchos artistas, como por ejemplo Malaimagen, buscan que sus obras se
difundan lo más posible y renuncian a ciertos derechos exclusivos para que
quienes necesiten utilizarlas, bajo ciertas condiciones, no deban contar con su
autorización expresa, haciendo más expedita la circulación de conocimiento,
cultura y contenido.
Lamentablemente,
el Gobierno chileno ha impulsado un proyecto
de ley que obstaculizará
gravemente la utilización de licencias Creative Commons para obras audiovisuales.
El proyecto busca que los directores y guionistas cuenten con un derecho
irrenunciable e intransferible de percibir una remuneración por la utilización
de este tipo de obras y establece que el cobro de la esta remuneración será
realizada de forma obligatoria por una entidad de gestión colectiva.
El
proyecto busca legítimamente proteger los intereses de los guionistas y
directores, quienes suelen verse perjudicados en las negociaciones que llevan a
cabo con los productores, y les permite recibir una remuneración cuando, por
ejemplo, una teleserie se vuelve a transmitir años después de su difusión
inicial. Sin embargo, como mencionábamos anteriormente, no todas las obras
audiovisuales son teleseries; esta ley afectará a todas las obras audiovisuales
por igual, sin distinción.
Como
el derecho de recibir un pago por la utilización de la obra pasa a ser
irrenunciable, eso quiere decir que los directores y guionistas que participen
de la producción de obras audiovisuales de carácter cultural, educativo o de
rescate patrimonial no podrán renunciar voluntariamente a su derecho. El efecto
será que las obras, que por la misma voluntad de sus creadores no tiene
carácter comercial, no podrán ser liberadas. Por otro lado, aunque los
directores y guionistas decidan voluntariamente no cobrar por su utilización,
como el proyecto establece una sociedad de gestión colectiva obligatoria, esta
sociedad cobrará por la utilización de la obra, incluso en contra de la
voluntad de sus creadores.
En
otras palabras, con la legítima intención de favorecer la situación patrimonial
de los guionistas y directores que participan en la producción de cierto tipo
de obra, se afecta todo el ecosistema de creación cultural. Esto es
particularmente grave, ya que es totalmente plausible crear una regulación que
por un lado proteja los intereses comerciales de guionistas y directores, y por
otro permitir a otro tipo de creaciones poder ser liberadas a través de
licencias abiertas.
El
día 18 de julio, el Gobierno chileno introdujo una indicación al proyecto de ley
actualmente en trámite y si bien se mejora la redacción respecto de la labor de
las sociedades de gestión colectiva, no modifica sustantivamente lo relativo a
la irrenunciabilidad del derecho patrimonial. Por lo tanto, esta iniciativa legal
sigue amenazando el licenciamiento abierto de obras audiovisuales, afectando el
derecho de la población al acceso a la cultura y el derecho de los creadores de
hacer accesibles sus obras al público.
Cada
día más artistas deciden utilizar la licencia Creative Commons para publicar sus obras.
Es responsabilidad de los gobiernos promover la utilización de este tipo de
herramientas y no entorpecerlas. Ante este preocupante panorama, hacemos un
llamado a los senadores miembros de la Comisión de Educación del Senado a que
introduzcan las modificaciones necesarias que permitan que este proyecto de ley
conjugue de forma balanceada todos los intereses en juego y que de esta forma
no se afecte innecesariamente la capacidad de los creadores de licenciar sus
obras en licencias abiertas.
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