“ARGENTINA: A 40 AÑOS DE LA CAÍDA DE SANTUCHO”
Por Federico Cormick
A
construir el poder revolucionario
Hace 40 años, el 19 de julio de 1976, cayó
combatiendo contra la dictadura militar Mario Roberto Santucho. El principal
dirigente del PRT-ERP es la figura más destacada de una valiosa generación de
compañeros y compañeras cuya práctica y concepción política marcaron la huella
de la revolución en Argentina. Su legado está hoy presente en las nuevas
camadas de militantes que alzan las banderas de la revolución.
Los años 70 fueron el momento más avanzado en la
lucha de clases en nuestro país. La experiencia del PRT y de su principal
dirigente, el Negro Santucho, encarnan el punto más alto en las definiciones
políticas y en la praxis revolucionaria para la conquista de una sociedad sin
explotación y opresión.
Conocedores profundos de la realidad de nuestro
pueblo, formados en el pensamiento crítico del marxismo, hijos directos de la
Revolución Cubana y el ejemplo del Che, los militantes del PRT forjaron una
propuesta política que sintetizaba lo más destacado de la izquierda
revolucionaria de su tiempo, y que resumían en su lema: “Por la revolución
obrera, latinoamericana y socialista”.
El Roby expresa de forma transparente esa
trayectoria. Santiagueño de origen, conoció al pueblo humilde desde sus
entrañas al que le hablo en español y también en quichua; estudiando en Tucumán
se fundió con peones y obreros azucareros, con quienes desarrolló su militancia
en la FOTIA; y aprendió también el lenguaje de las grandes fábricas junto a los
obreros que habían protagonizado el Cordobazo y el Viborazo. Pero cuando se
propuso vencer o morir por la Argentina, no lo hizo desde una mirada
chouvinista, populista, a la que combatió con todas sus fuerzas, sino desde un
compromiso profundo con el socialismo, con el proyecto internacional de la
clase obrera, cuyo capítulo argentino debía partir de las aspiraciones
profundas de nuestro propio pueblo.
El de Santucho y el PRT era un socialismo que no era
ni calco ni copia de la experiencia europea, como dijera Mariátegui. En eso la
generación de Santucho y de la nueva izquierda vino a romper con la izquierda
tradicional del PC y el PS, que además estaba completamente sumida en el
quietismo y la adaptación reformista al sistema.
Se trataba, por el contrario, de impulsar la
creación heroica del socialismo en América Latina iniciado valientemente por el
pueblo cubano en 1959, en su lucha contra la dictadura y la injerencia yanqui,
que se había desarrollado ininterrumpidamente hasta el socialismo, declarado en
1961 luego de echar a los yanquis en Playa Girón.
Ese año el Roby tuvo la posibilidad de pisar suelo
cubano, y conocer de primera mano el primer territorio libre de América. No
abandonaría nunca el reconocimiento del carácter latinoamericano de nuestra
revolución socialista. En 1961 participó de la formación del FRIP (Frente
Revolucionario Indoamericano Popular), núcleo que daría lugar al nacimiento del
PRT en 1965 tras la fusión con Palabra Obrera. Y años más tarde se encontraba
impulsando la JCR (Junta de Coordinación Revolucionaria) formada por el PRT, el
MIR de Chile, los Tupamaros de Uruguay y el ELN de Bolivia en 1974.
Con esa perspectiva Santucho y el PRT recuperaron
las tradiciones de emancipación de nuestro pueblo, incluyendo las luchas
anticoloniales y por la independencia, incorporando la cuestión nacional como
parte del bagaje de los revolucionarios en su combate por el socialismo.
Esa izquierda integrada con las tradiciones
nacionales y latinoamericanas, pero enfrentada con la perspectiva populista;
comprometida con el marxismo pero reñida con el reformismo de la izquierda
tradicional; encontró en la referencia del Che Guevara la síntesis de la
práctica combatiente y de una propuesta socialista, humanista y
latinoamericana.
El desarrollo del guevarismo en Argentina por el PRT
permitió dar pasos importantes en la estrategia revolucionaria.
La centralidad de la clase obrera como actor
revolucionario llevó a una amplia inserción e influencia del partido de
Santucho en el movimiento obrero. Integró a dirigentes provenientes del
clasismo del Sitrac Sitram como Goyo Flores. Impulsó herramientas amplias como
el Movimiento Sindical de Base (MSB) nutrido por miles de activistas obreros. Y
participó en la dirección de experiencias de gran importancia, como la Mesa de
Gremios en Lucha, Villa Constitución, o las Coordinadoras del 75.
El entendimiento de que la clase obrera debía
encabezar una alianza social junto a otros sectores oprimidos para desarrollar
una fuerza social capaz de quebrar el espinazo de los sectores de poder dio
lugar al Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS), como herramienta
estratégica integrada por diversas organizaciones marxistas y peronistas
revolucionarias.
Entre las importantes virtudes de Santucho hay que
apuntar su perseverante vocación de poder, poniendo todo para alcanzarlo,
asumiendo todas las formas de lucha que estén al alcance. Sólo así puede
entenderse que el PRT, fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP),
la mayor guerrilla marxista de este país, fuera, a su vez, la organización que
con más insistencia apostó a construir una propuesta electoral que disputara la
conciencia popular frente a Perón en 1973, con la fórmula Tosco-Jaime.
Lamentablemente esta corriente política que expresó
lo más avanzado de la práctica y el pensamiento revolucionario en nuestro país,
no tuvo un hilo de continuidad. Sus más destacados militantes cayeron en la
lucha contra la dictadura genocida.
Se trata de una corriente fundamental para construir
una perspectiva de cambio, y que es preciso recuperar, no desde la nostalgia o
la devoción acrítica, sino valorando sus aportes a la revolución socialista en
Argentina.
En ese sentido, debemos destacar que hoy son muchos
los compañeros y compañeras de las nuevas generaciones de militantes que
retoman esta experiencia fundamental como aporte a la reconstrucción de una
perspectiva revolucionaria en nuestro país.
En ese camino, la tarea pendiente es lograr
cristalizar esa perspectiva en una organización política de carácter nacional,
que recupere para el día de hoy los aportes de la izquierda revolucionaria que
expresó el PRT, para desarrollar una intervención acorde a las tareas de la
etapa.
Tal vez por primera vez en mucho tiempo las
condiciones para dar pasos importantes en ese sentido estén a la orden del día.
Avanzar por ese camino, forjando una organización nacional que levante las
banderas de Santucho y del Che será sin dudas nuestro mejor homenaje al Roby y
los compañeros y compañeras del PRT.
¡Decididos
a vencer! ¡Hasta la victoria, siempre!
difusion@izquierda-revolucionaria.org
Enlace relacionado: www.elortiba.org/prt.html
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