Este
domingo 24, diversas organizaciones sociales y políticas salieron a las calles de
Chile exigiendo a las autoridades y a la casta política civil el fin del actual
sistema previsional. Tal medida de presión es el primer paso en un camino que
nos debe conducir a l@s trabajador@s a un Paro Nacional indefinido con vistas a
recuperar todos los derechos que nos han robado en ya largos 43 años
Las AFP; es decir, las empresas del capital
financiero que negocian con el ahorro previsional forzoso de 8
millones de trabajadores/as chilenos/as, aumentaron sus ganancias en nada
menos que un 71,4%
entre enero y septiembre de 2015 y si se tiene en cuenta que la
rentabilidad anual promedio de los últimos 20 años de estas empresas ha sido de
un 26%, nos debiera quedar muy claro el elevadísimo nivel de ganancias que
obtienen los agiotistas dueños de ellas -en su mayoría empresas estadounidenses
y ricachones nacionales ligados al capital transnacional–, como que sólo en 2015
llegaron a los ¡$1.558 millones diarios!
Se
trata nada menos que de $ 568,6 mil
millones, para 2015, sólo por concepto de utilidades para las empresas
aseguradoras. Y eso que estamos en una “tremenda crisis económica”.
Pero
no sólo las administradoras ganan con este delictual sistema. En la actualidad,
las AFP invierten más de 31 mil millones de dólares en 10 bancos que operan en
Chile. De esta forma, los trabajadores chilenos, a través de sus cotizaciones,
terminan financiando a los bancos de los grupos Luksic, Matte, Yarur, Saieh o a
grupos multinacionales.
Paradójicamente,
esos mismos trabajadores, cuando piden un crédito de consumo a estos bancos,
deben pagar tasas de interés anuales que pueden superar el 20%, 30% e incluso
el 40%.
Con las AFP sólo
pierden l@s Trabajador@s
En
un violento contraste con lo anterior, si observamos el informe de la propia
Superintendencia de Pensiones, a
octubre pasado, constataremos que los 5 fondos de pensiones existentes
obtuvieron una rentabilidad anualizada que va desde el 1,84%, el tipo E, al
7,27%, el A. De ello se extrae que, en el último año y en promedio, los/as trabajadores/as de Chile sólo vieron
incrementadas sus mediocres pensiones en un miserable 4,6%.
Actualmente
en Chile, donde el capital monopólico-financiero es amo y señor, existen sólo
seis Administradoras de Fondos de Pensiones –AFP: Cuprum, Provida y Hábitat, de
capitales pertenecientes a empresas estadounidenses; Capital, de propiedad
colombiana; Planvital, brasileña; y la más pequeña y reciente, AFP Modelo, de
propiedad del empresario chileno Andrés Navarro. Todas ellas agrupadas en la poderosa
Asociación de AFP.
Actualmente,
el sistema privado que esquilma los ahorros previsionales de los/as chilenos/as
paga un poco más de un millón de pensiones y en promedio (incluyendo todos los
subsidios del Estado) éstas
no superan los $200.000. En el caso de las pensiones de vejez, bajo la
modalidad de retiro programado, vale decir, las que pagan directamente las AFP,
el 90% son menores a $144.000, lo que
equivale al 64% del exiguo salario mínimo chileno.
¿Cómo hemos llegado
a aguantar tanto?
Ésta
es la realidad de los/as que se jubilan en Chile. Una verdadera crisis social y
un mentís a la supuestamente beneficiosa “economía social de mercado” con que
la nos embolan la perdiz los ricos, la derecha y el gobierno de los
mantenedores del sistema que son los de la Nueva Mayoría (NM).
Lamentablemente,
este panorama se proyecta aún más oscuro para los próximos años. Las mujeres
afiliadas a las AFP que hoy tienen 59 años acumulan en promedio $13,3 millones
en su cuenta individual, lo que a la
fecha (a 1 año de jubilar) alcanza para una pensión autofinanciada de $66.500 y
en el caso de los hombres afiliados a 1 año de jubilar (64 años), acumulan
$23,9 millones, que alcanzaría para una pensión de $119.500. Los dueños de
las AFP, por supuesto, no encuentran mejor argumento que responsabilizar a los
propios trabajadores por este desastre. Ya sea porque cotizan poco y a edades
tardías, porque ha aumentado la esperanza de vida y deberían jubilarse más
tarde, o porque sus salarios son muy bajos.
No
obstante, varios de estos aspectos son ciertos. Y en mala hora. El 70% de los
trabajadores chilenos recibe un ingreso líquido menor a $400.000, los empleos
son inestables y precarios y eso conlleva lagunas previsionales y los hombres y
mujeres ahora viven más años.
Con
todo, hay algo trascendental que los enemigos del pueblo trabajador nos
ocultan. A pesar de los miserables salarios que existen en Chile y a pesar de
las lagunas previsionales, el sistema
privado recauda al año en cotizaciones de los trabajadores y aportes del Estado
$6,57 billones y paga en pensiones $2,5 billones. O sea, existe un excedente
(que siempre ha existido y existirá) que hoy llega a $4 billones y que
permitiría aumentar en un 150% las pensiones actuales.
Ha
transcurrido nueve meses desde que la Comisión Pensiones, encargada por éste
gobierno de las sempiternas ‘comisiones’, entregara su informe con el
diagnóstico y conclusiones del actual “sistema de pensiones”, implementado hace
ya más de tres décadas en nuestro país. La Comisión de marras se hizo partícipe
de la interesada miopía de los distintos gobiernos de la democracia de baja
intensidad de los últimos 25 años, los que no han sido capaces de confirmar la
enorme precariedad en los montos de las pensiones que hoy entrega el sistema
–que, en general, no
superan los $185 mil mensuales (al 31 de agosto de 2015)-.
En
otro si respecto de la mentada comisión, resulta pertinente recordar que esta
nunca tuvo por objetivo presentar alternativas transformadoras, ya que sus
integrantes siempre tuvieron una evidente inclinación hacia las AFP y el modelo
de capitalización individual. Por lo demás, estos fueron designados con el fin
de dar cumplimento al programa de gobierno de la NM, el cual en ningún momento
contempló la posibilidad de poner fin a las AFP. Por el contrario, las promesas
de campaña de Bachelet y Cía. Estaban orientadas al fortalecimiento de los
pilares y legitimidad del sistema. Por lo tanto, una vez más el “gobierno de
las comisiones” nos ha pasado un gol por secretaría, haciéndonos creer que la
Bravo concluiría en favor de los trabajadores y la ciudadanía, todo esto
mientras las AFP registraban utilidades del orden de $ 339 mil millones en
2014, $ 240 mil millones durante el primer semestre de 2015 y, como se sabe
ahora, de $ 486 mil millones en el último año (casi US$ 690 millones).
Además,
y como si fuera poco, dos de ellas (Cuprum y Provida) se dieron el lujo de
eludir/evadir el pago de impuestos por US$ 420 millones como resultado de la
creación de AFP ideológicamente falsas, autorizadas por la Superintendencia de
Pensiones y ratificadas por la Superintendencia de Valores y Seguros y el
Servicio de Impuestos Internos.
Como
podemos ver, la afirmación de que “todo está al revés”, aún sigue en pie. Pero,
como siempre, será tarea del movimiento popular y de la clase trabajadora poner
“todo al derecho”.
En
un inmenso, coordinado y ascendente movimiento nacional, l@s explotad@s debemos
luchar contra las AFP -ni privadas ni estatal-, la reforma laboral chanta de la NM, la precariedad
laboral y proponernos como una meta para el mediano plazo la realización de un
Paro Nacional Indefinido, Productivo y Popular. Para ello hay fuerzas y ganas
más que suficientes; sólo debemos avanzar por la senda de la unidad en la
acción y dejar de lado el sectarismo, los personalismos y los protagonismos
inconducentes.
¡Ningún Acuerdo o Reforma a Espaldas
de los Pueblos y l@s Trabajador@s!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD -Equipo Sindical
Julio 28 de 2016
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