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domingo, 31 de julio de 2016

FELIPE DURAN: 10 MESES PRESO POR MOSTRAR LA VERDAD EN EL WALLMAPU


“Felipe Durán, fotógrafo de Wallmapu: ‘Estoy preso porque mi trabajo confronta los intereses de latifundistas y transnacionales’”

Diez meses lleva en la cárcel el reportero gráfico Felipe Durán Ibañez, cuyo trabajo ha recorrido el planeta denunciando los abusos de la policia chilena contra el pueblo mapuche. A pocas horas del Juicio Oral que definirá su futuro, compartió con El Desconcierto su insólita experiencia como preso político sin haber recibido aún el juicio

En El Desconcierto –public. 28/7/16

Son las 9.20 de la mañana, y al interior del gimnasio de la Cárcel de Temuco, de los mil trescientos presos, solo cincuenta se aproximan a la cancha y desencajan las sillas plásticas para recibir a sus familiares. Durante esta jornada, el fotógrafo Felipe Durán es el encargado de la “cutufa”, es decir, que el hervidor se mantenga funcionando para que corran los termos con agua caliente. Abunda el mate y los cigarrillos. El frío es paralizante. “Desde que se quemó la cárcel de San Miguel no dejan tener estufas ni calefactores”, explica Durán.

Lleva diez meses en una pieza de 16 metros de largo por 6 de ancho, junto a otros sesenta y cinco presos. Hay solo un baño para todos: un orificio que a la vez sirve como ducha. Las literas son de a cuatro camas hacia arriba. Les dan la luz a las siete, a las nueve pasan la cuenta en el patio, luego viene la “choca” que consiste en tres panes con nada. Cada uno se debe gestionar el mate. A las doce les entregan el “rancho”, que se resume en un plato de comida del cual casi nadie come. “Es una cuestión indigna, un montón de fideos apelmazados con un pedazo de mortadela encima”, agrega. Solo tienen una hora al día para ocupar la cancha. El resto del tiempo deben estar encerrados en el Módulo 1.

Desde su ingreso, se unió al grupo de los diez peñi imputados por el Caso Luchsinger McKay, con quienes ha logrado ganar ciertas condiciones más dignas para los presos comunes como por ejemplo tener la visita de una machi dos veces por semana. “Estamos con el espíritu firme y muy agradecidos por el apoyo de las comunidades mapuche, colegas reporteros gráficos, medios alternativos, abogados, estudiantes, nuestras familias. Muchos se han preocupado de apoyar a mi madre, de hacer campañas por internet, de hacer marchas en Temuco y Santiago”, dice y luego saluda a un estudiante de la Universidad Católica de Temuco que ha llegado con piñones cocidos para compartir.

¿Cómo aprovechan el tiempo acá?
Lo que más se hace es conversar y agarrarnos pal hueveo entre todos. Por eso lo primero que hice al llegar fue correr la voz para que las visitas nos trajeran libros. Hoy tenemos armado un mueble grande donde funciona la primera biblioteca popular de la cárcel.

¿Qué tipo de libros maneja la biblioteca?
Juntamos unos 400 libros. Hay muchos silabarios y de gramática. Otros de historia, cuentos, poesía, literatura política.

¿Qué libro te ha marcado durante estos meses de cárcel?
Me leí entera una biografía de Nelson Mandela que tiene 900 páginas. ¡Para darme ánimo! (se ríe). Ahora estoy leyendo “La montaña es algo más que una inmensa estepa verde”, de Omar Cabezas sobre la revolución sandinista.

Los antecedentes del juicio

Hace 310 días Felipe se encontraba durmiendo en su casa ubicada en Chomío, sector rural de la comuna de Padre Las Casas. En la sala principal estaba también su amigo Cristian Levinao, quien lo había visitado para pedir alojamiento debido a su condición de “clandestino”. A las 8.15 de la mañana, un grupo de 150 funcionarios armados de Carabineros ingresa de golpe al inmueble y se los lleva a ambos detenidos. Una hora y media después, la Jueza del Tribunal, Caroline Guzmán, recibe una llamada de parte de un funcionario del GOPE para darle a conocer que habían encontrado armamento de guerra, granadas, municiones, cartuchos de dinamita, material para fabricar explosivos, propaganda anarquista, plantas y paquetes con marihuana en la casa del fotógrafo. Tras una extensa audiencia, la Fiscalía de Temuco imputó a ambos por infracción a la Ley de Control de Armas y Explosivos.

Tras el operativo, tanto el Ministro como el Subsecretario de Interior emitieron declaraciones celebrando la captura de Levinao. Desde muy temprana edad, este joven había participado activamente en el proceso de recuperación de tierras que lleva a cabo su comunidad Lof Chequenco en Ercilla. Felipe Durán lo conoció mientras reporteaba estos sucesos para las Agencias EFE, UPI y el diario La Tercera. “Durante años que hago fotografía sobre lo que pasa en la zona. La gente ha visto el trabajo y me han agarrado confianza. Esto me ha llevado a tener buena amistad con algunos peñi”, explica Felipe.

En 2012 la Forestal Mininco acusó a Cristian Levinao de robar 300 metros cúbicos de madera en un solo día, lo que equivale a decir que tiene una fuerza superior a la de cuatro máquinas retroexcavadoras. Por este hecho la Fiscalía lo condenó a diez años de cárcel. Tras hacer una huelga de hambre junto a otros tres jóvenes, obtiene el “beneficio” de ser trasladado al Centro de Estudio y Trabajo de Gendarmería en Angol, lugar desde donde se fuga el 15 de julio de 2015. Luego, y en calidad de clandestino, publica un video en Internet. Y en ese contexto Felipe Durán decide ayudarlo.

Pero otro antecedente relevante para la investigación ocurre durante el paro de camioneros de agosto de 2015, evento al cual Felipe fue a reportear para la Agencia EFE. “Estábamos en la salida sur de Temuco, cuando un grupo de camioneros se acerca con violencia, me empiezan a empujar y a decir que me tienen identificado. Logré arrancar de eso. Pero unos días después un amigo me muestra un sitio web donde un grupo llamado los Húsares Antimarxistas me amenaza directamente, publicando fotos mías”, aclara Durán. Este comunicado aún se mantienen en la red en el sitio elaraucano.wordpress.com, en la publicación del 24 de agosto 2015. Luego en los comunicados del 22 y 24 de septiembre reconocen ser los gestores del operativo de Carabineros para detener a ambos jóvenes.

¿Por qué no los denunciaste al recibir esas amenazas previas?
Ese fue mi error. Dejé pasar las amenazas y no le di importancia a las publicaciones. Luego supe que en octubre del 2015 también amenazaron por teléfono a la Consejera CONADI, Ana María Llao. Un helicóptero de Carabineros se posó sobre su casa para amedrentarla y en seguida la llamaron al celular. La lamien puso un recurso de protección ante Tribunales y se supone que ahora existe una investigación en curso para identificar a este grupo.

¿Qué más saben acerca de ellos? ¿Dónde estarían operando?
En sus propios comunicados reconocen ser militares y policías retirados con ciertos niveles de influencia sobre Carabineros. Al parecer tienen contacto con el alto mando y están alineados con los latifundistas. Se han dedicado por años a entregar información malintencionada, hacen asociaciones con pistas falsas e inventan montajes para amedrentar a los dirigentes sociales. Aunque en realidad es difícil rastrearlos porque, como dicen nuestros abogados, la única evidencia pública es que son un par de viejos que escriben en un blog.

El próximo 2 de agosto es el Juicio Oral contra ti y Cristian Levinao, ¿cuál es el mejor argumento que tienen ustedes a favor?
Las acusaciones por las cuales allanan mi casa y nos encarcelan se les han ido cayendo una tras otra. Al comienzo decían que nos tomaron por ser los culpables del bombazo al Círculo de Gendarmería, eso quedó demostrado que era falso. Ahora lo que nos acusan es por tenencia ilegal de armas y municiones. Las investigaciones periciales han arrojado que ni los armamentos ni las municiones tienen rastros de huellas digitales ni ADN nuestro. Otra cosa que evidencia el montaje es que a nosotros nos sacan de la casa a las ocho de la mañana, y recién cerca de las diez los Carabineros llaman a la jueza para avisar que encontraron armas. Y mi casa es una mediagua, en diez minutos ya no te queda más que revisar.

¿Y dónde entra la fuga de Cristián Levinao?
Eso no entra en ninguna parte, porque el peñi ejerció su derecho a la fuga. Toda persona tiene el derecho a su libertad, porque es imposible entender que un preso está privado de libertad por voluntad propia; y es la institución que juzga, la que está obligada a mantener la custodia del preso. La necesidad de libertad es por naturaleza.

“Quiero estar junto al río y quedarme ahí en silencio”

¿Te consideras víctima de un montaje policial?
Yo no me considero víctima. Esto es parte del proceso no más y punto. Es evidente que estoy preso porque mi trabajo confronta los intereses de los latifundistas y las transnacionales. Yo nunca me he escondido. Sí me andaban persiguiendo para extorsionarme, me encontraron rápido porque tengo un arriendo a mi nombre, doy mi nombre y mis datos en cada tramite que realizo, porque no tengo nada que esconder. Desde que me vine a trabajar al Wallmapu he dicho que mi cámara fotográfica está al servicio de los peñi, no solo al momento de los allanamientos, sino también cuando llevan a cabo la recuperación de tierras. Es un derecho fundamental que todos debiésemos estar orgullosos de defender. Un mapuche nunca actúa oculto, siempre da la cara y va de frente. Eso te lo puede asegurar cualquier persona de la región.

Has convivido con los imputados por el caso Luchsinger-Mackay, ¿qué has podido hablar con ellos acerca de su proceso judicial tan enredado y confuso?
Actualmente hay doce personas de tres comunidades diferentes que han sido acusadas de un mismo crimen. Está demostrado que el joven Peralino tiene ciertas deficiencias psicológicas, y es el único testigo que usa la Fiscalía para acusarlos. Peralino reconoció que fue extorsionado sistemáticamente por Carabineros. Está grabado y demostrado que recibió tortura y dinero de parte de los policías a cambio de dar un falso testimonio. Además si revisas quienes son los imputados, son todos líderes de comunidades mapuche -entre los cuales hay autoridades ancestrales-, que se encuentran en proceso de recuperación territorial. Ellos están presos por que hacen algo que le incomoda a los ricos.

¿Cómo es la relación entre los presos políticos mapuche y los presos comunes?
Los presos políticos han traído un poco más de conocimiento acerca del ejercicio de los derechos humanos en la cárcel. Enseñan a los demás para que no se dejen tratar mal por los gendarmes. Es el caso de un colombiano que llegó hace poco. ¡Imagínate el trato discriminatorio que recibía! El apoyo de los peñi a fomentar el buen trato entre la gente ha ayudado mucho.

Al momento en que Felipe menciona esto, se acerca un hombre mayor con su silla de plástico en la mano. Felipe le sirve un mate, lo mira de frente y dice: “¡Oiga, cuéntele al periodista cómo ha sido la relación con los peñi!”. El aludido, que se presenta como Celín Salazar, levanta las cejas, toma mate y se lanza: “Para mí como preso común ha sido chocante conocerlos. Porque la tele dice que son terroristas. Uno los conoce un poco y se da cuenta que son gente solidaria, gente respetuosa. La prensa no tiene ningún derecho a decir que esta gente es terrorista.” Felipe se para repentinamente de su silla. Pide disculpas, toma una bolsa y se va hacia la puerta de ingreso de las visitas. Celín me mira y remata: “Incluso yo votaría por uno de ellos si se presentara a candidato”.

Al volver, nuestro entrevistado explica que acaba de entregarle una bolsa con ropa a la machi que vino a ver a los peñi. Al igual que en su propia formalización y en los procedimientos judiciales que han vivido los presos por el Caso Luchsinger-McKay, una semana antes del juicio le pasan la vestimenta a la machi para que “haga su trabajo con ellas”, explica.

Felipe, ¿qué llamado haces a tus colegas de la prensa, a los reporteros gráficos y periodistas que se dedican a cubrir estos temas?
Me da pena ver a los comunicadores sociales trabajar a la cola de los pacos. Incluso hay algunos colegas que miran feo cuando uno se pone de frente y no atrás de los policías. Les digo de corazón que tienen una herramienta tan poderosa en sus manos. Aprovéchenla para contar la verdad. Acérquense a la gente que está en las cárceles. Somos unos cuarenta presos políticos desde Valdivia a Concepción. Vayan a conocer la realidad de las zonas rurales del territorio, hablen largo y tendido con la gente para que vean el lado humano de un conflicto social donde la prensa y los políticos tratan a gente trabajadora como delincuentes. Reconozcamos que existe un pueblo que se ha organizado para reconstruir su territorio ancestral, su cosmovisión, su lengua, haciendo talleres masivos, ceremonias masivas, cuidando el medioambiente, recuperando conocimiento muy importante que es abierto para todos.

¿Qué harás cuando estés libre?

Quiero estar junto al río y quedarme ahí tranquilo en silencio. Luego ir a visitar a la gente que me ha apoyado en este proceso, y en eso puedo estar mucho tiempo (sonríe).

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