43191D

miércoles, 13 de julio de 2016

A LOS TRABAJADORES SOLO NOS QUEDA LUCHAR CONTRA LA REFORMA LABORAL


De un gobierno y de un congreso corruptos, que bailan al ritmo que les imponen los patrones y dueños de éste país, no podemos esperar ninguna buena reforma, ni laboral, ni educacional, ni de ningún tipo. Eso lo sabemos los explotados y excluidos, pero hemos sido lentos en combatir la reforma laboral; éste nuevo atentado a nuestros derechos

En el último tiempo, desde el ‘otro’ país -aquel de los grupos mantenedores y reformadores del sistema de dominación y explotación, de la derecha económica y política-, se ha anunciado un sinfín de cambios al trucho proyecto de reforma laboral emprendida por el gobierno de la Nueva Mayoría (NM). En un juego político que más parece una comedia, el gobierno propone un limitado ajuste a su maneado proyecto y, a continuación, la derecha se lo cercena, dejando al conjunto de aquella propuesta peor que antes y así sucesivamente; cuento corto, el esperpento oficial apenas se puede mantener en pie, llegando a ser incluso peor que el plan laboral impuesto a sangre y fuego bajo la dictadura cívico-militar y que hoy está plenamente vigente.

En un contexto donde está políticamente sobrerrepresentada y más que tolerada por sus supuestos contrincantes, no resulta extraño que la derecha practique descaradamente la política del tejo pasado, jugándose a fondo para que nada venga a trastocar las bases del sistema capitalista que fuera reformulado durante la dictadura. Por su parte, el grupo de mantenedores del sistema de dominación, que es lo que en realidad es la NM, prosigue su práctica gatopardista.

El sainete de la reforma laboral-patronal

A fines de abril pasado, la rémora dictatorial denominada Tribunal Constitucional (TC) emitió su decisión sobre el requerimiento presentado por diputados y senadores de la derecha en contra de cuatro aspectos de la reformita de marras, declarando inconstitucional, entre otras materias, la titularidad sindical.

Ahora, ¡ojo!, tal titularidad –entendida como la no concurrencia en pie de igualdad en el mismo espacio entre el sindicato y el denominado grupo negociador- y aunque no lo creamos, siendo un problema acuciante para el sindicalismo en Chile, no requiere para su solución de una nueva constitución. Requiere –vaya sorpresa- de la sola y propia decisión del gobierno –el mismo que hace gárgaras con la titularidad sindical todos los días. Y es la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa –una buena amante de las políticas del gobierno en materia laboral- la que se encarga de levantar una leyenda: “es necesaria un cambio de la constitución para ello”; ¡Na’ que ver!  

También se pedía declarar inconstitucional la extensión de beneficios a los trabajadores no sindicalizados. En este punto, el TC acogió la petición parcialmente, solo declarando inconstitucional el extender los beneficios a los nuevos afiliados al sindicato.

Con o sin grupos negociadores, los trabajadores chilenos seguirán en la más absoluta debilidad mientras no negocien por rama y no exista derecho de huelga efectiva. Ambas cosas –dicho sea de paso- no se consagran en la reforma de la NM ni por asomo: no hay más que negociación en la empresa, y la huelga será con “adecuaciones necesarias” –la que solo en el mundo jurídico “paralelo” de la ministra del trabajo Rincón no es reemplazo en la huelga.

Durante junio pasado, la NM se dio tres vueltas en torno a su reformita laboral-patronal: 1°, dejó fuera de todo interés la titularidad sindical y sus cofrades del congreso acordaron suspender la tramitación del veto presidencial; 2°, el 17, debido a la decisión del TC y al no lograr apoyo de la oposición para aprobar una reforma constitucional que permitiera revertir el fallo adverso del tribunal en relación a este proyecto, Bachelet decidió vetar parcialmente la iniciativa. En esa oportunidad, el oficioso ministro Díaz juró que pese a todo los trabajadores contarían con “huelga efectiva, piso para la negociación, más información para el ejercicio de sus derechos colectivos y con una extensión pactada de beneficios”; 3°, el 22 de dicho mes, el senado aprobó finalmente aquel veto que terminó por suprimir los pocos beneficios de dicha propuesta laboral, dejándolo en condiciones de ser revisado por el omnipotente y consentido TC -el ariete de la derecha para embestir cualquier cambio que tibiamente ponga en riesgo las bases del sistema-, para posteriormente ser promulgado por Bachelet.

En esta última votación, con los votos de los parlamentarios del bloque oficialista y la abstención de sus pares de la oposición, se respaldó la iniciativa presidencial que ya había sido despelucada frente al TC.

¿Y cuál es la dura de la reforma laboral?

En rigor, en todo esto de la reforma laboral –y en general, en todas las reformitas llevadas adelante por la NM- no existe voluntad política alguna de llevarla hasta sus últimas consecuencias por parte de un gobierno al que – por si alguien se le olvida- la CUT y su presidenta comprometieron “entusiastamente” sus votos.

De parte de la NM, no cabe esperar voluntad política y responsabilidad para con los trabajadores y sus derechos colectivos. No lo hicieron antes, cuando sus muchachos conformaban la Concertación, ni ahora que se hacen llamar ‘Nueva’ ‘Mayoría’, pero gobiernan igual para la misma minoría.

En esta hora, en que es urgente defendernos de un duro manotazo a los escasos derechos que nos van quedando a los/as explotados/as de éste país, sólo podemos confiar en las fuerzas del conjunto de los trabajadores, potenciados estos por su franja más radicalizada, y exigiéndoles un mayor protagonismo y liderazgo al sindicalismo verdaderamente clasista. Debemos sumar a más y más sectores afectados por la ya penca situación laboral, llevando adelante una lucha amplia y efectiva en contra de nuestros poderosos, pero charlatanes enemigos: la bola de corruptos de la NM, el empresariado coimero y la derecha venial. Por cierto que debemos buscar aliados entre los frentes sociales hoy movilizados: los estudiantes, los pobladores, aquellos que luchan contra la destrucción de nuestros entornos y formas de vida.

Nuestro llamado es a que juntos, los pueblos y los/as trabajadores/as de Chile, avancemos por la senda de la lucha clasista y sin cuartel contra nuestro enemigo común, lucha que abarca la demanda por una situación laboral que dignifique y dé respuesta efectiva a la demanda por una vida mejor para millones de explotados/as y sus familias. Recobran así importancia los ejemplos heroicos de Rodrigo Cisterna, de Juan Pablo Jiménez, de Marco Cuadra y de Nelson Quichillao; de todos/as aquellos/as que han luchado sin transar en estos 26 años de democracia gorila. 

¡Ningún Acuerdo o Reforma a Espaldas
de los Pueblos y l@s Trabajador@s!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD -Equipo Sindical
Julio 13 de 2016

No hay comentarios :

Publicar un comentario