Las 30 monedas de plata para Teillier |
O lo que
es lo mismo, cómo el partido de Recabarren es capaz de cooperar con la política
del pico en el ojo que afecta a los explotados, la cual es promovida por la patronal
y auspiciada por el grupo mantenedor del sistema de dominación que es la Nueva
Mayoría. Insistimos, el salario mínimo en Chile no puede ser inferior a $
422.101
1er Acto
El miércoles 22, el empresariado, la derecha
y la Nueva Mayoría (NM) lograron una nueva victoria a costillas de l@s
trabajador@s: se pusieron de acuerdo en “aumentar” en un 10,4% el miserable salario
mínimo actual –de $250.000- y a 1 año y medio, con lo que quedará en la ridícula
cantidad de $276.000 mensuales por allá por 2018. Agradezcamos, eso sí, que
intervino la DC y aconsejó al ejecutivo subir algo más su propuesta original, la que apenas se empinaba al ¡4%! Claro, la DC se motivó puesto que sabía que no existe ningún
parámetro que sostuviera ésta última cifra tan miserable y ofensiva, además de querer
mostrarse preocupada ante los pobrecitos trabajadores.
Resulta
que, en primera instancia, la cámara de diputados rechazó el proyecto de alza del Salario Mínimo (SM) de
hacienda, contando para ello con los votos del PC. El diputado de este partido,
Lautaro Carmona, dijo que era mejor que la cosa se fuera al senado, donde
habría más discusión. Agregó, muy orondo, que "Vamos a crear condiciones
para que el diálogo tenga la altura y los resultados que esperamos". En
todo caso, Carmona estaba dolido porque en las conversas previas entre el capo
de hacienda -Rodrigo Valdés- y las bancadas oficiales, ellos no habían sido
invitados.
En
tanto, la presidenta de la CUT Bárbara Figueroa –disciplinada militante
comunista- intentó mostrarse ofendida y declaró enfática que “repudiaban” la
oferta. Aportó que las condiciones económicas actuales no permiten la
negociación de un monto por más de un año. No obstante, se olvidó convenientemente
de mencionar que su oficina laboral del gobierno dos años atrás igualmente estuvo de acuerdo con un
incremento miserable y escalonado del SM. Incluso más, hace sólo un par de semanas la CUT aspiraba a un incremento
menor al que proponía hacienda: un mínimo de un 7,1%, lo que se traduciría en
la “gran” cantidad de $17.800 más.
2º Acto
El
mismo miércoles 22, el senado aprobó la oferta del ejecutivo. Luego, al día
siguiente, el proyecto volvió a la cámara para ser votado en segunda instancia.
Y he aquí que, en una vergonzosa vuelta de carnero, impulsada por el temor a
perder el vínculo con la DC, que los criticaba y amenazaba con echarlos de la camorra de la NM, los benditos
del PC cedieron en toda la línea y terminaron aprobando el alza de sueldo
mínimo, que sólo 24 horas antes habían rechazado por miserable.
Las
diatribas de la falange calan hondo en el corazón del PC, pues a éste le costó
mucho tiempo y esfuerzo llegar a aliarse con la que sería la encarnación de una
supuesta “burguesía nacional progresista”, la cual -según la leyenda del PC- estaría
llamada a realizar las tareas democráticas pendientes de la clase burguesa y
entonces, de llegar a culminarlas, sí que será posible avanzar por un camino
expedito al socialismo. Es decir, la tienda de Teillier aún apela a la vulgar
estrategia del etapismo reformista y que visualiza al poder del aparato estatal
como un salchichón que se debe conseguir rebanada a rebanada, aparte que erradamente
conceptualiza el desarrollo histórico del país como precapitalista.
A
la salida del hemiciclo, el vocero de la bancada comunista, el mismo Carmona, intentó explicar lo inexplicable de la
voltereta de su partido sacando a relucir el “realismo político” y la
responsabilidad en el gasto fiscal. Para el bronce, añadió:
“ante la imposibilidad de modificar el proyecto en la comisión mixta, el
partido optó por aprobar el reajuste”, ocultando que el PC le teme más a perder
su puesto en la NM que al rechazo por parte del pueblo y los trabajadores.
Por
su parte, Fuad Chahín, jefe de la bancada de diputados DC, y que el día anterior
había sido uno de los más críticos del rechazo del PC- IC, se refirió a la nueva
actitud mostrada por los comunistas y afirmó que “es difícil de entender la
voltereta del PC, pero lo importante es que recapacitaron porque acá lo
importante era respaldar un proyecto mejor al que ingresó el gobierno”.
Epílogo
Mientras
los empresarios se embolsillan ingentes ganancias, avalados por el dócil gobierno de la NM, cacareando
ambos –como en el cuento del lobo- que la crisis económica se viene y por tanto
se deben mantener salarios de hambre, los trabajadores que perciben el mísero
SM deberán seguir viéndola con tongo, siendo ésta injusta situación avalada por el
partido que alguna vez alardeaba de ser la “vanguardia del proletariado”.
En
tanto, los coimeros y buenos para el cohecho del congreso nacional sacan sus cuentas alegres. Resulta que, en total, en los últimos 7
años el SM subió de $165.000 a $250.000, mientras que, en el mismo periodo, el
salario de los legisladores paso de $6.762.936 a $9.121.806; es decir, en los
últimos 7 años el SM ha aumentado apenas 85 mil pesos, mientras que el de los
parlamentarios se ha incrementado en nada menos que $2.358.870. En suma, a
junio de 2016, la dieta bruta de los congresistas equivale a 36,5 salarios
mínimos.
Cuánto Debiera Ser el Salario
Mínimo en Chile
Insistimos
en que el sindicalismo clasista y anticapitalista debe incluir entre sus banderas
un SM no menor de $422.101, lo que se avala con los antecedentes y evidencias
que exponemos a continuación.
En agosto de 2015, Fundación Sol mediante, supimos que uno de cada 4
trabajadores tienen un salario igual o menor al Sueldo Mínimo (SM). De
acuerdo con la fuente de tal reporte, del total de todas las categorías
ocupacionales (asalariados, cuenta propia y empleadores), 1.681.213 personas
ganan el SM o menos; es decir, un 24,5 % del total.
Para
realizar este estudio, se trabajó con los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) del año 2013, del
Ministerio de Desarrollo Social (MIDESO), con el respectivo SM de esa época, el
que alcanzaba los $ 210.000.
En
tanto, al considerar la totalidad de trabajadores dependientes que se
desempeñan en el sector privado (servicio doméstico y asalariados de empresas
externas en el sector público), se registran 1.086.162 personas que ganan el SM
o menos y, de ellos, 431.917 ni siquiera recibe la gratificación legal.
Desde
el 1° de enero pasado, el SM pasó a ser de $ 250 mil. Si comparamos tal valor
con el de 2013, cuando se efectuó el estudio mencionado, obtenemos que la
mejora salarial en el período se acerca al 19%. Si consideráramos el IPC como
único deflactor, concediéndole además el beneficio de la duda sobre lo acertado
de su cálculo, la inflación en estos tres años suma un 12%, con lo que nos quedaría al
menos un remanente de un 7% del mezquino incremento del SM. Pero, como nada en
nuestra formación puede ser tan fantástico para los ‘de abajo’, si nos atenemos
a lo ocurrido en dicho lapso con la inflación real, que debe bordear el 25%,
obviamente no sólo el famoso SM ha perdido todo su valor, sino que los salarios
de los/as chilenos/as en general. Sólo tómese en cuenta el pan, un artículo de
primera necesidad, el que pasó de costar $ 990 el kilo en septiembre de 2013 a $1.210 en noviembre pasado, incrementando su valor en un ¡22%! Claro,
se puede alegar que la inflación del bendito pan afecta sólo a los hogares de
menores ingresos, pero resulta que es en estos en donde se percibe y sufre el
miserable ‘costo salarial mínimo’ (y más allá).
Nos
podrían alegar que una cosa es el salario mínimo y otra son los ingresos en
general; o sea, ¡no seamos fijados! No obstante, debiéramos decirles que en el
apartado Trabajo de la mentada Casen 2013 se puede apreciar que el ingreso por
concepto del trabajo (cuadro 3.1), según promedio mensual de la ocupación
principal por decil, pasó de $1.113.735 a $1.258.684 entre 2011-2013 para el
decil más rico, mientras que el ingreso mensual del decil más pobre pasó apenas
de $92.947 a $107.871, en igual período. En resumen, los más pobres en
Chile ganan casi 12 veces menos que los más ricos.
Aportemos
que luego de 25 años (hasta 2014), en que la formación ha presentado una tasa de crecimiento económico
promedio anual por sobre el 5%, el 70% de los trabajadores chilenos gana menos
de $400.000, monto que bajo los estándares del Chile actual, donde el costo de
la vida se parece cada vez más a un país europeo, no sólo resulta insuficiente,
sino que también prohibitivo hasta para participar en la vida política nacional
(si no se es cercano a Penta, SQM u otras empresas rateras). Pero, en lo
principal, si consideramos que un trabajador lleva a su casa esos $400 mil, los
4 habitantes promedio de ese hogar tendrán un ingreso de $100 mil; es decir, en
palabras de los tecnócratas del MIDESO -que arriesgaron una nueva metodología para definir la línea de pobreza-, el 70% de los
hogares chilenos se encuentra malviviendo apenas un 9% por sobre la línea que
los sindicaría como de una moderna pobreza “multidimensional” ($361.310);
¿Qué tal? Dicha precariedad económica podría explicar el desastre que ocurre en
el común de las familias cuando deben enfrentarse a la cesantía, la enfermedad,
la educación de los hijos, el alza y los vencimientos de las deudas
comerciales, etc. De hecho, durante 2015 aumentaron en un 13% los morosos, con gran incidencia de nuevos
morosos y acrecentando su nivel de endeudamiento los adultos mayores. Sin
embargo, los áulicos del capital monopolista achacan esto “a la alicaída
actividad económica” y no a los bajos sueldos vigentes, escamoteando así una de
las principales formas de explotación indirecta de la clase trabajadora.
Si
de verdad el SM fuese lo ‘mínimo’ como para reproducir la fuerza de trabajo,
debiera tener un valor igual o superior a la actual línea de pobreza, que el
MIDESO, dentro de un modelo “multidimensional”, coloca en $ 361.310 para una familia de 4 integrantes (p 13). Creemos que
esta última estimación, con todo lo sesgada que pueda ser, representa un primer
acercamiento a la necesidad que el SM exprese de verdad unas condiciones
adecuadas de vida para los trabajadores.
De
hecho, en Europa y en línea con lograr cubrir socialmente las necesidades
básicas y de seguridad y protección, se está levantando una campaña por la
implementación de una Renta Básica. Esta es, en pocas palabras, “Una asignación monetaria incondicional
para toda la población. Un dinero que el Estado pagaría cada mes a todos los
ciudadanos y residentes acreditados, sólo por serlo.” No obstante, su financiamiento no es sencillo: “a través de una profunda reforma fiscal y
del ahorro derivado de la supresión de subvenciones y subsidios públicos que
pasarían a ser innecesarios, podría financiarse una Renta Básica para
toda la población adulta de España de unos 7.500 euros al año” (negritas en
el original). O sea, hablamos de unos $ 5,8 millones -al 24/01/16- anuales, o $
482.892 mensuales, lo cual nos parece más adecuado para empezar a hablar de SM
–que denominaremos SM1-.
Con
todo, a un nuevo y mejorado SM1, que creemos debe tener un valor entre la línea
de pobreza del MIDESO y la Renta Básica arriba aludida (a la espera que acá
realicemos un más acertado cálculo del umbral de la pobreza), se le debiera
agregar, anualmente, el nivel del crecimiento económico nacional, excedente del
que solamente ha venido echando mano el empresariado. Así, si la economía en
Chile, medida como PIB, creció un 290% entre 2001 y 2013 (INE-BCC), ese mismo monto debiera haberse
agregado al incremento del SM y debiera seguir haciéndose en lo porvenir (en aquel
período, el SM creció apenas un 35%).
Raya
para la suma, el salario mínimo en Chile debiera ser, al menos, de $
422.101 (promedio LP-MIDESO y RB) y a este se debiera, en adelante y
anualmente, sumar los porcentajes del costo de la vida y del crecimiento
económico.
Nuestro
llamado es a que juntos, los pueblos y los/as trabajadores/as de Chile,
avancemos por la senda de la lucha clasista y sin cuartel contra nuestro
enemigo común, lucha que también abarca la demanda económica y muy humana de un
Salario Mínimo digno para los millones de explotados/as. En esa perspectiva
cobran importancia los ejemplos heroicos de Rodrigo Cisterna, de Juan Pablo
Jiménez, de Marco Cuadra y de Nelson Quichillao, sin olvidar a todos/as los/as
caídos/as durante la lucha antidictatorial y a aquellos/as que lo han hecho en
estos 25 años de falsa democracia.
¡Ningún Acuerdo o Reforma a
Espaldas
de los Pueblos y l@s
Trabajador@s!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán
Libres!
Colectivo Acción Directa CAD
-Equipo Sindical
Junio 26 de 2016
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