Sin duda que el Movimiento Estudiantil
chileno ha logrado retomar la iniciativa y el protagonismo político. No
obstante, diversos factores le han dificultado el despliegue de un verdadero
proceso de lucha y unidad con las demás fuerzas que enfrentan al sistema; de
construcción de la
Fuerza Político-Social Popular por los cambios revolucionarios
Cuando el Movimiento Estudiantil (ME)
chileno convocó para el 21 de abril pasado a la primera Protesta Nacional de
éste año, retomando las banderas de una Educación Pública, Gratuita, de Calidad,
Democrática y al servicio de los intereses de las grandes mayoría nacionales,
era porque razones para movilizarse existían, y existen todavía.
Desde
el momento en que en Chile no todos pueden acceder a una educación sin pagar,
no existe gratuidad. Si tienes que postular, acompañando hasta el papel del
pago municipal por retiro de la basura, no existe gratuidad. Cuando el fisco
tiene que asignar platas para becas y créditos y no las orienta a fortalecer
las instituciones educacionales, no existe gratuidad. Si te apoyan con dicho
subsidio por una cierta cantidad de tiempo y no por lo que efectivamente dure
la carrera, no existe gratuidad. Y todas estas insuficiencias, junto con una
calidad que deja bastante que desear –con lo que no se estaría cumpliendo con
las implicancias de la ley capitalista de oferta/demanda, pues se entrega un
producto mediocre a un altísimo costo-, no serán resueltas por la tan cacareada
propuesta de educación superior que está ad portas de presentar el gobierno de
la Nueva Mayoría (NM). Es más, dicho proyecto legal ha sido llevado en secreto
por el Mineduc y los coimeros de la comisión de educación de la cámara, sin que
se hubieren allanado a mostrarlo en su totalidad a los afectados de las
comunidades educativas –los emisarios de la CONFECH sólo vieron unos puntos muy
generales del mismo- y al país en general.
¿Por qué tanto secretismo?, ¿será porque quieren dejar caer todo el paquete de
insuficiencias de una vez y que no quede espacio para que las masas exijan lo
suyo en las calles?
Luego
de las vibrantes protestas y manifestaciones de abril, del 5, 11, 21, 24, 26 y 30
de mayo, y ante la nula respuesta por parte de las autoridades del Mineduc y de
los corruptos del congreso a sus históricas demandas, las organizaciones estudiantiles
hicieron un llamado a radicalizar y extender la movilización sectorial. Esto se
vio reflejado en dos hechos: primero, el martes 24 de mayo un grupo de aproximadamente 30 estudiantes, entre
secundarios de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y de
universitarios de diversos centros, coordinados todos en torno a “Ofensiva Secundaria”
y “Juventud Rebelde”, burlaron la seguridad de La Moneda y protestó en uno de
los patios del bastión gubernamental. Los/as estudiantes portaban un lienzo en
el que se leía “Notifíquese: Hoy comenzamos la ofensiva”; era el aviso que el
estudiantado consciente y movilizado no se detendría frente a la repre y la
calumnia. Segundo, en su plenaria del 28 del mes recién pasado, la CONFECH resolvió convocar a un Paro Nacional
indefinido, lo que demostró un giro hacia la izquierda del movimiento universitario.
Resultó muy significativo que los universitarios extendieran una invitación a sumarse
a la movilización a los profesores, los trabajadores y a los secundarios,
apostando a un elemento vital para la consecución de los objetivos del ME: la
unidad político-social con el conjunto del Movimiento Popular. En todo caso, el
estudiantado secundario desde hacía rato que estaba activado y combatiendo
desde sus centros de estudio.
¡Chile se Cansó de Esperar!
La
inmensa movilización nacional del 9 del presente, duramente reprimida por las
hordas paramilitarizadas que son las fuerzas especiales –FFEE- de carabineros
(casos de tortura, amenazas con armas de fuego, atropellos, Ues y liceos
sitiados, etc.), mostró a las claras que el ME no agacha el moño ni presta ropa
al proyecto educativo penca de la NM.
No
obstante, volvemos a insistir en que es de un valor crucial el alentar la
unidad del ME con los trabajadores, sobre todo con los sectores más conscientes
y activos de estos. Así fue como la CONFECH emplazó al estudiantado a adherir
al paro nacional de la CUT, el que se había fijado para éste martes 31, pero
desde un punto de vista de unidad en la acción. Es decir, debemos aprovechar
toda coyuntura, la que comprometa tanto al estudiantado como a los trabajadores
y ojalá a ambos a la vez, para darle un contenido rupturista y de clase, permitiendo
con ello el despliegue en las calles de la unidad en la lucha.
En
línea con lo anterior, se hace necesario que el ME avance por dos vías,
complementarias entre sí: una, la de las protestas y movilizaciones sectoriales,
donde se encuadra el actual llamado a Paro Nacional Indefinido, así como la
Protesta Nacional del próximo jueves 23 de junio; la otra, la que debe apuntar
a acompañar, potenciar e inclusive forzar la movilización de los trabajadores y
los pobladores, quienes deben ser sumados e integrados activamente a un
Movimiento Popular que, en definitiva, es el que debe asumir la pelea mayor,
nacional, estratégica, contra el enemigo común. De tal manera, lograremos salir
de la dinámica de los grandes hitos –necesarios, pero no elementos únicos en nuestra
estrategia de lucha- y daremos pasos firmes al despliegue de un verdadero
proceso de construcción del actor político-social que, mediante el combate en
todos los planos y echando mano a todas sus formas, subvierta el actual e
injusto sistema de dominación. De lo que se trata, pensamos, es de levantar una
vanguardia del Movimiento Popular que se apoye en los sectores más ofensivos y
conscientes de él, como somos los estudiantes y los jóvenes en general, sean
pobladores o trabajadores, la que se constituya en un referente para la lucha
clasista en nuestro país.
Pero,
mientras tanto…
Los
secundarios y universitarios hemos acumulado un gran bagaje y experiencia de
lucha y organización en todos estos años. Hemos contribuido a tumbar a más de un ministro inútil/criminal. Unos y otros, contamos con propuestas
claras para abordar los cambios de verdad requeridos por la Educación Pública
de Chile: desmunicipalización de la enseñanza básica y media, un marco
regulatorio adecuado y que surja de una amplia discusión democrática, gratuidad
y financiamiento suficiente, mejoramiento de los planes y programas,
aseguramiento de la calidad, etc.
Hemos
avanzado en la democratización de nuestras organizaciones y en la toma
colectiva de decisiones. Tenemos claro nuestro Sur en esta pelea, el que nos
alienta a seguir en la brecha, donde no hay atajos ni mesías que vengan a hacer
por nosotros lo que nosotros mismos no establezcamos mediante una democracia y
acción directas. Pero esta democracia debe ser una constante, desde los cursos
a las federaciones y más allá, sin descalificaciones ni imposiciones de
visiones sobreideologizadas o que no surjan del seno del ME. Nos referimos con
ésta crítica, en especial, a aquellos macucos que intentan bajar la línea desde
las direcciones de grupúsculos y partidos de dudosa estirpe popular y que
desconocen la autonomía de las organizaciones naturales de masas, haciéndole un
flaco favor al crecimiento de un movimiento que requiere respeto de sus tiempos,
progresos y especificidades. Otros, sin ninguna raigambre real en el ME y sin
un análisis correcto de la realidad concreta actual, simplemente buscan el reventón
fácil y dejar la cagada sólo por dejarla, sin atenerse a las consecuencias
políticas y sociales que dichas nefastas acciones producen.
Tampoco
podemos dejar de mencionar que sí estamos inmersos en un proceso de paralización
indefinida y de tomas, es justo y necesario buscar aquellas formas que sean más
novedosas, atractivas y participativas para todo el estudiantado, buscando evitar
que aquellos menos convencidos se resten, miren todo desde lejos o simplemente lleguen
a convertirse en opositores a la causa del movimiento por una Educación Gratuita
y de Calidad para tod@s. En este sentido, cobra más importancia atender a que
el despliegue del ME no se remite sólo a meros hitos, sean del tamaño que sean,
sino que es un continuo, un fluir, donde todos y todas deben participar colectivamente,
en igualdad de derechos y de acuerdo a sus posibilidades, con la finalidad de potenciarlo
y llevarlo a obtener las victorias que sean definitivas.
Y
no nos podemos retirar sin antes recordar que los primeros aliados en esta
lucha somos los estudiantes universitarios y los secundarios, nuestras organizaciones
naturales y las agrupaciones político-sociales como la ACES, la CONES, los
diversos colectivos y bloques. Con ellos debemos ir construyendo Poder
Estudiantil, con ellos debemos fundirnos en la lucha con los demás componentes
del Movimiento Popular para construir el contrapoder del Pueblo y los
oprimidos; el Poder Popular.
¡Tod@s por una Educación Pública Gratuita y
de Calidad al Servicio del Pueblo!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo Acción Directa –Equipo Estudiantil
Junio 22 de 2016
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