Pero los
cara de raja de la derecha y la Nueva Pillería juran de guata que su democracia
de baja intensidad todavía la vende
Este domingo 19, muy pocos chilenos/as se
enteraron que debían asistir a las urnas para apoyar a uno u otro candidato de
la casta política civil para que luego los ‘representase’ en las elecciones municipales
a realizarse en octubre próximo. El espectáculo era “desolador”
en los locales de votación de las 93 comunas donde se llevaba a cabo tan magno
evento.
Sin
embargo, la verdad sea dicha, esa casta interesadamente quiere hacernos creer que
aquí no ha pasado nada y que su sistema político todavía salva; que no están
comprados y/o financiados por las platas del capital financiero. Que es mentira
que Penta
financió las campañas de la UDI (Novoa, Moreira, Silva, Zalaquett, von
Baer, Kast, Golborne, Matthei, etc.), algunas de Renovación Nacional (Cardemil)
y unas pocas de la Nueva Mayoría (Velasco, Undurraga, Rincón, etc.). Que SQM,
propiedad del aprovechado yerno del chacal Pinochet, nunca se puso con el
billete para comprar conciencias y apoyos transversales (MEO y su papá postizo,
Carlos
Ominami; Longueira; el
PPD en su conjunto, otro
tanto la UDI, etc.). Tampoco resulta ser verdad eso de que la candidatura
de la ‘Gordi’ recibiera platas nacionales (por ejemplo, de SQM) y extranjeras
- lo del caso
‘yate’ es una cosa mendaz- para lograr apuntalarse. Es pura retórica que
Corpesca tenía como funcionarios a pago a Orpis y a Longueira, mientras que SQM
tenía a Golborne y al mismo Longueira de ‘Perkins’; no, eso nunca fue
cierto. Pizarro tuvo que renunciar a la dirigencia del PDC sólo por malos
entendidos y no porque tres
de sus hijitos tuvieran negocios turbios con la caja pagadora que es SQM. Y
otras cosas más por el estilo, etc., etc.
A
todos aquellos ilusionados con que los politicastros hiciesen descender la más pura
democracia a estas tierras, debemos informarles que existe hace rato un empate entre
estos ‘semidioses’ en cuanto a la comisión de delitos político-tributarios
–para beneficio personal y/o para costear campañas políticas para llegar a
obtener dichos beneficios, todo por y para el bien último del capital
monopólico-financiero-, pero también los culpables empatan en cuanto a
disfrutar de una completa impunidad respecto de sus ilegales cometidos. Claro,
hasta ahora sólo el UDI Orpis está viendo el sol a cuadritos, pero pronto
tendrá su juicio abreviado o bien el SII no presentará querella alguna contra
él y sin tal requisito no puede haber ni investigación ni juicio ni nada, y
entonces “chao”.
En
rigor, si no existe aplicación de un mínimo de justicia para estos tipos:
Ominami, Longueira, Orpis, Moreira, Velasco, von Baer, Bachelet hijo y su
comadre Compagnon, y un largo etcétera, menos la habrá para sus mecenas y acreedores:
los Luksic, los Délano, los Ponce Lerou, los Corpesca, etc.
Más
allá de nombres y situaciones delincuenciales de los de arriba, al común de los
habitantes de Chile hace rato que les cayó la chaucha de que vote por el que
vote será un potencial ladrón, coimero y corrupto. Del empresariado y de los
politicastros sólo cabe esperar mentiras,
peculado, corrupción y ninguna consideración para con los problemas y las necesidades que
aquejan a las grandes mayorías. Y para los que se pongan duros, pues les
aplicamos la represión, la tortura, la detención por sospecha, la exclusión y
un largo etcétera.
La
desaprobación a la gestión gubernamental, del gabinete, de la derecha, etc., se
mantiene hace casi dos años en un 70% y a los cara de raja no se les mueve ni
un músculo facial. Un 60% de los ciudadanos se opone a la reforma
laboral-patronal; un 74% cree que esta cosa va por mal camino; un 68% piensa
que las expectativas del empleo son malas/muy malas, pero casi un 60% cree que
a las empresas les va muy bien.
Son
todos ellos datos que nos hablan de una abismante separación entre lo que los
de arriba prometen y llevan a cabo en el Olimpo del poder y lo que realmente demanda
y aspira el/la chileno/a de la calle. Ante ello, reiteramos que la democracia gorila
y de baja intensidad abierta en 1990 no es la solución para las demandas de los
pueblos y los trabajadores de Chile. Antes bien, ella es la argamasa que
permite mantener la ilusión de algo mejor a la vuelta de la esquina -siempre a
la vuelta de la esquina-, la cual no sólo debe ser evitada por los potenciales votantes
(como en las actuales primarias y como de seguro ocurrirá en octubre), sino que
criticada y combatida desde todos los frentes posibles, oponiéndole en la
práctica el ejercicio diario de la Democracia Directa y desde las bases
populares, construyendo desde ahora el contrapoder de los oprimidos y excluidos
por el sistema de dominación, ya sea en los lugares de trabajo, de estudio, en
las poblaciones o en cualquier organización natural donde los sectores más
conscientes y rupturistas se encuentren.
Pero,
¡hay parlamentarios y ministros del PC y este forma parte de la NM!, nos podrán
espetar. La experiencia histórica ha demostrado que la entrega de los
ministerios del Estado de la clase burguesa a las manos de los comunistas no
ayuda a que ellos sean usado en favor de una democracia mayor; no digamos del
socialismo. Por el contrario, funciona como un elemento de aceleración de la
asimilación de los Partidos Comunistas en el sistema político afín al
empresariado y su cáfila de fieles politicastros. Ejemplos históricos de esto
se pueden ver en la participación o el apoyo de los PP.CC. a gobiernos burgueses
en España, Francia, Italia y además, en estos tiempos, en países de la América
Latina –como Chile-, en Chipre, en Portugal, etc., sobre todo en las
archiconocidas ‘transiciones’ post dictatoriales En todos estos ejemplos
históricos, la participación de los comunistas o su apoyo a gobiernos pro-burgueses
nunca funcionó a favor del socialismo.
No
es el espacio aquí para criticar la “vía electoral” al socialismo o a una democracia
más profunda, propugnada no sólo por el reformismo tradicional –que hoy por hoy
se la juega a fondo por el colaboracionismo de clase-, sino también por los
sectores que hoy reconocen sus sitio en él o lo readecuan a los nuevos tiempos.
Sólo queremos llamar a estos últimos a no contribuir al engaño masivo que
significa participar en las elecciones y el sistema político de los sectores
dominantes, mismo que difumina la verdadera dictadura de clase que es ésta
democradura; ésta eterna transición a una democracia que no termina de serlo.
No convoquemos al movimiento popular al espejismo banal de las urnas y a la
chabacanería electorera, cuando de lo que se trata es del camino más esforzado
de la organización y la lucha político-ideológica en las bases, del hacernos
cargo de las demandas y sueños de los explotados y los oprimidos de esta tierra
y transformarlos en pliegos y programas de lucha intransigente. Esa y no otra
será la vía que nos conduzca a la liberación y la emancipación social en
nuestro país, la estrategia mediante la cual dejemos en el olvido éste
oprobioso sistema de los ricos y de los tontos útiles que les cuidan sus
negocios.
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
¡Que la Historia Nos Aclare el Pensamiento!
Colectivo Acción Directa CAD
–Chile
Junio 19 de 2016
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