El jefe de la comunidad de Temucuicui sostiene que
fue arrastrado luego de perder la conciencia por los gases lacrimógenos
lanzados por Carabineros durante un allanamiento. En conversación con Diario y
Radio Universidad de Chile, aseguró que fue subido a la fuerza a una camioneta
roja por sujetos de civil
En Radio
U de Chile –public. 18/6/16
“Queipul constató
lesiones, sin que se advirtieran indicios de agresiones”, publicó el jueves
último El Mercurio luego de relatar la denuncia de secuestro hecha por el lonko
de la comunidad de Temucuicui, Víctor Queipul.
El
hecho se registró la noche del martes 14 de junio, cuando alrededor de las 21
horas un grupo de fuerzas especiales de Carabineros ingresó a la comunidad para
realizar un allanamiento y recuperar un tractor que había sido denunciado por
robo.
En
medio del procedimiento policial, los funcionarios lanzaron bombas
lacrimógenas, una de las cuales impactó de lleno al líder de la comunidad.
En
conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, Queipul comenta que
“Carabineros me tiró al cuerpo la bomba lacrimógena” disparada desde una
escopeta, para luego ser arrastrado por unos individuos que aprovecharon que el
lonko se desvaneció producto del gas y el golpe.
“Yo
me estaba asfixiando, no podía respirar. Perdí un momento la conciencia. Y
luego, avanzados unos 100 metros, aparece otra persona donde me vendaron los
ojos. Yo no lo pude ver. Pero sí cuando ellos me estaban subiendo al vehículo,
cuando me estaban subiendo a la fuerza, ahí se levantó un poco la venda de un
ojo. Entonces ahí miré para abajo y era una camioneta, un vehículo rojo. Y
también pude ver el zapato de la persona que me estaba subiendo que estaba con
blujeans y zapato no igual al que usa Carabineros, sino zapato como tipo
zapatilla”, recordó.
Ahí
fue golpeado y luego abandonado de madrugada en las cercanías de Traiguén.
Para
el lonko, se podría tratar de integrantes del denominado comando “Hernán
Trizano”, los que ya antes lo han amenazado a él y otros miembros de su
comunidad y de la etnia.
“En
el año 2009, el mes de junio, como el 14 de junio, yo al menos fui amenazado
por el comando Trizano. Eso fue público, salió en el diario, en Noticias de
Victoria. Nosotros frente a esas acusaciones directas presentamos querella.
Pero igual, cuando nosotros los mapuche presentamos querella, a los tribunales
no les llama la atención, no va a hacer la investigación como debería hacerla.
Entonces, esa querella quedó ahí, no tuvo ningún resultado”, precisó Queipul.
Lo
mismo ocurrió cuando fue a constatar lesiones después de la agresión de la que
fue objeto la noche del martes recién pasado. Al respecto, el líder de la
comunidad de Temucuicui afirma que “el doctor lo único que me preguntó fue si
yo tenía alguna herida cortante. Yo le dije que no, pero igual tendría que
haberme revisado, los moretones que tenía. Con los mapuche, cuando uno va a
constatar lesiones denunciando que fue agredido por Carabineros, normalmente
las prácticas que ellos han estado usando es de no revisarlo a uno. A mí el
doctor me miró de casi un metro no más y me dijo que yo no tenía nada y le dijo
a Carabineros que me llevara no más de nuevo”.
Lonkos
contra Jouannet
Víctor
Queipul sostiene que luego del secuestro que vivió fue visitado en su comunidad
por lonkos de comunidades “de toda la nación”, del Wallmapu mapuche, es decir
de Arauco, Bío Bío, la Araucanía y otras zonas.
El
líder de Temucuicui comentó a Diario y Radio Universidad de Chile que las
conversaciones giraron en torno a exigir la renuncia del Intendente de la
Araucanía, Andrés Jouannet, “porque al final, si sigue así no está
contribuyendo para nada para buscar una solución, sino para alterar más el
problema que hay aquí en la región”.
Queipul
agregó que “no han querido reconocer una deuda histórica con los mapuche”, a
pesar que en los últimos gobiernos de Michelle Bachelet, Sebastián Piñera y en
la actual administración, se han designado comisionados especiales para la
Araucanía, como José Antonio Viera-Gallo durante el primer gobierno de
Bachelet, y se registró el histórico encuentro en el Cerro Ñielol con autoridades
enviadas por Piñera, sin que hasta ahora se haya conseguido una respuesta al
conflicto.
“Cuando
hay esas prácticas no va a haber ninguna solución al respecto cuando muchos
dicen que ojalá pudiera llegar la paz en la Araucanía. Nosotros siempre hemos
estado presentado propuestas, formas, maneras o pidiendo el diálogo para de
alguna manera poder solucionar lo que está pasando acá en la región. Pero aquí
los que han hecho oídos sordos ha sido el Gobierno”, precisó el dirigente para
luego recordar las palabras del propio intendente Jouannet que hace algunas
semanas desconoció el reclamo territorial del pueblo mapuche.
Para
el lonko se necesita diálogo y reconocimiento y a la vez terminar con la
violencia que afecta a las comunidades que altera gravemente la vida de los
mapuche, especialmente de los ancianos y los niños.
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