En medio de las críticas sobre su gestión
y la obra de la Nueva Mayoría, lo que coloca a su gobierno a la defensiva, Bachelet
da una cuenta pública donde se entregan caramelos para los incautos, se invita
a la derecha y al empresariado a salvaguardar el sistema de dominación, pero nada
se dice sobre las necesidades de millones de chilen@s
EL
CONTEXTO
Bachelet
da cuenta de la gestión gubernamental en medio de las extendidas, persistentes y
amargas críticas a su cometido y al de la coalición política que representa, de
la Nueva Mayoría (NM), expresadas en las movilizaciones reivindicatorias de
amplios sectores sociales y en los demoledoramente adversos resultados de recientes
encuestas.
La
gangrena del cohecho, de las coimas, de la corrupción, del enriquecimiento
ilícito, del tráfico de influencias, del incumplimiento de deberes, de la
mentira, etc., afectan desde la cabeza hasta los pies al conglomerado
gobiernista. De otro lado, Bachelet dirigió sus palabras a un congreso cuya
tercera parte, sin importar el color, se encuentra cuestionado por sobornos y
financiamiento ilegal de sus campañas políticas.
El
discurso de la igualdad, consigna majaderamente utilizada durante la última campaña
presidencial, ya no funciona como solía porque, sencillamente, ella nunca se
alcanzará en los marcos de éste sistema económico monopolista y de ésta democracia
gorila. Por ello, se abre paso en el gobierno, sobre todo a partir del aparatoso
cambio de gabinete del pasado miércoles 6, el llamado a los ‘acuerdos’;
mientras más amplios, mejor. Sin embargo, tal política de pactos se asienta en
una orientación hacia el centro y, sin duda, buscando sumar a la derecha y al
empresariado para lograr cristalizar un gran acuerdo que asegure las bases del
sistema de dominación. Es decir, queda al descubierto el verdadero sentido y
razón de ser de la NM: mantener y administrar el sistema que, en última
instancia, protege los intereses del capital financiero y sus adeptos.
En
suma, todos estos elementos nos indicaban que la cuenta pública de Bachelet
traduciría la situación de un gobierno a la defensiva.
LA CUENTA
PÚBLICA
Se
notaba de lejos que la perorata de cerca de dos horas expuesta por Bachelet
había sido cuidadosamente escrita por la intelligentsia
de la NM, pues la recargaron con florituras de poco calado, a la par de hacerla
tan vaga como fuera posible, a fin de evitar críticas por los escasos logros
del desempeño gubernativo.
Desde
la partida, en el discurso se insistió en el llamado a la unidad amplia de los
chilenos y así poder tener “un país bueno, justo y pujante”. Pero, a renglón
seguido, se afirma que “La institucionalidad de Chile tiene las capacidades
para ponerse al nivel de las demandas de sus ciudadanos y a tono con las
exigencias del siglo XXI”. Nos preguntamos, ¿creen de verdad los de la NM que con
esta democracia militarizada y de baja intensidad se pueda avanzar a mayores niveles
de libertad y felicidad? ¿Piensan que la población se traga tal sofisma?
Luego,
en el mentado sermón, se afirma que se han logrado plasmar la mayoría de las
promesas del pasado 21 de mayo, pero no se dan cifras ni hechos al respecto. En
todo caso, por si a alguien le entra la duda del real alcance de esos famosos
logros, se le echa la culpa a la ralentización (que no regresión) económica y a
las molestas catástrofes naturales por lo que pudiera.
Además,
como otro punto que impediría mayores avances en su gestión, Bachelet y los
suyos no encuentran nada mejor que culpar al rechazo ciudadano suscitado por todas
las cochinadas existentes entre el estrato político civil y el empresariado,
como si ello fuera el problema y no precisamente al revés, puesto que es de
toda lógica que son precisamente los delitos político-tributarios, la
corrupción y los abusos conocidos los que atentan contra cualquier tipo de desarrollo
nacional.
Se
habló en la alocución de mejoras en educación, impulso de las obras públicas,
empleo, etc., aparentando dar cuenta de las demandas de estudiantes y
trabajadores, dos de los sectores de avanzada dentro del movimiento popular. No
obstante, no se estableció que las reformas educacional y laboral, en rigor, no
conllevan una mejora radical en dichas áreas y que no responden a las
necesidades de los millones de interesados. De hecho, en el primer caso, la
gratuidad va sólo dirigida a un porcentaje del estudiantado universitario y no
contempla un real fortalecimiento de la Educación Pública. Mientras que, en el
segundo caso, de “modernización de las relaciones laborales”, no se contempla
la negociación por rama productiva, derecho histórico del proletariado chileno
que fuera arrebatado por la dictadura cívico-militar; el proyecto gubernamental
implica una serie de inéditos castigos para los dirigentes sindicales que se
vean implicados en acciones que sean catalogados por la autoridad de
atentatorios contra el orden establecido; y se permite el reemplazo en las
huelgas, con lo que dejan de ser efectivas.
Al
pasar, Bachelet recordó como un logró la concreción de la reforma tributaria. Sin
embargo, no fue capaz de señalar que ni siquiera alcanzará para cubrir un 55% de la restringida reformita educacional en curso, ni tuvo palabras de entereza y
dignidad para decirle al empresariado que no siga aduciendo que es la causa de
la ralentización económica.
Para
engatusar, sobre todo a las bases del PC, se habló de una nueva constitución y
de un nebuloso “proceso constituyente abierto a la ciudadanía”. Pero no se dijo
cómo iba a ser el proceso de su discusión y preparación, cómo se conformaría la
instancia constituyente, cuál sería la forma de su aprobación y un largo etcétera.
Interesante
es observar que de la necesidad de ese nuevo ordenamiento jurídico, la ‘Gordi’ saltó
al rollo de un “Acuerdo Político Amplio”, al que pretende arrastrar a la derecha,
por cuanto la constitución del “80 ya no daría para más y si quieren que ambos,
NM y derecha, sigan alternándose en el ejecutivo, pues se le debe dar a la
gente un poco de aire fresco y la idea que se han acabado los amarres del pasado.
LO QUE NO
SE DIJO EN LA CUENTA
Nada
se dijo en el farisaico discurso sobre abordar y resolver las demandas de l@s pres@s
polític@s de la dictadura, muchos de los cuales llevan cerca de un mes en
huelga de hambre por la recuperación de un poco de dignidad; de l@s exonerad@s polític@s;
de l@s familiares y compañer@s de l@s ejecutad@s y detenid@s desaparecid@s; de
los deudores habitacionales.
Nada
se mencionó sobre poner fin al delictual sistema de AFP.
Ni
una palabra se dedicó al gravísimo hecho del asesinato de dos estudiantes, Exequiel
Borvarán y Diego Guzmán. Tampoco hubo ni una palabra respecto de las reconocidamente
justas demandas del pueblo Mapuche, problemática donde sólo se habló de unas
amañadas e inoficiosas consultas. A l@s afectados por el incendio en el mismo
Valparaíso, por el terremoto en Iquique y por los recientes aluviones en la III
Región sólo se les dieron calmantes y buenos deseos.
Casi
nada se dijo sobre la probidad o acerca de los conocidos casos de corrupción,
enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, en que los que destacan los
casos de la propia familia de Bachelet y el ilegal financiamiento de su pasada
campaña presidencial. No es raro esto, pues el sistema político entero está
basado sobre el contubernio politicastros-empresarios.
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
Que
nos quede meridianamente claro: las reformas que lleva adelante el gobierno de
la Nueva Mayoría no implican o implicarán ni un avance en las aspiraciones y
los intereses de las grandes mayorías del país.
No
es cierto que el conjunto de esas modificaciones tenga un carácter democratizador
o que, por ventura, lleguen a escapársele de las manos al demiurgo gubernativo
en bien del pueblo trabajador.
Cada
día queda más claro que apoyar el proceso reformista de la NM, en la vana
esperanza que se transforme en una herramienta que coadyuve a concretar en Chile
una democracia plena, lo que representa, en los hechos, apoyar su estrategia y
su razón de ser, que no son otras que mantener y administrar el modelo de dominación
heredado de la dictadura, simplemente es hacerle el juego a las fuerzas que
sostienen el nefasto sistema que nos oprime y explota. Los partidos que solían
ser populares y de izquierda -el PC, el PS y organizaciones auxiliares-, con dicha
actitud terminan por erosionar lo poco que les queda de dignidad y queda claro
que simplemente han estafado la fe de todas sus bases, por cuanto sus
dirigentes les han vendido muy bien el cuento que por esa vía de las reformitas
‘por arriba’ les conducirán a la tierra prometida. No obstante, durante mucho
tiempo, tales dircciones han llevado a cabo una prolija campaña de despolitización
y vaciamiento de toda capacidad crítica y rupturismo.
Sólo
nos resta a las fuerzas anticapitalistas, de organizados e independientes,
avanzar a paso redoblado a la unidad en la lucha; de hacer conciencia y
despertar a los hipnotizados por el discurso oficialista; de hacernos poder al
interior del movimiento de masas y en cada frente social; de construir la gran demanda
de los pueblos y los trabajadores de Chile, por la cual batirnos desde los
territorios populares hasta el nivel nacional. Para todo ello, la unidad es la
única riqueza con la que contamos.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SOLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa –Chile
Mayo 21 de 2015
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