Hace 47
años, Francia entera se vio conmovida por una inmensa revuelta de estudiantes y
trabajadores. Alguien dijo que ese Mayo del 68 francés “fue más que una simple protesta,
pero menos que una revolución”[1]. Por lo demás, no era
un hecho aislado en el mundo de entonces, donde millones se movilizaban contra
la explotación, el colonialismo y la miseria
Dicen que aquel movimiento de mayo de 1968 se
inició en Nanterre, a las afueras de París, donde el 22 de marzo de ese año cerca
de 150 intelectuales, artistas y estudiantes ocuparon el edificio principal de
la Universidad. Protestaban por la división entre muchachos y chicas en los
campus, en circunstancias que una muchedumbre quería ver un partido de fútbol y
la única televisión estaba en una residencia femenina, además de manifestarse
contra la detención de seis compañeros del Comité Nacional de Lucha Contra la
Guerra de Vietnam (CNLCGV), arrestados por oponerse a la guerra imperial yanqui.
El rector, entonces, llamó a la policía, exigió la evacuación y gatilló el
conflicto.
Luego
de la tormenta viene la calma y lo mismo sucede inmediatamente antes. El 14 de
marzo de ese año, un periodista había escrito en Le Monde un artículo llamado “Cuando
Francia se aburre”. Según él, los jóvenes se aburrían y los estudiantes eran
apáticos, sumisos a las políticas autoritarias del presidente Charles de Gaulle,
mientras fuera del país el mundo ardía. “La guerra de Vietnam emociona a los franceses,
pero realmente no les afecta. Ni tampoco las guerrillas de Latinoamérica (…) o
el ‘apartheid’ de Suráfrica. Los jóvenes se aburren. Los estudiantes se manifiestan
y luchan en España, Japón, América (…). Tienen la impresión de que hay conquistas
que deben emprenderse”. Pues bien, muy pronto esos ‘aburridos’ jóvenes franceses
darían mucho que hablar.
En
todo caso, existían ciertos antecedentes[2] para lo
que acontecería el 22 de marzo. Un año antes, el gobierno había impuesto unas reformas
universitarias que no contentaron a nadie. El 8 de enero, el ministro de
Juventud y Deportes es obligado por los estudiantes a abandonar la inauguración
de una piscina en Nanterre; 26 de enero, duros enfrentamientos entre
huelguistas y la policía en Caen; 7 de febrero, un grupo del CNLCGV organiza manifestaciones
en contra de apoyadores de la política de EE.UU. en Vietnam y terminan
enfrentados con la policía; 14 de febrero, estudiantes se manifiestan en las
universidades de toda Francia exigiendo libertad de expresión y movilización; 19
de marzo, una convención de Amiens intenta presentar un esbozo de reforma
educativa.
El
polvorín político[3]
del histórico movimiento fue una guerra ilegal e ilegítima como la de Vietnam,
un Tercer Mundo recién nacido a la independencia y ahogado en la miseria, un
sistema internacional partido en dos bloques enfrentados y basado en la amenaza
del suicidio nuclear, y sociedades civiles embrionarias sin voz ni parte en las
principales decisiones de sus gobernantes. El polvorín ideológico fue una amalgama
de corrientes antiimperialistas, anticapitalistas, neomarxistas, troskistas,
castristas, maoístas, estructuralistas y freudianas, la mayoría de las cuales
tienen cabida en El hombre unidimensional
de Herbert Marcuse (1964) y en la Teoría
Crítica de Theodor Adorno. Si bien la mayor parte de los protagonistas del Mayo
francés seguramente nunca habían leído a Galbraith, a Marcuse o a Adorno, eran
una pradera madura para que prendiera la chispa de la rebelión.
El
1° de Mayo de 1968, Día del Trabajador, decenas de miles de trabajadores y estudiantes
se manifiestan desde la Bastilla; 2, las aulas de la Universidad de Nanterre
son ocupadas; 3, la policía cierra las puertas de la Sorbona y detiene a más de
600 estudiantes; 4, el gobierno derechista confía en que la prensa guarde
silencio sobre los tumultos, pero todos los periódicos los comentan; 5, cuatro
estudiantes son condenados a dos meses de cárcel; 6, cinco mil estudiantes se
dirigen a la Sorbona gritando "liberen a nuestros camaradas"; 7, nace
Action, periódico de la insurrección
estudiantil, que agota sus 6.000 ejemplares en dos horas. 30 mil estudiantes
entonan la Marsellesa frente a la Tumba del Soldado Desconocido; 8, desfile
pacífico por el Barrio Latino, que se disuelve a las 21:00. Parece que la
revolución perece; 9, Cohn-Bendit: "No es momento para disputas de
camarillas, sino para averiguar si queremos luchar o no"; 10, huelga
general de estudiantes de secundaria. El Barrio Latino es un campo de batalla. La
policía realiza un impresionante operativo en el centro de París para recuperar
el control. A las 5:30 cae la última barricada; 11, Pompidou, primer ministro,
habla: "El Tribunal de apelación podrá, conforme a la ley, estatuir sobre
las peticiones de liberación presentadas por los estudiantes"; 12, día de
reposo; 13, ¡la Sorbona ha sido ocupada! "¡La imaginación al poder!";
14, de Gaulle se va a Rumania (volvería apurado el 18). Mitterrand dirige el
debate de moción de censura: "¿Qué han hecho por la Universidad?"; 15,
los estudiantes, unos 2.500, toman el Teatro Odeón; 16, obreros de la Renault
ocupan la fábrica y secuestran al director; 17, la Huelga se extiende por toda
Francia; 18, se ocupan los astilleros del Sena y se anuncian dos millones de
huelguistas. Se suspende el Festival de Cannes; 19, una multitud recibe a
Sartre: "Creía que estaban hartos de clases magistrales". Son ya seis
millones los huelguistas; 20, se raciona la gasolina y no hay correo, trenes,
aviones, metro... ¿Diez millones de huelguistas?; 21,... ¡Sabe dios!; 22, otra
manifestación por el Barrio Latino: "Todos somos judíos alemanes"; 23,
la Sorbona decide manifestarse. Comienza la lucha; 24, muere un estudiante.
Diez millones de huelguistas. De Gaulle plantea la reforma de la Universidad.
Se talan más de ciento treinta árboles para barricadas. Los cócteles molotov
llueven sobre las comisarías; 25, Pompidou negocia un aumento del 35% del
salario mínimo y el 10% del conjunto de los salarios; 26, el Nobel Jacques
Monod intercede otra vez en favor de los estudiantes; 27, el Secretario General
de la CGT ratifica el acuerdo. Algunos de los trabajadores abuchean a sus
representantes; 28, dimite el Ministro de Educación; 29, de Gaulle huye de
Francia, pero acaba regresando. 30, de Gaulle disuelve las Cortes. "Hoy
disuelvo la Asamblea. La República no abdicará. El pueblo se recobrará. El
progreso, la independencia y la paz triunfarán junto a la libertad".
Como
motor del movimiento tenemos a varios estudiantes de la Facultad de Letras de
Nanterre, en las afueras de París, que dirigidos por Daniel Cohn-Bendit, o “Dany
el Rojo” (de hecho, era pelirrojo), forman una organización —el Movimiento 22
de marzo—, la cual convoca a la movilización y aprueba un programa de reformas
educativas y de exigencias políticas radicales. Cerrada su universidad y
detenidos algunos de sus dirigentes, se trasladan a la Sorbona. Allí cuaja una
gran fuerza estudiantil de combate, que se enfrenta a la policía en el Barrio
Latino y que pide ayuda a todos los sindicatos estudiantiles y obreros. Las
protestas se multiplican. Como decíamos arriba, hacia el día 10 el centro de
París se ha llenado de barricadas y esa noche la policía lanza un asalto masivo
para intentar recuperar el control. Fracasa, pero en los choques resultan
heridas más de mil personas, cuatrocientas de ellas graves. Será en respuesta a
ésta cruenta represión que los principales sindicatos convocan una huelga
general para el día 13. El seguimiento fue desigual, pero a la manifestación de
París acudió el mismo día más de un millón de franceses. Las reivindicaciones
estudiantiles se supeditan al movimiento social general y los sindicatos
convocan nueva huelga general e indefinida a partir del 17 que, esta vez sí,
paraliza el país. De nueve a diez millones se sumaron a ella.
El
declive del movimiento viene precedido por la conciliación de los dirigentes sindicales
del PC y PS con el gobierno. El 27, se alcanza un acuerdo entre los dirigentes
de las principales centrales de trabajadores, asociaciones empresariales y el
gobierno. Se aumentará el salario mínimo un 14%, se reducirá la jornada laboral
y la edad de jubilación. Aun así, los trabajadores de la Renault y de otras
empresas se niegan a volver al trabajo.
El
29 de mayo, de Gaulle realizó una visita secreta al general Massu, quien dirige
las tropas francesas estacionadas en Baden-Wurttemberg, con claras intenciones
de coordinar un probable aplastamiento militar de la revuelta. No obstante, al
día siguiente, el presidente acomete su mejor rol dramático, cuando, por radio
y TV, anuncia la disolución de la Asamblea Nacional y que las elecciones se
llevarán a cabo en un plazo breve. Pide apoyo a los franceses “contra la amenaza
del comunismo totalitario”. Georges Pompidou, premier, hace alusión al uso de la
fuerza para mantener el orden, en caso de ser necesario.
El
show electoral, los ofrecimientos de mejoras laborales, las amenazas sobre una posible
utilización del ejército a fin de coartar la revuelta, hace que la mayoría de
las huelgas se deponga y que los trabajadores abandonen sus puestos en los
combates. Los estudiantes aun pelearían por otro mes.
En
la primera ronda de las elecciones (23/06/68), el eje PC-PS pierde terreno. En
la segunda, una semana después, los partidos de la derecha obtienen una
contundente mayoría.
Una
elección extraordinaria se lleva a cabo en abril de 1969. El aún presidente de
Gaulle pide a los votantes decidir si continua o no frente al ejecutivo. El 27
de abril, pierde el plebiscito. Le sucedería Pompidou, electo el 1 de junio del
mismo año.
Equipo Internacional –CAD CHILE
Mayo 17 de 2015
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