Chile: “El proyecto de ley de carrera docente del gobierno es lumpenesco y anticientífico”
Entrevista con Rodrigo
Cornejo, Doctor en Psicología, académico de la Universidad de Chile,
investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas y de la Red de
Estudios de Trabajo Docente, y miembro de la campaña “Para una Nueva Educación
¡a dignificar la Carrera Docente!”
Andrés Figueroa Cornejo
El otoño de Santiago de
Chile 2015 transcurre frío, seco, sucio. Corren los tiempos de la crisis del
sistema de partidos políticos dominante
(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=198683) y de los intentos mediáticos de
convertir el asesinato a balazos de dos jóvenes estudiantes en Valparaíso
durante la última protesta por la Educación Pública en un hecho policial y de
‘seguridad ciudadana’, cuando se trata de la expresión de un liberalismo de
rasgos fascistoides que facilita el crimen y la impunidad contra la lucha justa
de los jóvenes.
Paralelamente, el pasado
20 de abril la presidenta Bachelet presentó su proyecto de ley para imponer un
Sistema de Desarrollo Profesional Docente. Dentro de sus críticos desde el
campo de la enseñanza está Rodrigo Cornejo, Doctor en Psicología, académico de
la Universidad de Chile, investigador del Observatorio Chileno de Políticas
Educativas y de la Red de Estudios de Trabajo Docente, y miembro de la campaña
“Para una Nueva Educación ¡a dignificar la Carrera Docente!”.
-La carrera docente es una
demanda histórica de los profesores/as de Chile. Sin embargo, el Proyecto de
Ley que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente de la presidenta
Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría ha provocado una fuerte resistencia entre los
educadores/as del país. ¿Por qué?
“En general, en la mayoría
de los países capitalistas existen leyes laborales especiales para los
profesores/as y a ellas se les denomina carrera docente, debido a la naturaleza
del trabajo de los educadores/as, por su función y el proceso estratégico que
cumplen socialmente. A ello se le ha llamado más o menos carrera docente. Esto
es, a las formas docentes, a la incorporación al trabajo desde la universidad;
a cómo se desarrolla la profesión ya trabajando (escalafones y modos de
ascenso), a las capacitaciones y formación durante el trabajo, y finalmente, a
las jubilaciones. Todo eso es una carrera docente en el lenguaje coloquial de
los profesores/as. En los distintos países se traduce en un verdadero Código
Laboral para los profesores/as (normativas sobre jubilación, horario,
vacaciones, enfermedades profesionales, acceso a la cultura, etc.).”
-¿Con qué ejemplos puedes
graficar lo anterior?
“Con lo que ocurre en
Finlandia y Cuba. En esos países tienen muy claro que las clases son por la
mañana y que por la tarde los niños, niñas y jóvenes tienen que descansar y
jugar, y los docentes deben descansar, formarse y capacitarse. En Finlandia se
promueve que los profesores/as tengan posgrados de investigación y en Cuba permanecen
muy ligados a la universidad. Para que el trabajo matinal con los chicos/as sea
bueno y productivo, tiene que existir un trabajo intelectual creativo,
reflexivo y formativo necesariamente colectivo a lo largo de toda la carrera
del maestro/a. En Chile no ocurre nada de esto.”
-¿Y los educadores/as y
estudiantes deben rendir muchas pruebas estandarizadas?
“En Finlandia apenas son
voluntarias y cuando las dan, les va súper bien. En Finlandia, de hecho, no hay
un Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE) ni Evaluación
Docente, como en Chile. Existe otro modelo educativo.”
-¿Cuál?
“Algunos le han llamado
‘La Cuarta Vía’ y consiste en recuperar la función social de la educación y
pensar a la escuela como el lugar donde se despliega esa función social. Hay
mucha confianza en las comunidades y su fortalecimiento.”
“La lógica del proyecto es
mercantil”
-¿Qué tipo de docente
promueve la ley de Bachelet, entonces?
“En ese ámbito hemos
ingresado desde el Observatorio Chileno de Políticas Educativas
(http://www.opech.cl/) y desde la Campaña “Para una Nueva Educación ¡a
dignificar la Carrera Docente!”
(https://www.facebook.com/pages/Para-Una-Nueva-Educaci%C3%B3n-a-Dignificar-La-Carrera-Docente/848673688518036)
. Con el proyecto legal el gobierno no termina con las lógicas de mercado ni en
la formación de pregrado ni en los servicios educativos; y simplemente se
establecen cinco niveles entre los profesores/as: inicial, temprano, avanzado,
superior y experto (los últimos dos son optativos). ¿Qué es lo nuevo? En
algunos años más todos los docentes tendrán que ser evaluados para llegar a uno
de esos niveles, y cada nivel redundaría en diferencias salariales importantes.
Entre el primer y último nivel se duplicaría la remuneración. La ley impactaría
en alrededor del 90% de los educadores/as: en los del sector municipal
(público) de manera inmediata y en los del sector particular subvencionado,
gradual y obligatoriamente.”
-Que los educadores/as
obtengan mejores remuneraciones también es una reivindicación vieja…
“Ahora, desde la propia
lógica del proyecto, que es mercantil, todavía la ley tiene que pasar por una
serie de debates parlamentarios, comisiones y desconocemos cómo terminará.
Además los incrementos salariales estarán sujetos a las partidas
presupuestarias a escala nacional que también varían. Lo problemático,
asimismo, es que el eventual mayor gasto en salario docente no lo va a tener
que poner el sostenedor del establecimiento (concesionario privado de escuelas
y liceos, que corresponde a un 45% de todo el sistema escolar y que sumado a
los colegios privados-privados, alcanza un 53% de la totalidad educativa
primaria y secundaria del país), sino que el Estado. Esta es una contradicción
esencial del proyecto.”
Otro negocio lucrativo más
en la educación
-¿Cómo pasaría el docente
de un nivel a otro?
“A través de una
evaluación individual, compuesta por una especie de calificación pedagógica que
aún no está clara de qué se trata, y una prueba de contenidos.”
-¿Y quién realizaría las
pruebas y evaluaciones?
“La ley sólo dice que el
Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas
(CPEIP) del Ministerio de Educación “visará” esos mecanismos. Esto es, se
externalizarían, se concesionarían, se tercerizarían a agencias y empresas
privadas las evaluaciones a los docentes. Al igual como ocurre con sus
capacitaciones desde hace tiempo. El Estado, mediante el CPEIP, sólo se
encargará de “timbrar” todo el proceso para que lo ejecuten los privados. En
palabras del liberalismo de punta chileno, se abriría ‘un nuevo nicho de
mercado en la educación’. Por otra parte, y está suficientemente probado por la
realidad en todo el mundo, los oficios que tienen que ver con los afectos, con
la emoción, con el sentido, con la construcción de confianzas, con procesos
humanos complejos y con la ética, como el trabajo docente, son muy difíciles de
evaluar. En general, los países, salvo Estados Unidos, no realizan evaluaciones
docentes individuales.”
-¿Por qué?
“Si un profesor saca una
muy buena nota en una prueba de contenidos, no hay ninguna evidencia cabal de
que esa persona sea un buen pedagogo. Porque las Ciencias de la Pedagogía sí
existen y sí establecen claramente las diferencias entre un profesional docente
y otros profesionales. Y esta prueba corresponde a la mitad de la evaluación
propuesta por el gobierno. La segunda parte corresponde a la evaluación de
habilidades pedagógicas.”
-¿Y cómo se medirían las
habilidades pedagógicas individuales?
“El profesor tendría que
realizar una planificación pedagógica, ser grabado durante la realización de
una clase, etc. Pero al respecto, la propia evidencia científica de los países
capitalistas señala que la evaluación de habilidades pedagógicas también es muy
arbitraria. Por ejemplo, nada garantiza que las planificaciones entregadas por
el docente para ser evaluadas se efectúen en la realidad. La ciencia indica que
el trabajo docente es un trabajo afectivo, moral y de vínculo que no puede
evaluarse como se mide cualquier prueba de conocimientos.”
-¿Entonces?
“Aquí hay un problema de
fondo y epistemológico: la ley quiere evaluar algo que por su naturaleza, no se
puede evaluar. Por otro lado, para que los educadores/as realmente lleven a
cabo un desempeño coordinado y colectivo para bien de los estudiantes, debe
existir primero un sistema que lo favorezca y que lo apoye. Lo que sucedía en
Chile antes del golpe de Estado de 1973 era parecido a ello. Lo que existe en
Finlandia y en Canadá hoy, es parecido a ello. Y me refiero a países que
cuentan con lo que suele llamarse ‘una buena gestión educacional’.”
“Con el cuchillo en la
mano”
-¿Qué tipo de sistema
escolar tiene Chile y que la nueva ley quiere seguir promoviendo entre los
docentes, en consecuencia?
“Un sistema que no
favorece la creación de una comunidad educativa que beneficie a estudiantes y
profesores/as. Por el contrario, la nueva ley sólo lleva a que el docente
trabaje solo, individualmente. Se plantea que la legislación seguirá el modelo
de la ya existente Asignación Variable por Desempeño Individual (AVDI), una
pequeña estructura de bonos que funciona en Chile. El AVDI lo paga el Estado a
través de un monto establecido. Por tanto, ya observando la nueva ley, no es
posible asegurar que el Estado tenga los recursos suficientes para pagar a
todos los educadores/as bien evaluados en el nivel cinco, por ejemplo. Al igual
que el AVDI, para el cumplimiento de la propia ley del gobierno no
necesariamente están los dineros para financiarlo, o son limitados. Esto
significa que los profesores/as van a tener que competir entre sí para acceder
al nivel cinco de evaluación, y si una buena cantidad de ellos/as aprueba el
nivel cinco, no alcanzará el presupuesto fijado para todos/as. En resumen: los
docentes serán evaluados individual y no colectivamente, y además, los recursos
para financiar los distintos niveles es acotado.”
-Por ejemplo…
“Un colegio de tamaño
medio cuenta con treinta profesores/as. Imagina que ese ese establecimiento
sólo haya dos cupos para acceder al nivel cinco. ¿Qué pasará? Al educador/a que
postula le convendrá que a sus demás colegas que postulan con él, les vaya mal.
Esto es, se instala la competencia en el peor de sus sentidos al interior de
las comunidades educativas. Si la ley se aprueba tal como está significa la
lápida de muerte para la comunidad educativa. Y eso conlleva problemáticas
consecuencias para los estudiantes, los padres y apoderados/as.”
-Pero si la lógica ultra
liberal del “yo me salvo solo y a como dé lugar” que rige en Chile desde la
instauración de la tiranía hasta hoy termina de copar la educación, en la
escuela primaría un orden lumpen…
“Suena brutal, pero eso ya
está instalado entre los estudiantes a través del ‘ranking’ escolar. Ahora se
quiere instalar definitivamente entre los profesores/as. Sistemas de evaluación
de este tipo son nefastos para los trabajadores/as en general y para su salud
mental, en particular.”
-¿Cómo significarías para
el trabajo docente la aplicación de una ley así?
“Como anticientífica. Va a
contrapelo de los avances, debates y consensos tensionados de las Ciencias de
la Educación. La comunidad científico-docente ha concordado en que el oficio
pedagógico es colectivo. Nunca el rendimiento de un niño, niña y joven depende
de un profesor. Lo que realmente educa son las culturas escolares, la
convivencia, la comunidad. El trabajo docente es eminentemente ético y moral:
el docente que logra más posibilidades para que el estudiante aprenda (no que
memorice), tiene un sentido trascendente respecto de su quehacer. Tiene un
propósito moral que es colectivo y que se pregunta qué tipo de ser humano se
busca formar. Para que exista posibilidad de aprendizaje tiene que haber un
conjunto de propósitos compartidos por la comunidad. Eso implica colaborarse,
ponerse de acuerdo. Asimismo, el trabajo docente es obligatoriamente afectivo y
vincular. Lo que hace posible que un estudiante aprenda es la relación que
establece con sus profesores/as. Todo lo anterior no se condice con que los
trabajadores de la educación vayan con el ‘cuchillo en la mano’ en contra de
sus pares a la hora de una evaluación. Por eso el proyecto de ley del gobierno
es lumpenesco, contiene graves errores metodológicos, y es anticientífico.”
-La ley se aplicaría
paulatinamente también al sector particular-subvencionado por el Estado, que
desde el 2012 es más grande que el municipal-estatal. Si los docentes van pasando
de un nivel a otro en un establecimiento particular-subvencionado, ¿quién paga?
“La ley es majadera al
respecto: el Estado. De esta manera el gobierno tranquiliza a los sostenedores
privados de la educación, pero a costa de una paradoja. La dependencia laboral
del docente es con el sostenedor privado del establecimiento, sin embargo, los
eventuales aumentos salariales serían financiados por el Estado, y los
trabajadores/as docentes seguirían normados por el código laboral vigente.
Entonces, un profesor/a bien evaluado de todos modos podría ser despedido en
diciembre y ser recontratado en febrero del año siguiente. En resumidas
cuentas, el proyecto de ley fortalece las arbitrariedades del
lumpen-empresariado de la enseñanza. Además, en la mayoría de los países del
mundo los educadores/as tienen un contrato directo con el Estado, no con un
privado.”
-¿Qué intereses refleja el
proyecto de ley, entonces?
“Refleja una
sobreideologización liberal. Es ridículo y peligroso aplicar ideas sin
contrastarlas con la realidad. Las ideas provienen del Management (gestión de
procesos de negocio). Son una creación ‘del padre’ del capitalismo
fundamentalista en Chile, Milton Friedman (‘Capitalismo y Libertad’). Se trata
de un ‘deseo’, sin importar que sea científico o no, educativo o no. Un ‘deseo’
que consiste en que los seres humanos se saquen los ojos compitiendo entre sí,
no importando las consecuencias ni la propia humanidad.”
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