El
pasado miércoles 27 de mayo de 2015,
Tamara Sol Farías Vergara comenzó a ser trasladada de penal desde la
cárcel de San Miguel a la Sección de Alta Seguridad del mal llamado "Centro
de Orientación Femenina", C.O.F., ubicado en Vicuña Mackenna con Ureta Cox,
en San Joaquín.
La
gendarme Jenny Muñoz Gajardo, que ostenta el grado de Comandante, está a cargo
del encierro de más de 500 mujeres en el centro de exterminio "Cárcel de
San Miguel". Ella es una fiel representante del abuso policial y de la
lógica carcelaria de castigo y control sobre las personas y es por lo que
recibe sus buenos millones. Esta
uniformada se desquitó con Tamara Sol y no dejó que se despidiera de sus
compañeras de módulo, la mandó a sacar a la fuerza, sin darle tampoco la
posibilidad de guardar sus cosas personales (sus compañeras le enviaron lo que
pudieron en una bolsa que aún no le pasan).
Nos
cuentan que Tamara Sol resistió con golpes, gritos y escupitajos el ser
reducida por las gendarmes, sin embargo fue esposada y encerrada en una jaula
aislada, en espera del traslado de penal. Esto aconteció hoy en la tarde, entre
17:00 y 18:00.
Aún
no sabemos cuál será el lugar específico donde gendarmería decide encerrar a
Sol ahí en el C.O.F. de San Joaquín. De eso dependerán los días y horas de
visitas y encomiendas. Estaremos
informando.
Recordemos
que el hecho ‘punible’ por el que se acusa a Tamara Sol ocurrió durante un
intento de expropiación de la sucursal Estación Central del Banco del Estado,
el 21 de enero de 2014, y nótese la rapidez de la (in)justicia en este caso,
pues fue capaz de sentenciar a solo un año de acontecida la fallida acción.
La
defensa de la compañera ha argumentado una imputabilidad disminuida, debido a
que la compañera se encontraba con su salud mental alterada al momento de la acción
que se penaliza y, además, el baleo al guardia no tuvo un carácter premeditado,
como alegaban los querellantes.
Esa
misma (in)justicia, que es tuerta, pues sólo mira hacia el pueblo y los
luchadores sociales, fue capaz de facilitarles penas ‘rebajadas’ a tres de los
pacos que asesinaron a los entrañables hermanos Vergara Toledo y de absolver a
un cuarto esbirro, mientras que hoy se muestra fulminante, intolerante y
revanchista con una hija del pueblo. Es esa (in)justicia, que demoró sólo un
año en sentenciar a Tamara Sol, la que en el caso de sus familiares, un emblemático
crimen de lesa humanidad, se tardó 25 años, imagínense eso, ¡25 años!, en
aplicar unas miserables penas y sólo para algunos de los agentes estatales
involucrados.
¡TAMARA SOL A LA CALLE!
¡A CONVERTIR LA INDIGNACIÓN EN PODER POPULAR!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa - Chile
Mayo 29 de 2015
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