¡Todo Chile a Protestar y Parar éste 2017!
¡Todas las Luchas, Una Lucha!
La marcha nacional
del pasado domingo 26 de marzo,
desplegada con el fin de exigir el fin del
sistema de ahorro forzoso previsional de las AFP, contó con más de un millón de
personas a lo largo de Chile; también fue un éxito de participación la
movilización del martes 11 de abril,
cuando cientos de miles de estudiantes marcharon por las calles de las
principales ciudades del país reclamando firmemente por un mejoramiento estructural que de verdad permita que Chile cuente con una
Educación gratuita, pública, de calidad y democrática; finalmente, significativas
y relevantes fueron las acciones
callejeras y de masas en torno al 1º de Mayo recién pasado (obviamente no
nos referimos a los “desfiles cívicos y festivos” convocados por la mafia de la
CUT), desplegadas a partir de las organizaciones sindicales clasistas y
combativas, pero a las cuales se plegaron ésta vez algunas más tradicionales:
de trabajador@s públic@s, el profesorado, de la minería, etc.
Son cada día más
vastos los sectores de los pueblos y l@s trabajador@s que muestran a las claras
que no se compran los ficticios ofertones del montón de mantenedores del modelito
heredado de la dictadura que encabeza Bachelet, a la vez que se resisten a
aceptar los cantos de sirena de una derecha que se disfraza con piel de oveja,
pero a la que se le asoma el colmillo a cada momento.
Se acrecienta en la
conciencia de extensos sectores de los pueblos y los trabajadores del país que lo
que se requiere en ésta hora es más que
simples marchas, con todo lo multitudinarias que ellas puedan llegar a ser, para
lograr volcar a favor del Movimiento Popular la actualmente desfavorable correlación
de fuerzas respecto de nuestros enemigos.
Se siente por doquier la
necesidad de contar con una unidad más que episódica de los representantes de
la franja más aguerrida y consciente de la clase trabajadora, con una organización
que de la pelea en toda la línea por nuestras demandas y que sea capaz de impulsar una lucha constante
y extensa a fin de lograr su consecución. Se impone el hecho que son estos últimos
los factores que permitirán al movimiento popular, de los explotados y
excluidos, avanzar a paso firme a dar una efectiva resolución de sus más que justos
reclamos político-sociales, económicos, socioambientales y culturales.
Creemos que ya va
siendo tiempo de pasar del enunciado y del reflejo de la variada y difícil realidad
de l@s de abajo, todo lo cual debe seguir siendo igualmente proclamado, abriéndose
a dar el paso cualitativo a la construcción del sujeto político-social que encarnará
el contrapoder de l@s oprimid@s, excluid@s y explotad@s de esta aporreada
porción de tierra. Creemos firmemente
que será la lucha rupturista, infatigable, consecuente y multisectorial, junto
con la organización y unidad de tod@s aquell@s que se ven afectados -directa o
indirectamente- por el orden impuesto por los dueños de éste país, lo que abra paso
a la conformación de una gran fuerza político-social de los pueblos y l@s
trabajador@s de Chile. Y ésta potente fuerza de l@s de abajo, convertida en
un ariete, será la que nos permita golpear con audacia y efectividad las bases
de un sistema inicuo, discriminador y súperexplotador, que expolia nuestros
recursos y destruye nuestros modos de vida y entornos naturales, sistema que
sólo existe para servir los intereses de una ínfima minoría de ricos, quienes a
su vez alimentan a una comparsa de politicastros y paniaguados que les
mantienen y reproducen su orden.
La crítica
realidad actual reclama la unidad del movimiento de trabajador@s
Chile se ha
convertido en un país donde todos los derechos esenciales les son negados,
desconocidos o descuidados a la mayor parte de sus habitantes, tanto por parte
de los gobiernos de la Concertación-‘Nueva Mayoría’ (que sigue gobernando para
la misma Minoría), como por el conjunto de los poderes del Estado, la derecha y
el empresariado. Nos referimos a aquellos derechos conquistados mediante largas
y arduas luchas populares y que se orientaban a proteger la vida, la salud, la
educación, a proporcionar justicia y libertades plenas, y que hoy sencillamente
se han convertido en un mero negocio para el lucro y el mayor enriquecimiento
de unos pocos grupos monopólicos aliados dependientemente al capital
transnacional. Ante tanto atropello a la
dignidad de l@s chilen@s, se transforma en un deber para todas y todos protestar
y combatir decididamente por el rescate y el ejercicio de esos derechos que a
diario nos son prohibidos y pisoteados.
Los pueblos y los
trabajadores de Chile sentimos en carne propia el abuso y el robo que diariamente
nos infligen, la mayor parte de las veces coludidos entre sí, las farmacias,
las AFP, las Isapres, los supermercados, los bancos y financieras, las
productoras de pollos, lácteos y alimentos en general, los elaboradores de papel
higiénico, los medios de transporte, los politicastros a pago del gran capital
y los ladrones que integran éste último, con reconocidas caras como los Matte,
los Luksic, los Piñera, los Falabella, los Angelini, los Paulmann, los Lerou,
los Yarur.
Junto a las desgracias
anteriores, el modelo monopólico-financiero impuesto a sangre y fuego bajo la
dictadura cívico-militar significó también la desnacionalización de nuestros
recursos naturales, proceso del que se han beneficiado sólo un puñado de
capitales internos en alianza con transnacionales mineras y de la energía. Luego de 1990, el modelo económico-social heredado
de la dictadura ha sido muy bien administrado por los gobiernos de la Concertación (hoy Nueva ‘Minoría’) y de la Alianza por
Chile. Así, nuestros recursos naturales, los que bien podrían financiar un
proyecto de desarrollo sustentable, realmente orientado a beneficiar a las grandes
mayorías, hoy son indiscriminadamente explotados por corporaciones imperialistas
y por grandes capitales internos, quienes obtienen pingues ganancias al haberse
adueñaron a precio vil de la riqueza que alguna vez perteneció a todos los
chilenos.
Padecemos en la actualidad los
efectos de una economía y de un orden político-social al servicio de los
empresarios y sus sirvientes, quienes exigen cada vez mayores grados de
explotación y de flexibilización laboral, riéndose de los derechos de tod@s l@s
Trabajador@s. Nos obligan a endeudarnos para adquirir los bienes y servicios básicos
y nos someten a las leyes del mercado para lograr sobrevivir.
Ante ello, y como lo demostrara
la inmensa movilización nacional del pasado 1º de Mayo, cuando quedó más que
clara la existencia de una verdadera hambre por parte de la gran mayoría
nacional por contar con un amplio y potente Movimiento de Trabajador@s, es
hora que cristalice la unidad
en la lucha al interior de éste, lo cual –nos asiste el convencimiento- surgirá
a partir de su franja más de avanzada, sus bases y orgánicas político-sociales.
¿Hasta cuándo esperaremos que la
unidad y la movilización provengan de la CUT o del espíritu santo? ¿Qué es lo
que hace falta aún para que caigamos en cuenta que se hace urgente la
convocatoria a un Congreso Nacional de fundación de una Central de Trabajador@s
clasista y combativa? ¿Hasta cuándo esperaremos que la camorra que encabeza la
CUT se allane a la imposible tarea de democratizar su feudo y llame al combate en
contra de los explotadores y chupasangres, nacionales y extranjeros?
Son las organizaciones actuales
de los explotad@s, de los sectores público y privado, las más preclaras y
jugadas por los intereses de sus bases y del Movimiento Popular todo, las que
deben reunirse de una buena vez en un cónclave, del que sólo pueden salir con
la ansiada nueva que ya contamos con una gran organización nacional de l@s
trabajador@s, una que sea de pelea, clasista, consecuente hasta el final y que
sea capaz de unificarse con todos los sectores y frentes hoy en pie de guerra
con el sistema de los patrones para que -todos juntos- les demos de una buena
vez su merecido.
Afirmamos que para avanzar
en la materialización de la Multisectorialidad y la Unidad se requiere poner
todo el compromiso, la voluntad y todas las capacidades de quienes componen las
organizaciones sindicales. Es fundamental que la idea se plasme en todos y
todas quienes componen dichas orgánicas y no sólo debe ser asumida por sus dirigentes,
sino que son las bases de las mismas las que deben hacer carne y sangre dichos principios.
Dicha
lucha Multisectorial y Unitaria de l@s trabajador@s, para ser eficaz, debe
ligarse y recoger todas y cada una de las Demandas Sociales y Populares,
participando todos los sectores afectados por el enemigo común en la
construcción de Pliego Nacional de las Demandas de los Pueblos y l@s Trabajador@s. El objetivo central
del período apunta a la construcción de la Fuerza Social Popular y de l@s
Explotad@s, plasmando en la práctica el axioma revolucionario de la Unidad en
la Acción, no anteponiendo los principios particulares, permitiendo la
inclusión, la operatividad, la plasticidad del movimiento y, por sobre todo, golpeando
todos juntos, como uno solo, en pos de imponer y resolver definitivamente el
gran Pliego o Programa de la inmensa mayoría nacional.
Por todo lo anterior, convocamos
a protestar y paralizar durante 2017, tod@s unid@s y multisectorialmente, por el Gran Pliego de los Pueblos y l@s Trabajador@s de Chile, el cual extensos
sectores populares ya están levantando.
¡Por todas y cada una de las demandas de los
pueblos y los trabajadores de Chile; todas las luchas, una lucha!
¡Sueldo Mínimo para Trabajador@s y Jubilad@s de
$440.250!
¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!
Colectivo Acción Directa
CAD –Chile
Mayo 7 de 2017
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