“El eje de la Resistencia atemoriza a Estados
Unidos y sus aliados”
Si algo
quedó claro, en la visitada efectuada por Donald Trump a la Palestina histórica
ocupada por Israel a partir del año 1948 y posteriormente su reunión con el
presidente de la Autoridad Nacional Palestina – ANP – en la ciudad de Bayt Lahm
en la también ocupada Ribera Occidental es que el Eje de la resistencia debe
redoblar sus esfuerzos en la defensa frente a los ataques de Washington y sus
aliados sionistas
En Resumen Latinoamericano –public. 29/5/17
La primera etapa del
periplo de Trump, por tierras de Oriente Medio, significó aterrizar en Arabia
Saudí, dominada por la Monarquía wahabita. Allí quedó establecido que la
República Islámica de Irán le quita el sueño a la alianza tripartita entre el
Imperialismo. Sionismo y el wahabismo. Gran parte de las discusiones, entre ellas
las que se dieron en el denominado Foro Para la Lucha Contra el
Terrorismo y el Extremismo y en la pomposa pero ineficaz Cumbre
Islámica-Árabe-Estadounidense se centraron en atacar a la nación Persa.
El temor a Irán
A
Irán se le acusa de todos los males de Oriente Medio. Ello, en virtud del papel
de liderazgo que lleva a cabo la nación persa desde el año 1979, tras el
triunfo de su revolución. Ya sea por la propia defensa de su soberanía, como
por el apoyo a la lucha de otros pueblos de la región por su libertad en la
contienda llevada a cabo contra las fuerzas terroristas que operan en Siria e
Irak.
La centralidad puesta en la defensa de los derechos del pueblo palestino y sus anhelos de autodeterminación. La alianza tejida con el gobierno y la sociedad siria, el Movimiento Hezbolá, el sostén otorgado al Movimiento Ansarolá y su destacado papel en el combate directo contra el takfirismo, el sionismo y todas aquellas fuerzas que se han empecinado en violentar a los pueblos musulmanes.
La centralidad puesta en la defensa de los derechos del pueblo palestino y sus anhelos de autodeterminación. La alianza tejida con el gobierno y la sociedad siria, el Movimiento Hezbolá, el sostén otorgado al Movimiento Ansarolá y su destacado papel en el combate directo contra el takfirismo, el sionismo y todas aquellas fuerzas que se han empecinado en violentar a los pueblos musulmanes.
En
Riad se vivió un show, una puesta en escena que pretendía hacer aparecer como
luchadores de la libertad a aquellos que han sido responsables de la muerte de
millones de personas desde Libia, pasando por Yemen, Bahréin, Siria, Palestina
e Irak entre otros pueblos sometidos a las ambiciones de Washington, su aliados
europeos y sus herramientas políticas y militares regionales. Sus puntas de
lanza expresadas por la entidad sionista, Arabia saudí y las Monarquías
Ribereñas del Golfo Pérsico.
En
Riad la hipocresía no se pudo ocultar cuando los principales financistas y
avales del terrorismo takfirí rasgaron vestiduras en defensa de la vida,
firmando declaraciones y compromiso de lucha contra los movimientos
terroristas, mientras que con la otra mano se firmaban los cheques para la
compra de armas, suministros, pago de salarios y financiamiento global de los
mismos grupos y bandas que han sembrado de muerte y destrucción tierras del
Magreb, Oriente Medio y Asia Central.
La
otra etapa del show de Trump en Oriente Medio se vivió en el momento mismo que
el presidente estadounidense aterrizó en el aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv.
Y hablo de Show pues las expectativas que medios occidentales habían presentado
respecto a todo un panorama de esfuerzos diplomáticos destinados a permitir la
reanudación de las conversaciones entre palestinos e israelíes simplemente fue
un volador de luces, sin resultado alguno.
Se
mencionaba la posibilidad, que al fin el tema de los asentamientos tuviera una
decisión que implicara el cese de las construcciones ilegales en los
territorios ocupados de la Ribera occidental – teniendo claro que nunca se
mencionó el retiro de estas construcciones ocupada por colonos extremistas –
Incluso que el paso fronterizo entre Jordania y el West Bank – el denominado
Puente del rey Hussein o Puente Allemby – controlado por las fuerzas ocupantes
de Israel tuviese mayor flexibilidad. Sobre el supuesto traslado de la Embajada
de Washington de Tel Aviv a Al Quds no se haría mención alguna y se forzaría
por parte del gobierno estadounidense a que se avanzara en la solución del
estatus definitivo de los territorios ocupados.
Nada
de ello sucedió, tal como era imaginable, no sólo por el escaso peso político
de Trump en materia internacional, sino porque la entidad sionista no está
dispuesta a ceder un ápice en su decisión de negar la posibilidad de
autodeterminación al pueblo palestino. No hará nada por impedir que se siga
construyendo en los territorios ocupados y se intensificarán los esfuerzos para
anexionar asentamientos tras la línea verde en Al Quds a los territorios de la
Palestina histórica ocupados por la entidad sionista. Trump no tuvo mención
alguna a las reivindicaciones palestinas. Primero porque no tiene interés
alguno, segundo porque su alianza es con el sionismo y tercero porque está
dispuesto a seguir apoyando el crimen, el apartheid y la violación de los
derechos humanos de millones de seres humanos en virtud de sus intereses
geoestratégico.
Esta
visita de Trump no modificó nada de lo que ha sido la política de ocupación por
parte de la entidad sionista de los territorios palestinos desde el año 1967 en
el caso del West Bank y Un cuarto de siglo que ha mostrado la consolidación de la política del apartheid, la construcción
de más y más asentamientos en la Ribera occidental, que hacen imposible, en la
práctica, lograr la conformación de un Estado palestino. Y esto es así pues,
¿quién va a obligar a la entidad sionista a sacar a 650 mil colonos
considerados los más extremistas dentro de la ideología sionista:
estadounidenses, argentinos, franceses, rusos, ingleses, entre otras
nacionalidades que han viajado desde sus países para ser parte de una política
de saqueo y apropiación ilegal y criminal? Israel ha conseguido con el engaño
de Oslo, simplemente concretar un sistema de apartheid tanto o más criminal que
el desaparecido sistema de segregación sudafricano.
En
ese marco ¿cuál es el sentido de reanudar conversaciones cuando los objetivos
del sionismo son exterminar a la población palestina? ¿Cuál es el sentido
cuando Netanyahu y su gobierno dominado por ultranacionalistas y extremistas
aspiran a la anexión total de la Ribera Occidental? Hace bien el pueblo
palestino que salió a las calles en Gaza, Nablus, Al Quds, Bayt Lahm, Al Jalil,
Tulkarem a expresar su repudio, no sólo a la visita de un mandatario como
Donald Trump, que ha prometido todo su apoyo político, diplomático, financiero
y militar a Israel, sino también ha expresado que organizaciones legítimas del
pueblo palestino como Hamas, representan movimientos que deben ser calificados
de terroristas. La dignidad obliga a manifestarse y repudiar visitas cómplices
del crimen, como también dar a conocer que a a pesar de la limpieza étnica
realizada por el sionismo el pueblo palestino está vivo y dispuesto a seguir
luchando.
El Sionismo Como ideología del
Exterminio
La
visita de Trump a la palestina Histórica y aquella que hoy es ocupada por
tropas y colonos extremistas tras la línea verde definida el año 1967 ha
servido, nuevamente, para mostrar a un Israel soberbio, altanero en su posición
de potencia ocupante de un territorio usurpado. Un Israel sordo, ciego y mudo a
la necesidad de avanzar en la autodeterminación del pueblo palestino pues, tal como lo afirma el Vicecanciller palestino Tayser Farahat en una entrevista
con este cronista “no aceptar la solución a un conflicto que se extiende ya
por 70 años es acrecentar los conflictos. Tener paz en Palestina es un tremendo
catalizador para la paz en la región y permite enfrentar al sionismo y su
estrategia de expansión en toda la región”. Pero ¿Cómo tener paz con un vecino
tan belicoso y que considera a los palestinos como seres humanos de segunda
categoría?”.
Efectivamente,
¿cómo tener paz con quien hace de la guerra su elemento vital, su sostén
ideológico y político. Una entidad que bajo el marco de la guerra vive del
apoyo financiero y militar de los gobiernos estadounidenses, del lobby judío en
el país norteamericano, en Francia e Inglaterra, fundamentalmente. Y que, bajo
el marco de la industria del holocausto – como lo ha definido el académico
judío Norman Finkelstein – ha tejido un desarrollo como entidad del cual sigue
usufructuando. Esto, mientras al mismo tiempo somete a otro pueblo como el
palestino a conductas que se supone haber vivido: expulsión de sus hogares,
demolición de viviendas, segregación por su origen étnico, usurpación de
tierras, construcción de guetos, limitación de su cultura, lenguaje, borrar su
historia, asesinar sus jóvenes, considerar a todo un pueblo como ganado,
despreciarlo, aniquilarlo bajo el mito que son un pueblo elegido y superior.
La
dictadura cívico-militar israelí en su política de considerar a la sociedad
palestina como una sociedad de seres inferiores sancionó una medida propia del
nacionalsocialismo del que tanto hacen memoria las autoridades y la historia
israelí. El día 7 de mayo del 2017 el gabinete del gabinete del régimen israelí
aprobó, por unanimidad, un proyecto de ley que elimina el árabe como lengua
oficial en los territorios palestinos ocupados. Esto bajo el amparo de la ley
de nacionalidad israelí que define a la entidad sionista como “Un Estado
nacional para los Judíos” borrando el árabe como lengua oficial.
En
la estrechísima capacidad política de Trump para entender el problema que
aqueja a Oriente Medio, donde el tema palestino ocupa un lugar central – considerada
la levadura del conflicto en esa zona del mundo – no hubo mención alguna a la
política que su aliado israelí lleva a cabo, no sólo contra el pueblo
palestino, sino también para otros pueblos de la región como El Líbano y Siria
fundamentalmente. Por ello, no fue extraño que a la luz de este encuentro entre
Trump y Netanyahu se fueran definiendo las líneas que muestran al otro enemigo
del binomio imperialismo-sionismo: el Movimiento Hezbolá, la otra pesadilla que
quita el sueño a los gobernantes sionistas y que aspiran a contar con el apoyo
total de Washington para llevar a cabo una lucha contra este Movimiento que le
ha infringido sus derrotas más dolorosas. Israel no perdona el que Hezbolá lo
haya dejado al descubierto en sus debilidades y como un hijo contumaz en su
conducta desea que el padre lo avale en una nueva aventura militar.
Según
fuentes libanesas, “Washington y Tel Aviv estarían coordinado acciones
destinadas a atacar instalaciones e infraestructura militar de Hezbolá tanto en
territorio sirio como en El Líbano. Sumando en ese ataque al propio ejército
libanés, ya que el actual presidente Michel Aoun es considerado un aliado del
gobierno de Siria, de Hezbolá” y por ende del Eje de la Resistencia, bajo
el liderazgo de la República Islámica de Irán. Si de verdad el sionismo,
avalado por el supuesto aval de Washington y la búsqueda de apoyo en el
wahabismo pretende atacar a Hezbolá, tendrá una dura respuesta a manos del
conjunto del Eje de la Resistencia, oportunidad que puede significar el punto
de inflexión que Oriente Medio necesita para definitivamente asestar un duro
golpe al sionismo y los males que trae aparejado.
La
Ribera Occidental, los Altos del Golán, la Franja de Gaza, la anhelada paz en
Siria e Irak pueden ser alcanzados con la derrota de una de las ideologías más
extremistas de la historia de la humanidad. La propia inteligencia israelí ha
señalado su temor frente al Eje de la Resistencia y las posibilidades que la
unión entre Hezbolá, milicias palestinas, la Fuerza Qud, la llamada Brigada de
Liberación del Golán – Al Nuyaba – fuerzas sirias y que esto signifique la
liberación de los territorios que hoy están bajo el dominio sionista. Así lo
señaló el pasado mes de marzo el Ministro Israelí de los Servicios de
Inteligencia Yisrael Katz, signado con ello una serie de acciones destinadas a
retirar población colona israelí de los territorios cercanos a la frontera con
El Líbano y los Altos del Golán con Siria.
Donald
Trump abandonó Palestina – para continuar su viaje a El Vaticano – sin
concretar nada. Mucho ruido y pocas nueces. Con una retórica banal y simplona
sostuvo que después de hablar con Mahmud Abbas y con Benjamín Netanyahu “el
presidente palestino está listo para la paz y que mi buen amigo Benjamín
Netanyahu también puede decir que tiende la mano para la paz. Pero…hacer la paz
no será fácil y ambas partes tendrán que afrontar difíciles decisiones”.
Indudablemente
su discurso no marcará época y menos aún será recordado como la expresión de
ideas que brillaran por su lucidez. Palabras que no dan cuenta de lo que sotto
voce se discutió y se está definiendo: como hacer frente al Eje de la
Resistencia y su cada día mayor influencia en el desarrollo de los
acontecimientos en Oriente Medio. Del cual tanto el sionismo, el wahabismo y su
padre putativo el imperialismo estadounidense saben que se ha convertido en un
muro contra el cual se estrellarán tarde o temprano.
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“PALESTINA: Comunicado del líder de la
reciente huelga de hambre de los presos políticos palestinos”
Tras 40
días de huelga de hambre, los presos palestinos alcanzaron su objetivo. Pero la
lucha continúa
Resumen Latinoamericano / Agencias / 29 de mayo de 2017
Comunicado del líder de la
reciente huelga de hambre de los presos políticos palestinos
Ahmad Saadat,
Secretario General del Frente Popular para la Liberación de Palestina, FPLP, y
a raíz de la finalización de la reciente huelga de hambre, ha enviado desde su
celda el siguiente comunicado:
Masas
de nuestro pueblo… Nuestra nación árabe… Libres del mundo…
Los
presos, con su firmeza, voluntad y persistencia, han podido frustrar los
intentos para abortar su huelga de hambre y los intentos para desmontarla que,
no excluyeron la utilización de todo el arsenal de represión que contribuyó a
empeorar el estado físico de los presos, a través de prácticas represivas en
contra de los huelguistas, entre las cuales, la política de los traslados
arbitrarios que no cesaron ni hasta en los últimos días de la huelga, además de
las frecuentes intentonas de intoxicación difundiendo mentiras y rumores.
Los héroes presos, se enfrentaron con dureza ante todas estas prácticas y
políticas y elaboraron a lo largo de 41 días, con su propia voluntad de acero,
una nueva gesta, que se puede añadir a la lista de luchas de nuestro pueblo, en
la senda del sucesivo movimiento nacional, en su confrontación en contra de la
ocupación.
Masas
de nuestro pueblo…
Esta
victoria, es también el resultado de los esfuerzos de nuestro pueblo y su
solidaridad con la huelga, ya sean como individuos, como instituciones
nacionales de derechos humanos, populares o como los sacrificios de los
mártires, los heridos y los presos. Además del soporte de las fuerzas populares
árabes a lo largo y ancho de la nación árabe y los hombres y mujeres libres del
mundo, a través de las fuerzas y las organizaciones populares, los comités de
solidaridad, los parlamentarios, las distintas secciones del movimiento popular
antiglobalización, los comités de boicot internacionales BDS. A todos ellos,
que compartieron con nosotros este honroso desenlace para nuestra huelga,
nuestro saludo, consideración y valorización. Y de modo especial, mencionamos
en esta valorización, el papel que ejercieron los familiares de los mártires,
de los heridos y de los presos.
Masas
de nuestro pueblo…
Aunque
es temprano aun para valorar los logros de la huelga, antes de la emisión de un
comunicado oficial del liderazgo de la misma, podríamos afirmar que la
impotencia de la ocupación para romper la huelga o contenerla, es, en sí misma,
una victoria. Y esta victoria, conlleva sus importantes connotaciones, cómo y
en primer lugar, la reafirmación de una verdad que consiste en que los derechos
se arrancan y no se suplican, y que la resistencia ha sido la principal palanca
en las sucesivas estaciones de su revolución. Otra connotación, refiere a que
la diferencias entre las distintas facciones del movimiento nacional de los
presos, añadido a las consecuencias del proceso de división, no impidieron la
unidad de las facciones de acción nacionalista e islamista allá en las plazas
donde hubiera confrontación, siempre y cuando, la brújula se dirigiera hacia el
frente de contradicción principal, que es la ocupación. La tercera connotación,
refiere a que la confrontación no termina con el fin de la huelga, sino que se
debe continuar para fortalecer los logros de la misma, ampliarla, y, en base a
ella, reconstruir y reunificar el cuerpo del movimiento nacional de los presos
y multiplicar su papel en la lucha, abandonando el estado de fragmentación y
división, presentándose como un vivo ejemplo de unidad ante nuestro pueblo, y
favorecer así, a los honestos esfuerzos que se dirigen hacia el abandono del
actual estado palestino de la crisis y cerrar el expediente de la división.
Masas
de nuestro pueblo…
Las
facciones políticas de nuestro pueblo, como mínimo, deberían presentar, para
apoyar a los presos y fortalecer su resistencia, la recuperación de nuestra
unidad nacional iniciando la senda del levantamiento, y abandonando el actual
estatus quo en el que estamos inmersos.
Una
vez más, nuestro saludo a todas las fuerzas nacionales, árabes e
internacionales que contribuyeron en fortalecer la resistencia de los presos y
en hacer llegar su batalla a una seria victoria.
Gloria
para los Mártires
Ineludiblemente
Venceremos
El Secretario
General del Frente Popular para la Liberación de Palestina
Ahmad Saadat
Prisión de Raimon
28.05.2017
Traducido
del árabe por Jamal Halawa
Fuente:
Palestinalibre.org
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Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Mayo 29 de 2017
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