“Alí Rodríguez Araque: ‘La Constituyente es
la única salida’”
El
Embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque, asegura que hoy su país está viviendo un “peligroso aumento de
la intensidad de la acción opositora”. La oligarquía pretende un desenlace
ya: “Quieren sacar al Presidente Nicolás Maduro de Miraflores, pero la
pregunta es cuál sería la opción alternativa, dado el caso hipotético de que lo
lograran”
Por Rosa Miriam Elizalde*
En Cuba Debate –public. 15/5/17
La conversación
tiene lugar en La Habana sobre los feroces ataques internos y externos a la convocatoria para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), donde coinciden grupos de
poder en Estados Unidos, gobiernos aliados, los grandes medios de comunicación
internacionales y la derecha venezolana.
Para
Alí Rodríguez, uno de los intelectuales y dirigentes políticos más reconocidos
de Venezuela, la decisión de Maduro de convocar la Constituye ante es no solo
la mejor, sino la única propuesta política para quebrar el plan golpista y
garantizar la paz en el país, y la estabilidad regional.
“¿Quiénes
son en realidad los que mueven los hilos de esta situación?”, se pregunta Alí. “La
oposición venezolano, como sabemos, no es autónoma. Detrás está el
Departamento de Estado de los Estados Unidos, que lleva al día la información
del sistema financiero, de los procesos económicos venezolanos, de sus fuentes
de inteligencia que son redes muy poderosas”.
La
estrategia ha sido, y es, justificar la intervención “humanitaria”. Después de
lo que fue la cruda experiencia de Corea o de Vietnam, “Estados Unido no manda
a sus chicos a derramar su sangre. Utilizan a mercenarios bien pagados, como ha
ocurrido en Iraq, Afganistán, en Siria. Vietnam les dejó una herida muy
dolorosa en el recuerdo”, asegura.
Han
trabajado duro a través de la OEA con el payaso de Almagro, con magros
resultados, dice el Embajador. “Y no han podido ni siquiera movilizar a la
OEA contra Venezuela. Hay organismos más vivos en América Latina que la OEA, y
lo saben.”
América Latina y el Caribe no
aceptarían la intervención
Se
está aplicando el método que emplearon contra el gobierno de Salvador Allende,
en Chile. Por una parte graves presiones económicas, manifestaciones de
paramilitarismo, apoyo exterior. ¿Para qué tiene Estados Unidos siete bases
militares en Colombia, otra en Curazao y en Cuba? ¿Contra quién es eso?, se
pregunta Rodríguez, quien ocupara varios puestos ministeriales durante la
Presidencia de Hugo Chávez.
Pero
esta opción podría ser muy peligrosa para el Imperio y la oligarquía
venezolana. “Atizar una guerra en Venezuela se convertiría en una chispa que
incendiaría toda la pradera, parafraseado el famoso artículo de Mao. Es
imposible que una situación de esta naturaleza no tenga un efecto inmediato en
toda la región.”
¿Quiere
decir que no lo van a hacer? “No sería la primera vez que un Imperio comete
locuras. Nadie puede descartar que emprendan intervenciones más significativas,
indirectamente y hasta directamente”, añade.
En
Estados Unidos ya existe una ley, emitida por el Presidente Barack Obama, que
define a Venezuela como una amenaza para Estados Unidos. Ese país podría
aventurarse a realizar una “acción preventiva”, a la cual es muy aficionado,
supuestamente para asegurar la paz. Ya lo han hecho contra Libia, Iraq y
en días recientes contra Siria, recuerda.
Entonces,
¿cómo encarar el problema? “La primera condición es que se mantenga el
espíritu combativo del pueblo y que el gobierno bolivariano siga conduciendo
esta situación con la sabiduría que ha demostrado. No se puede mantener
permanentemente al pueblo movilizado, pero sí en estado de alerta, como en
aquella vieja consigna: ‘Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar
por América Latina…’ Aquí el alerta es imprescindible para defender los
conquistas de nuestro pueblo y, también, porque en Venezuela no solo se
defiende el destino de un país sino de toda la región.”
Una
intervención en Venezuela o una contienda civil provocarían una guerra
prolongada y extendida para la región, asegura. “Los pueblos de América
Latina y el Caribe no se quedarán como simples observadores de una tragedia
como esa. No tengo dudas de que muchos se convertirían en actores de primera
línea.”
La oposición está casada con el
Imperio
La
oposición venezolana está casada con intereses imperiales y no se puede ignorar
que en estos años se creó un sector espeso de la clase media que piensa como
burgueses y se han aliado a los sectores más reaccionarios. Pero en medio de
este torbellino –asegura Alí Rodríguez-, “la Revolución debe buscar una
salida pacífica, que conjure el peligro de un vasto derramamiento de sangre”.
De
ahí surge de idea de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente,
donde estén representados todos los sectores, que tenga poderes
plenipotenciarios, que redacte una nueva Constitución, si así lo decide, o
ponga en suspenso los poderes de la República con una convocatoria a
elecciones. Podría ser la base para un Estado plenamente democrático.
Podría
ser la resultante, dice, de un vastísimo desarrollo de los consejos comunales y
de las comunas, única forma de convertir en un hecho irreversible el
protagonismo del pueblo en la conformación y las decisiones de un Estado
verdaderamente democrático, no por simple definición política, sino por la
participación del pueblo en la elaboración, ejecución y control de las
políticas.
¿Qué mejor oportunidad para la
oposición?
Si
esta es una “dictadura”, ¿qué mejor oportunidad para salir de ella que una
elección directa, universal y secreta? “Sin embargo, se oponen. La actitud de
la oposición me recuerda una vieja canción que dice: ‘tú lo que quieres es que
me coma el tigre, que me coma tigre, mi carne morena…’”
El
otro problema, admite el Embajador, es que estas actitudes han propiciado
brotes significativos de fascismo, única forma de gobierno en el caso de que se
instituya el poder a través de la violencia. La alternativa a la Revolución
bolivariana es el terror del Estado.
“Me
parece que la Constituyente es la única salida. Eso no se resuelve en
conversaciones solo con los líderes opositores, que ya se agotaron. Se llegó a
un punto tal de tensión económica, social, política, anímica, que necesitaba
esta válvula de escape, mediante una formula democrática, participativa, que es
lo que ofrece Maduro.”
¿Qué
otra cosa se puede hacer que sea verdaderamente democrática?, añade. “Repasemos
lo que propone la oposición: su único objetivo es la salida de Maduro.
Supongamos que se da ese escenario, ¿y? ¿Quién asume el liderazgo del país?
Tendría que ser una persona designada. ¿Acaso uno de ellos? Tendría la
inmediata oposición de los otros, porque la vida interna de la oposición es un
enjambre de hormigas furiosas.”
¿Un
independiente? “De verdad que sería digno de compasión, porque terminaría
con cada cual halándole la camisa, de un lado del o del otro… Y además no podría
ese señor encaramarse en la silla presidencial sin el aval de EEUU. ¿Y
qué harían las Fuerzas Armadas? ¿Qué haría el pueblo? Cualquier acomodo que se
busque llevaría a un escenario sangriento, y la única vía que hay hacia la paz
hoy es la Asamblea Constituyente. Que sea el pueblo el que decida.”
*Rosa Miriam Elizalde. Periodista cubana y
editora del sitio Cubadebate. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y
autora o coautora de los libros “Antes de que se me olvide”, “Jineteros en La
Habana”, “Clic Internet” y “Chávez Nuestro”, entre otros. En twitter: @elizalderosa
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Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Mayo 15 de 2017
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