“¡Chico Alejo, presente!
Se fue uno de los imprescindibles”
Comunicado
del Movimiento Ukamau de Chile, ante el asesinato del revolucionario chileno, José Muñoz Alcoholado. José fue sicariado en la ciudad de Caracas esta semana
En AlbaTV
–public. 13/4/17
Profunda tristeza
por el asesinato en Caracas, Venezuela, de nuestro compañero, amigo, incansable
organizador, José Muñoz Alcoholado. Su nombre más conocido en la lucha
clandestina y revolucionaria: "Alejandro”. Para nosotras y nosotros, sin
embargo, siempre será el “Chico Alejo”.
Una
de esas personas imprescindibles, de esas que luchan toda su vida, ha partido.
Hijo
del Capitán de Carabineros, José Muñoz, uno de los pocos oficiales de
Carabineros que permaneció leal a la Constitución defendiendo al Presidente
Allende en La Moneda, y de la señora Sonia Alcoholado, quien junto a su marido
ayudó a sobrevivir a muchos perseguidos por la dictadura.
Desde
muy temprano su conciencia de la crítica situación política del país y su amor
por el pueblo, lo llevó a asumir un compromiso revolucionario y decidir tomar
las armas contra la Dictadura, emprendiendo con sus compañeros algunas de las
primeras acciones de lo que después sería el Frente Patriótico Manuel
Rodríguez.
En
Cuba, dónde fue enviado para formarse, destacó por su capacidad política.
Aprendió el arte guerrillero y comprendió la necesidad de la solidaridad de
nuestros pueblos en lucha, por lo que partió a la Nicaragua revolucionaria,
para formar parte de los Batallones de Lucha Irregular que luchaban contra los
Contrarrevolucionarios. Siempre se le vio en la primera línea de combate, no
dudando un segundo en entregar su vida por un pueblo hermano si eso era
necesario.
Regresó
a Chile como miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria- MIR, a fines
de los años 80. Muchos creyeron que la alegría llegaría con el fin de la
dictadura, a través del acuerdo por arriba entre la naciente Concertación, los
militares y la derecha económica, avalado desde los EE.UU. hasta el Vaticano.
Pero el Chico Alejo tenía claro los límites y restricciones de esta falsa
democracia, que hoy son para todos evidentes, por lo que en vez de
desmovilizarse, en vez de irse para la casa, junto a otros jóvenes militantes
impulsó una profundización del proyecto mirista que dio vida al MIR-EGP-PL.
Durante
los ´90 reconstruyeron su organización partidaria y llevaron adelante una
intensa lucha subversiva contra la instalación del acuerdo de los dueños del
poder y la riqueza. Siempre intentaron la unidad de las distintas fuerzas de la
izquierda revolucionaria, por lo que impulsaron una alianza con otras
organizaciones de lucha. Los mismos sectores políticos de la Concertación que
hoy están hundidos hasta el cuello en distintas tramas de corrupción política
en el país, decidieron que los revolucionarios debían ser no sólo combatidos,
sino exterminados. La lucha fue ardua y se saldó con una gran cantidad de
revolucionarios muertos y detenidos. El Chico Alejandro, junto a otros valiosos
compañeros, se tuvo que ir del país.
Partió
de inmediato a tareas internacionalistas, organizando, creando redes en
Argentina, Uruguay, Brasil. Combatió por diversas tierras de este continente.
Soñó el proyecto NuestroAmericano, por lo que fue un articulador que trabajo
con diversos movimientos políticos y sociales en toda su América Morena y más
allá. Las montañas de Colombia o los llanos venezolanos fueron marcados por su
impronta rebelde. Conociendo en carne propia lo que significaba un golpe de
estado, con sus secuelas de muertos, desaparecidos, torturados y prisioneros
políticos, y haciendo honor a la memoria de los cientos de militantes del MIR
que dieron su vida en la lucha contra la dictadura en Chile, no dudó en
resistir junto al pueblo venezolano, con las armas en la mano, el golpe de
Estado del 2002.
En
Chile y en particular para Ukamau, el Chico Alejandro siempre fue pieza anónima
pero fundamental. Siempre preocupado del impulso político de nuestro espacio,
ya que desde los ´90 intentamos demostrarle concretamente que si la revolución
no crecía desde nuestros territorios, con nuestra gente, construyéndose desde
las y los más humildes, siempre estaríamos en desventaja frente a nuestros
enemigos de clase.
Guerrillero,
revolucionario, militante, padre, amigo, hermano, compañero. Estas semanas se
encontraba en las tierras de Bolívar luchando por la unidad de los
revolucionarios venezolanos para hacer frente a la intentona golpista del
imperialismo. Además, se aprontaba a regresar a Chile, donde no dudamos habría
sido un aporte en este nuevo escenario político que requiere de un sector de
izquierda fuerte para salir del neoliberalismo y evitar la repetición de las
mismas prácticas de la Concertación, que han permitido que nuestro país se
encuentre en la profunda crisis actual.
En
medio de estas labores, la tarde del jueves recién pasado fue cobardemente
asesinado por sicarios armados, dejando a muchas y muchos de sus amigos y
compañeros en Nuestra América con una profunda tristeza y un recuerdo
imborrable desde la Patagonia al Mar Caribe.
¡Compañero Chico Alejandro, nuestro homenaje
será la victoria!
¡La lucha continua!
Ukamau
12 de Mayo 2017
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