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martes, 6 de septiembre de 2016

RICARDO RUZ: ALGO DE JUSTICIA PARA EL FLACO ALEXIS

Compañero Ricardo Ruz Zañartu

Corte Suprema condena al fisco a pagar indemnización al hijo del compañero Alexis, integrante de la Resistencia Popular y dirigente del MIR, en atención a su calidad de ejecutado político. No obstante confirmar condenas para dos de sus asesinos, el tribunal les concedió a estos la libertad vigilada  

La Corte Suprema acogió recurso de casación y ordenó al fisco pagar una indemnización de cien millones de pesos al hijo del ejecutado político compañero RICARDO DELFÍN RUZ ZAÑARTU, Alexis, víctima del delito de homicidio calificado, perpetrado por agentes del Estado el 27 de noviembre de 1979, en la comuna de Providencia. Al momento de su caída, Alexis formaba parte de la Comisión Política del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR y era un combatiente ejemplar de la Resistencia Popular antidictatorial.

En fallo unánime (causa rol 24288-2016), la 2ª Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Milton Juica, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Lamberto Cisternas y Jorge Dahm– acogió el recurso presentado y estableció que el homicidio del compañero Ruz es un crimen de lesa humanidad y, en consecuencia, imprescriptible tanto en el aspecto penal como civil.

"La indemnización del daño producido por el delito y la acción para hacerla efectiva, de máxima trascendencia al momento de administrar justicia, compromete el interés público y aspectos de justicia material, todo lo cual conduce a acoger la acción civil deducida, que tiene como objeto obtener la 

reparación íntegra de los perjuicios ocasionados por el actuar de agentes del Estado de Chile, ya que así lo demanda la aplicación de buena fe de los tratados internacionales suscritos por nuestro país y la interpretación de las normas consideradas ius cogens [hace referencia al derecho imperativo o perentorio; es decir, normas que no admiten ni la exclusión ni la alteración de su contenido –nota del CAD] por la comunidad jurídica internacional. Dichas reglas deben tener aplicación preferente en nuestro ordenamiento interno, al tenor de lo que dispone el artículo 5° de la Constitución Política de la República, como se ha venido sosteniendo, por sobre aquellas disposiciones de orden jurídico nacional que posibilitarían eludir las responsabilidades en que ha incurrido el Estado chileno, a través de la actuación penalmente culpable de sus funcionarios, dando cumplimiento de este modo a la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados", sostiene el fallo del máximo tribunal.

La resolución agrega que "(…) la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos siempre queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, las que no pueden ser desoídas en función de otros preceptos de derecho patrio, de manera que al resolver la sentencia que operó la prescripción de las acciones civiles ejercidas en estos autos, por aplicación de las disposiciones del Código Civil a una materia que lo trasciende, dada la entidad de los derechos afectados, se verificó el error de derecho que funda el recurso al acogerse la excepción aludida, yerro que ha influido sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, de suerte tal que el arbitrio deducido será acogido".

En el aspecto penal, y he aquí la suprema desvergüenza y burla a la justicia, la 2ª Sala del máximo tribunal confirmó la sentencia que condenó a los miembros en retiro de Carabineros José Orellana Taiba y Luis Monroy Mora a penas de 3 años y un día de presidio como autores del crimen; sin embargo, acto seguido, les otorgó sin más el beneficio de la libertad vigilada. Y eso que la versión oficial, entregada por el personal de Carabineros que participó en los hechos, señalaba que "la víctima habría fallecido a consecuencia de un enfrentamiento”, desestimándose ésta por parte de la justicia en 2014, por cuanto consta en el proceso abundante prueba que demuestra que Alexis “falleció producto de los traumatismos de las extremidades y pelviano por balas y anemia aguda consecutivo", según la resolución del ministro que llevaba el caso, Mario Carroza.

Ricardo Ruz Zañartu, Nombre de Guerra Alexis

Alexis, como lo conocieron muchos compañeros miristas, nació el 24 de diciembre de 1944. Estudió en liceos de Santiago, La Serena, San Carlos y Chillán. Fue presidente del Centro de Alumnos del Liceo de esta última ciudad, desde donde partió a la Universidad de Concepción para estudiar leyes. Sin embargo se retiró a poco andar para pasar un curso de profesor primario que le permitió trasladarse a Lota, donde ejerció como maestro, labor a la que dedicó gran esfuerzo y que compartió junto a la organización del trabajo del partido en esa localidad.

En 1965 participó en el Congreso de Fundación del MIR y fue elegido miembro del primer Comité Central, cargo para el que fue reelegido en el segundo congreso, en 1967. Ricardo trabajó activamente entre los campesinos de Temuco, los pescadores de Talcahuano y los pobladores de Santiago. Estuvo en las corridas de cerco para recuperar las tierras de las comunidades mapuches, en el sur, y en las primeras tomas de terrenos urbanos en Santiago. Vivió inmerso en las poblaciones y campamentos y pudo eludir la primera represión al MIR, en 1969 y a cargo del gobierno de Frei padre, hasta la elección de Salvador Allende.

Durante los tres años de gobierno de la Unidad Popular, asumió diversas responsabilidades en el Comité Regional Santiago: trabajó organizando el Frente de Trabajadores Revolucionarios, FTR; en la construcción de los cordones industriales y en el impulso a los comando comunales. Luego vino el golpe de Estado. Tras meses de clandestinidad, fue detenido por la Fach el 30 de marzo de 1974 y recibió condena de 10 años. Pero el 21 de junio de 1975 la Dina lo secuestró desde la Penitenciaría de Santiago. Fue torturado y finalmente devuelto, gracias a la enorme presión que se levantó tanto en Chile como fuera del país.

De esta etapa de su vida escribió:

Confieso que volví de los infiernos,
que no conocí rostros ni corazones,
que en las tinieblas alcé los ojos
y encontré rostros vendados
y manos atadas.
Confieso que sentí gritar la muerte,
aullar el dolor,
deambular la locura...

La cárcel para Ricardo fue una etapa más en su lucha. Trabajó por lograr la unidad de los presos políticos, que abogan por que se les reconozca la condición de tales. En 1975 encabezó una huelga de hambre y es trasladado a Linares, pero por poco tiempo, porque la dictadura se vio obligada, a darles el reconocimiento que solicitaban, a trasladarlos a Santiago bajo la supervisión de la Cruz Roja y de otros organismos internacionales.

En la Penitenciaría Ricardo escribe decenas de poemas, elabora documentos y estudia la situación política del país. Junto a otros presos políticos, realiza trabajos de artesanía, con el que ayudan a sus familiares y financian en parte su subsistencia. Además organizan grupos de estudio, de teatro y folklor, actividades deportivas, cursos de idioma, historia y economía. Alexis trabaja en el taller de collares, juega fútbol, toca violín y es campeón de ajedrez. Y escribe poemas:

Aquí estoy... aquí me quedo...
con mi lucha y con mi pueblo,
con mis muertos y mis camaradas...
pues mi lucha es nuestra lucha
y no estoy solo,
ni tengo miedo...

Su idea fue siempre quedarse en Chile, por eso no le preocupó mucho que no le conmutaran la pena de prisión por extrañamiento. En una oportunidad, a propósito del rechazo a su salida del país, nos escribió: "No hemos pedido tregua al enemigo, ni se la daremos tampoco..." Y agregaba: "...para nosotros la libertad consiste en recuperar el derecho a ocupar un lugar activo en la lucha revolucionaria..."

Y Alexis lo recuperó... El 20 de abril de 1978 son liberados 58 presos políticos, entre ellos Ricardo.

Alexis no quiere dejar el país. Organiza el Comité de Ex Presos Políticos. Reasume poco a poco sus tareas dentro del partido. Integra la Comisión Política del MIR y nuevamente pasa a la clandestinidad. Cae en un enfrentamiento con Carabineros el 27 de noviembre de 1979.

Aquí estoy...
que aquí me muero...
Aquí estoy... aquí me quedo.
Nada me espera lejos...
no me espera nada.
Casé con la lucha mi destino
y con la sangre... mi esperanza...

(Esta reseña está hecha en base a un discurso que hizo su padre  en un acto de homenaje que se realizó en Suecia el mismo año 1979)

¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Septiembre 6 de 2016

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