DESDE LA MEMORIA A LA VICTORIA:
11 de Septiembre de 2016
El 11 de septiembre de
1973 las fuerzas coaligadas del capitalismo chileno y transnacional, liderado
por el gobierno de EEUU dieron un golpe de estado ejecutado por el ejército y
las fuerzas armadas y apoyado, promovido y defendido por las fuerzas políticas
de la derecha, que actuaron desde el momento de la elección de Allende por
impedir la profundización del proceso de transformaciones propuesto en su
programa.
Desde en Movimiento filo
fascista Patria y Libertad, el partido Nacional, Parte del Partido Radical
hasta la Democracia Cristiana fueron actores que acosaron al gobierno de la UP
para deslegitimar y desestabilizarlo, promover y justificar el golpe
de la FFAA chilena en contra de su juramento de defender y respetar la constitución chilena.
El golpe militar llevó a
cabo un proceso contrarrevolucionario, que se aboco a desmantelar y destruir a
las organizaciones políticas y sociales del pueblo y al mismo tiempo
rescatar, y fortalecer al capitalismo chileno y alinearlo de acuerdo a los
intereses de las grandes corporaciones imperialistas que poco a poco se
embotellaban en una crisis que amenazaba sus tasas de ganancias y acumulación
de capital. Eso explica porque la industria chilena fue desmantelada por la
dictadura que cerró la industria textil, del calzado, la automotriz, la de
bienes durable y de consumo y su producción sustituida por las importaciones de
su industria.
La salida pactada de la
dictadura significo el mantenimiento y profundización del modelo impuesto por
la violencia y el exterminio con gobierno en manos de la concertación, donde
conviven antiguos golpistas y renovados socialistas, radicales reciclados como
social demócratas, y después de la derrota electoral, a manos de la derecha
liderada por S. Piñera.
Para regresar se reinventaron como la Nueva Mayoría, sumando al Partido de Gladis Marín, de Recabaren, Ramona Parra, Víctor jara, y tantos otros, para continuar la senda trazada por la dictadura, con sus leyes y los pactos con sus sucesores.
Para regresar se reinventaron como la Nueva Mayoría, sumando al Partido de Gladis Marín, de Recabaren, Ramona Parra, Víctor jara, y tantos otros, para continuar la senda trazada por la dictadura, con sus leyes y los pactos con sus sucesores.
Ellos han entregado los
recursos minerales al capitalismo transnacional, y lo mismo han hecho con
los recursos del mar, que ahora funciona como propiedad privada, a empresas
capitalistas que controlan un grupo de cinco familias, ellos han entregado
también los recursos forestales. No han corrido mejor suerte los ahorros
previsionales de los trabajadores, las necesidades de salud, vivienda,
educación entregada a la voracidad de lucro a los capitalistas.
El resultado ha sido
concentración de la riqueza, perdida de la soberanía, y un empobrecimiento que
hunde a la sociedad chilena en una verdadera catástrofe frente a la cual no
vislumbra, para la mayoría, una salida a la crisis en que nos hundimos como
sociedad, gracias. A un modelo económico hegemonizado por el capital financiero
que acumula para especular, expropia los salarios, precarizando el
empleo, lanza a cientos de miles al paro y la miseria en Chile y a
millones en el resto del mundo.
Porque tenemos el
convencimiento que el capitalismo financiero imperialista conduce a la ruina y
al caos a la sociedad humana, y que le resulta imposible revertir su crisis que
nos conduce la barbarie, que ya se ha instalado en el Medio Oriente, el norte
de África, en México, en Colombia, etc., es que convocamos a marchar en
conmemoración de este 11 septiembre, partiendo desde el cementerio a La Moneda; desde la Memoria a la Victoria.
J. Nahuas. Pudahuel
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