Luego que el Vaticano se diera el lujo de no responder a la Corte Suprema sobre antecedentes de Juan Barros, coincidentemente se da a conocer la posibilidad de una venida a Chile del papa Francisco, dentro de una gira al cono sur latinoamericano
En efecto, el pasado miércoles 21 el
Vaticano se negó a responder a un exhorto de la Suprema, que lo había sido en atención
a una petición de los demandantes en el juicio contra de la iglesia católica de
Santiago respecto de Karadima y sus cómplices, arguyendo una supuesta vaguedad
en las preguntas inscritas en el requerimiento.
La
respuesta vaticana estaba firmada por la Secretaría de Estado del Vaticano. Consta de
tres párrafos. Y en el segundo se explica que esta entidad “tiene a bien
significar que no es posible responder dicha solicitud por causa de la
generalidad de los elementos expuestos en la base de la misma, y de la no
correspondencia con los requisitos mínimos, establecidos por las normas
conforme a la Ley N° IX del 11 de julio de 2013”.
Esta
fue la respuesta a la solicitud de antecedentes sobre el actual obispo de
Osorno, Juan Barros, y una investigación en torno a su participación en las
fechorías de pedófilo Fernando Karadima, que pidió la Corte Suprema vía exhorto y que fuera tramitado por
la Cancillería.
La
petición se hizo a requerimiento de la defensa de los tres demandantes en el
juicio civil contra el Arzobispado de Santiago, donde se cuestiona el
encubrimiento de la Iglesia en el caso del ex párroco de El Bosque. Dicha
solicitud ocurrió a raíz de las declaraciones del papa Francisco, en octubre de
2015, en Roma, cuando, ante la pregunta de un diácono chileno respecto de lo
que pasaba en Osorno, dijo que “la única investigación que hubo contra ese
obispo fue desacreditada”.
Por lo tanto, los demandantes solicitaron saber de
qué investigación hablaba el Sumo Pontífice y qué había concluido. Claro que
Francisco, en la ocasión, le dedicó un tratamiento brutal y vulgar a la
comunidad católica osornina, cuando acusó que la gente de esa ciudad es “tonta”
y la polémica por el Obispo Barros fue “armada por zurdos”.
“La
única acusación que hubo contra ese obispo fue desacreditada por una Corte
Judicial. Entonces por favor, no pierdan la serenidad. Osorno sufre sí… pero
por tonta. Porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por
las macanas que dice toda esa gente”, dijo el papa en ese entonces.
Para
el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a los denunciantes contra Barros,
“esta es una nueva muestra de la poca voluntad de colaborar y entregar
antecedentes de procesos judiciales relacionados con abusos sexuales. No es una
sorpresa, pero creemos que la respuesta es lamentable, así como el hecho de
ignorar al Poder Judicial de nuestro país”.
Horas
después de informada la negativa pontificia, se vino un notición: el papa podría visitar el cono sur latinoamericano –Uruguay,
Argentina y Chile-, en 2017, lo que vino a sonar como cortina de humo frente al
silencio del gobierno vaticano.
Tanto
es así, como que la comunidad de laicos de Osorno no cree que Francisco venga
realmente a Chile. Aseguran que se trata sólo de un distractor para evitar las
críticas al Vaticano por no haber accedido a entregar información sobre Juan
Barros, acusado éste de encubrimiento y posible participación en casos de
abusos sexuales a niños y adolescentes por parte de Karadima, cuando éste
último dirigía la comunidad religiosa del Bosque, en Santiago.
Juan Carlos Claret, anterior vocero de la
agrupación, se refirió a las noticias emanadas desde el Vaticano durante la
jornada del miércoles 21. La primera concerniente al rechazo de entregar los
antecedentes solicitados vía exhorto por la justicia chilena, que investiga
denuncias contra el prelado local por encubrir los casos de abuso sexual del ex
párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Si
bien lamentó la determinación, Claret sostuvo que finalmente viene a confirmar
que tal información realmente existe, sólo que no se quiere entregar por los
efectos que pudiera provocar en la Iglesia a nivel nacional. Por lo mismo, se
mostró optimista respecto a lo que pudiese significar en el proceso judicial
impulsado por las víctimas de Karadima.
Colectivo
Acción Directa 8a – Chile
Septiembre 23 de 2016
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