“Presidente Supervisores de Codelco: ‘La Reforma
Laboral solo profundizará la subcontratación’”
El dirigente sindical analizó las
medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda para aliviar la deuda de
Codelco, los alcances de la Ley Reservada del Cobre y la situación laboral de
los trabajadores mineros en Chile frente a la precarización que significa el
aumento de la subcontratación por parte de empresas privadas externas
En Diario
y Radio U. de Chile –public. 22/12/16
Ha sido un año movido para los
sindicatos y la minería chilena. Se termina un 2016 enmarcado por huelgas,
paros, deudas y casos de corrupción ligados a Codelco, la cuprífera estatal que
produce cerca del 11% del cobre mundial. Por estas razones, Ricardo Calderón,
presidente de la Federación de Supervisores de Codelco (Fesuc), tiene por estos
días una agenda muy apretada. Carga una carpeta repleta de documentos para
respaldar con datos y cifras cada una de sus respuestas, mientras se anima a
proyectar lo que será el 2017 en términos de movilización sindical y material
económica.
A principios de este mes, el ministro Valdés anunció que el Gobierno decidió
capitalizar Codelco con 975 millones de dólares ¿Qué representa este anuncio y
la solución entregada para mitigar el impacto de la Ley Reservada del Cobre?
En primer, lugar es importante señalar que la solicitud que hizo el
directorio en materia de capitalización era de 800 millones de dólares. Esto,
en el marco de los 4 mil millones aprobados en el Congreso, que se iban a ir
otorgando en la medida en que avanzaba el plan de desarrollo de proyectos de
Codelco. De esos 800 millones se otorgaron 500 millones y adicionalmente se
otorgaron 475 millones que debían autorizarse a través de una ley.
Respecto a que esto mitigaría el impacto de la Ley Reservada, creemos que
es positivo, porque recoge parte de los planteamientos que hemos hecho en
relación al uso del fondo estratégico de las Fuerzas Armadas o de la Defensa.
Este fondo, que tiene en torno a los 5 mil millones de dólares que se generaron
a partir de los excedentes de la Ley Reservada, producto del ciclo de precios
altos, son dineros que ya no se gastaron en comprar armamento y que fueron
generados por Codelco. La idea es que se puedan utilizar en un fondo social y
productivo.
Entendemos que hay un consenso parlamentario en la decisión de aprobar
estos dineros para que de esta manera se pueda paliar un poco el impacto tan
significativo que genera que Codelco tenga que entregar el 10% de las ventas a
las Fuerzas Armadas.
Según las cifras del Consejo Minero, desde 2012 la gran minería ha perdido
más de 12 mil 400 puestos de trabajo. Eso representaría un 10 % de la dotación
inicial ¿Cómo ven estas cifras. Son representativas?, ¿ cómo se ha visto
afectada la fuerza laboral?
Son varios los efectos: Uno, se observa objetivamente un aumento del
desempleo en las zonas mineras como Copiapó, Antofagasta, Calama, Iquique.
Esto, producto de la congelación de los proyectos por más trabajo contratista,
por lo que ahí hay una cantidad de bajas en el número del empleo. Desde el
punto de vista de la calidad del empleo, se ha visto afectado, pues con mayor
desempleo la gente está disponible a aceptar peores condiciones, tanto en
remuneración como en condiciones generales de trabajo.
Por otro lado, la gente que se ha mantenido trabajando -tanto a nivel
directo como de las empresas contratistas- y, sobre todo, con la gente que
nosotros representamos del estamento que le toca supervisar procesos, hemos
tenido un aumento significativo en la carga de trabajo, en la tensión,
generando inseguridades y otro tipo de problemas que han desatado situaciones
en materia de seguridad y accidentes en la minería. Tiene que ver con este
ambiente de miedo que genera en la gente la posibilidad de perder el empleo.
En ese mismo sentido, ustedes ya habían presentado propuestas para
revitalizar la producción. ¿Cómo ha sido la respuesta a esas propuestas?
A nivel parlamentario nosotros en noviembre ya habíamos hecho estos
planteamientos para revisar la Ley Reservada con urgencia y, sobre todo, echar
manos a este fondo estratégico.
Ahora, hay dos aspectos en relación a los proyectos estructurales que tenía
Codelco, los clásicos, los conocidos, que tienen que ver con reponer su base
minera, con reponer la cantidad de producción y con proyectos de extracción
minera. Pero también hay otros proyectos que nosotros creemos relevantes que se
financien, y en esto creemos que ha habido poca escucha de parte de las
autoridades del país.
De este fondo estratégico de 5 mil millones puede financiarse un aumento de
la capacidad de fundición y de refinería en Chile, de tal manera de no seguir
exportando concentrados.
Progresivamente, el concentrado va a ser más difícil de exportar además por
razones ambientales y económicas. Sobre todo la que sale de Chuquicamata y de
Ministro Hales, que tienen alta concentración en arsénico, lo que requiere de
tratamientos industriales. De lo contrario, lo vendes muy barato, muy
castigado, o ya no lo están comprando o bien, te va a generar problemas
ambientales en la misma operación. Por lo tanto, no sólo se requiere adaptar
las fundiciones a la norma del Decreto 28, sino que se requiere aumentar la
capacidad de fundición y refinería. ¿Dónde hay recursos para esto? En el fondo
estratégico de las FFAA, por ejemplo.
Otra línea, tiene que ver con el negocio del litio. Hoy tenemos, junto a
Bolivia y Argentina, en el mismo salar: Del Hombre Muerto, Uyuni y de Atacama,
en el caso nuestro, los principales recursos del litio. Tenemos el desafío de
industrializar el litio y no exportarlo sólo como carbonato, como materia prima
básica. Entonces también son inversiones públicas que se pueden hacer. Y otro
tema, que también tiene que ver con la región de Antofagasta, es la necesidad
del agua. Es fundamental que la minería tenga agua de mar para sus procesos
industriales, es esencial.
Podemos tener mucho cobre, podemos tener energía eléctrica barata, pero si
no tenemos agua en las operaciones no podemos hacer nada. Por lo tanto, hoy
está en riesgo el presupuesto de la planta desaladora que va a surtir el
distrito norte de Calama, Chuquicamata y Ministro Hales con agua. Se está
pensando en la que lo hagan privados y a la larga esto es algo negativo para el
país, habiendo recursos para hacerlo. Estos tres ejemplos son de inversión
productiva, que además mueven la economía.
¿Cuál es el argumento de que no se puedan implementar esas tres soluciones?
Nosotros estuvimos en el ministerio de Defensa y con el subsecretario. Les
planteamos esta tesis, también se la hemos planteado a parlamentarios. Yo diría
que hay una inhibición. Esto depende de Hacienda, no depende de Defensa ni del
Parlamento, pero estos 475 millones que aparecen en el anuncio del ministro
Valdés ya son un avance. Hay que convencerlos que esta carga que tiene Codelco
hay que resolverla por algún lado. Si bien este dinero no necesariamente
resuelve temas de fondo, ayuda. Sin embargo, el problema es que la falta de
escucha tiene que ver con un paradigma, con que el Estado no tiene que
desarrollar iniciativas empresariales, productivas, que tiene que replegarse y
dejar que esto se haga con inversión privada. Con todas las consecuencias que
esto tiene, de los monopolios que se generan en recursos como el agua o,
derechamente, en tener que repartir renta, en algunas materias en que el Estado
no tendría por qué repartirla, como en el caso de la minería. Por otro lado, el
diálogo y la reflexión han sido insuficientes. Debemos repensar dónde hay que
invertir los recursos que tenemos, qué tipo de país somos. Tenemos el 30% del
cobre del mundo y tenemos reservas importantes en molibdeno, en plata, también
producimos oro, y otra serie de minerales. También tenemos el litio.
Hoy día tienes un modelo de desarrollo a nivel mundial en el cual Chile
está relegado la exportación de materias primas con poco valor agregado,
eso de alguna manera tiene que ver con el ajedrez mundial y que los gobiernos
se han ido subordinando a ese ajedrez. No hay razones técnicas: nuestros
ingenieros no son más malos, nuestros trabajadores no son más malos. No hay
ninguna razón para que nosotros no seamos capaces de ser parte de
encadenamientos productivos con mayor valor agregado y no nos limitemos a la
exportación de materias primas que, además, tiene un empleo de peor calidad;
impacto en el medio ambiente que son mayores. Por lo tanto, creemos que
claramente hay fuerzas económicas y políticas que hacen que esto sea así o se
escuche poco.
¿Por qué cree que los costos de producción de Codelco han subido tanto en
el último tiempo?
La situación de los costos de Codelco ocurren en la medida en que no hay
inversión Se dan dos fenómenos: la inversión no se genera de manera
significativa, ni el rubro de las exploraciones que es cuando tienes que ir
renovando tu base. Tienes que probar y producir nuevo cobre. Probar que ese
cobre es rentable a producirlo y, de esa manera, ir reemplazándolo. Si
anualmente sacas un millón 700 mil toneladas de cobre fino tienes que ir
renovando tu reserva y eso se hace con exploración, pero el Estado de Chile y
Codelco han invertido muy poco en esto.
¿Bien significativa en qué términos podríamos hablar?
Insuficiente inversión en la renovación de equipos, todavía no estoy
diciendo pasar del 70% al 50% de la producción nacional: Estoy hablando de
simplemente renovar y mantener. Esto hace que el deterioro de tus equipos
genere mayores costos de mantención y mayores costos en general, provocan bajas
de producción y hace que los costos unitarios sean cada vez más altos. Es
decir, si yo produzco dos millones de toneladas, mi costo unitario por cada
tonelada va a ser un millón 700 mil. Yo no puedo reducir una fundición a una
refinería o sacar camiones tan flexiblemente.
Hay otra variable bien significativa que se ha soslayado, que no se ha
abordado de manera como corresponde y tiene que ver con el subcontrato, que es
la forma en que Codelco se ha ido privatizando.
Hoy se habla entre el 40% y 60% de los costos operacionales serían
servicios o subcontratación en general. Alguna de esta puede estar bastante
justificada y ser bastante eficiente, productiva, especializada, pero
indudablemente que ha habido un proceso durante los últimos 15 años en el cual
se ha tendido a precarizar el trabajo reduciendo costos, por supuesto, a costa
de las personas, tanto de los trabajadores internos como de los contratistas.
Esto claramente ha generado en los hechos una ineficiencia muy grande respecto
a los resultados y a la productividad de Codelco.
Si en términos de costo es mucho más perjudicial para Codelco ¿por qué
sigue generando este tipo de contrato externo en vez de aumentar las plazas de
trabajadores contratados?
Es una pregunta que habría que consultarle a las autoridades que dirigen la
empresa, el directorio es el que tiene una mirada más estratégica y que debiera
explicar cuál es la gestión de negocio respecto a la gestión de personas y
cuáles son las pretendidas eficiencia que tendría el subcontrato por sobre la
contratación directa. Las ineficiencias son infinitas, hay muchas cadenas de
mando, hay mucha burocracia, intermediarios que quieren recibir sus legítimas
ganancias, También acá hay un paradigma de verlo como un negocio, entonces el
trabajador subcontratado es más barato y además es más reemplazable, con la
reforma laboral es aún más reemplazable. Lo hemos analizado en nuestro sector:
con esta Reforma Laboral aprobada, la intensificación del subcontrato se verá
incentivada y eso va a debilitar aún más esta situación que te describo de las
ineficiencias relacionadas al subcontrato.
¿Cuál es el comparativo de lo que paga Codelco al Estado de Chile y lo que
pagan otras empresas mineras privadas al Estado?
Hoy estamos en un momento muy anómalo porque Codelco entrega montos
regresivos, pero si uno observa un periodo más largo, me atrevería a decir unos
20 años, pensando en un ciclo desde 1996 al 2006, uno podría estimar que la
destinación es en un 70% a empresas privadas. Eso más o menos el volumen de
producción, que es fundamentalmente concentrado de cobre a un valor de mercado
mucho más bajo que el cato de cobre, que es lo que sale de una refinería. Los
aportes que el Estado hace son al revés: Codelco con el 30% aporta más o menos
el 70% que el Estado recibió del cobre y la minería privada, con el 70%, aporta
más o menos el 30%.
Si vemos los últimos años, Codelco está más deteriorado y la industria en
general también. Esto no significa que los dueños de la empresa privada reciban
poca plata, sino que reciben mucho dinero, pero lo que dejan al Estado es mucho
más bajo. Hay datos de Cochilco que estiman que en un período normal, por cada
cato de cobre que se produce o cada unidad, Codelco le deja al Estado 5 veces
más de lo que le dejaba el privado, por lo tanto, esto demuestra que es mucho
más eficiente que sea el Estado el que invierta en minería en un negocio de
este tipo a largo plazo, y no que lo entregue a privados, que a la larga tienen
utilidades que son razonablemente seguras por las características que tiene
esta minera.
Usted decía en una entrevista que este modelo de externalización fracasó y
que los malos resultados son evidentes en términos económicos. ¿A quién podemos
culpar de esta privatización que ha tenido Codelco donde el Estado es cada vez
menos participe y ha ido desligando a privados?
La responsabilidad primaria es del dueño que da las orientaciones
generales. El dueño es el Estado de Chile encarnado en sus ministros de
Hacienda, todos, sin excepción. Ellos le han pedido a Codelco entrega de
utilidades, de rentabilidad, de ganancia. No ha habido un análisis
crítico de cuál es la sustentabilidad del modelo sobre el cual se van a
sostener estas ganancias. Y ahí entraría el subcontrato. Hay una
responsabilidad del dueño, del directorio y de las administraciones de Codelco,
que han sido majaderas en tener un modelo que no funciona y fracasa
sistemáticamente.
Por otro lado, la pasividad del mundo de los trabajadores y de nuestras
organizaciones sindicales, que hemos visto de manera poco solidaria en general
como se ha ido precarizando el empleo de los contratistas. Cómo esta
precarización llega a los trabajadores de Codelco y nos ha costado reaccionar.
Es indudable el tema del fracaso. Si tú ves el tema de Salvador, estuvo hasta
hace poco en pérdida, pero tenía subcontratado gran parte de sus procesos,
incluidos operaciones mineras, operaciones esenciales del negocio y todas estas
empresas contratistas tenías utilidades. Por eso nosotros hablamos que aquí se
ha ido privatizando Codelco a través del subcontrato, donde las utilidades
se han ido transfiriendo a empresas privadas, no a los trabajadores
contratistas y esto ha sido a costa de vulnerar las productividades y la
capacidad de la misma empresa de llevar adelante ciertos procesos.
Varios sindicatos han estado en negociaciones y ustedes van a enfrentar
otros en enero y marzo de 2017
Claro, es el caso de los operadores. Los supervisores en Chuquicamata
negociamos en 2018, pero ahora vienen negociaciones en la casa matriz, en
Radomiro Tomic y en El Teniente a nivel de supervisores.
¿Cómo ve el desafío de llegar a un acuerdo después de un año en donde
distintos sectores como la Anef o los trabajadores de Homecenter se han
organizado yendo a huelga y la respuesta siempre ha sido negativa o muy lejos
de sus demandas?
En este contexto las negociaciones se ven muy complejas porque podemos ir
observando hace años una serie de derrotas en el movimiento sindical, en el
cual las empresas han estado disponibles a sostener huelgas como las que vimos
hace poco en Homecenter o el BCI, por nombrar dos emblemáticas del sector
privado.
Observamos una mano del sector privado para reducir las expectativas y en
definitiva rebajar las capacidades del movimiento sindical de mejorar
condiciones de vida y de trabajo a través de las negociaciones colectivas.
Una vez más uno puede ligarlo a la Reforma Laboral porque lo que refleja es el
agotamiento del modelo de negociación a nivel de empresa. Es insostenible que
un sindicato de 8700 trabajadores, como el de Homecenter, no genere una huelga
efectiva, con capacidad y con poder del sindicato para mejorar las condiciones
de negociación. Por eso que es una vergüenza.
Tienes casos como los de Los Bronces, donde también hubo algún mejoramiento
o en el caso de El Salvador con los operadores, pero son mejoras marginales a
través de la herramienta del recurso de huelga y con muchos costos. Recordemos
que el día de huelga no te lo pagan, que el conflicto genera una serie de
desgaste, que en el caso del sector público al no atender a la población
también se genera una imagen del movimiento que termina desgastando, siendo
adversa o no logrando la solidaridad de la población que es lo que se podría
buscar. Por lo tanto, el escenario es regresivo en ese sentido.
Son las mismas demandas, pero empleadores distintos, entre los trabajadores
de Codelco y los subcontratistas ¿Cómo afecta esto a la unidad o a la fuerza
del movimiento?
Claramente a todos los sectores sindicales no está pasando la cuenta no
sólo el Código del Trabajo, la Constitución política y factores exógenos, sino
que nos está pasando mucho la cuenta, con mucha más fuerza, la falta de unidad;
la falta de consciencia, la falta de educación sindical, la falta de redes de
apoyo y solidaridad en contexto de conflicto; la falta de apoyo en
materia de comunicaciones entre organizaciones sindicales. En el sector
minero esta situación no es ajena, tanto en el sector de los subcontratos o en
el interior de los trabajadores directos, existe un sinnúmero de organizaciones
y son varias las empresas donde existe más de un sindicato por empresa, eso
claramente nos debilita y nos obliga a enfrentar el tema de otra manera, desde
la unidad y la organización.
Pero
también nuestras formas, nuestro lenguaje, la forma de trabajar con nuestras
bases, la forma de hacer frente a una base con más acceso a la información,
pero menos educada es un desafío en materia de desarrollo a nivel de
consciencia e intelectualidad, a nivel de nuestra bases en los temas laborales
que diría que es algo que nos está pasando la cuenta. En este escenario las
negociaciones mineras que han estado históricamente concentradas en materias
económicas, hoy están siendo terreno en los cuales los trabajadores estamos
siendo derrotados o eso es lo que se refleja. Por ejemplo, hay una noción de
parte del Estado de que ningún contrato debe aumentar más del 1% del coste
estructural que tiene. Entonces esas son las platas que se están moviendo y es
una directriz general de Hacienda hacia todas las empresas del Estado, incluido
Codelco.
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