“Las desigualdades en una sociedad no
surgen de la noche a la mañana. Ellas reflejan elecciones conscientes de
políticas públicas y, si se toman decisiones equivocadas, el resultado puede
perpetuar un sistema de distribución desigual del poder”
- Philip Alston, relator DDHH de ONU
En diciembre pasado, el relator especial de
la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre pobreza extrema y DDHH Philip
Alston, señaló una pretensión asaz incauta[1]: que el
Banco Mundial (BM) debe reconocer la importancia de los derechos humanos en sus
nuevas políticas medioambientales y sociales. La IFI, no lo hace ni lo hará.
Eso
sí, tiene toda la razón el internacionalizado australiano cuando apunta que las
políticas de salvaguardia del BM, que deben proteger a los grupos vulnerables
de sus proyectos de inversión, parecen "evitar cualquier referencia
significativa a los derechos humanos". Agregó que representantes de la IFI
han defendido su nuevo enfoque asegurando que están surgiendo fuentes
alternativas para la financiación del desarrollo, que no requieren las mismas
protecciones de los DDHH. Sin embargo, Alston recalcó que esta razón no es
válida. "El riesgo de que se produzca una carrera hacia el fondo es real y
sería desastrosa para el desarrollo sostenible", aseguró.
Una
carta conjunta firmada con otros 27 expertos independientes en DDHH ha sido
enviada al presidente del BM, Jim Yong Kim, donde se resalta que las políticas
de la entidad se mueven en la dirección opuesta al progreso. Los expertos de la
ONU insisten en que muchos grupos vulnerables, como la comunidad LGBTI[2] y
personas discapacitadas, siguen sin protección en los proyectos de uno de los
principales cancerberos del dólar.
Todo
ello se discutía en diciembre y resulta que hoy no más, se nos informa que el
famoso relator vendrá en visita a Chile[3], entre
el 16 y el 24 del presente. En nuestro país evaluará las causas y consecuencias
estructurales de la pobreza y las desigualdades sociales existentes, habida
consideración que Chile tiene el nivel más alto de desigualdad en materia de
ingresos entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE).
Acertadamente,
Alston afirmó que, “Chile se encuentra en una coyuntura crucial”. “Desde la
transición a la democracia, el país ha logrado importantes avances en la
reducción de la pobreza y las desigualdades, pero aún persisten grandes
desafíos”. “Las desigualdades en una sociedad no surgen de la noche a la
mañana. Ellas reflejan elecciones conscientes de políticas públicas y, si se
toman decisiones equivocadas, el resultado puede perpetuar un sistema de
distribución desigual del poder”. Con todo, yerra, aunque de buena fe, al
sentenciar: “Creo que existe la voluntad política necesaria para mejorar la
difícil situación de las personas que viven en la pobreza en Chile y espero que
se tomen medidas al respecto”.
“Espero
entablar el diálogo con el Gobierno chileno y conocer sus esfuerzos para lograr
una sociedad más equitativa mediante la legislación, el sistema tributario y el
gasto social”, expresó Alston. Bueno, en este sentido se encontrará con que el
gobierno de la Nueva Mayoría (NM), que sin mayor problema se ha encargado de administrar
el sistema de dominación y explotación que heredara, no ha hecho más que profundizar
la vieja técnica dictatorial de ‘focalización’ de la ayuda social, chapucería
que jamás alterará los términos de las ingentes y extremas desigualdades
socio-económicas existentes en nuestro país.
A
contrapelo de la visión que se ha ido imponiendo en materias de DDHH al
interior de la ONU, donde se les asigna un carácter universal e integral, al existir
en Chile un extremo monopolismo en todos los ámbitos de la economía, no puede
haber una verdadera democracia ni un real respeto y promoción de los DDHH, entendidos en su más amplia acepción, mientras no se ponga fin a esa injusta
infraestructura. Así, seguramente Alston no tardará mucho en darse cuenta que
en nuestra nación no existen las condiciones para un real y efectivo ejercicio
de tales derechos por parte de las grandes mayorías. Son tantos los casos de
irrespeto de los derechos fundamentales que, para no aburrir, evitaremos
enunciarlos aquí, además que ellos son muy conocidos por todos.
El
24 de marzo de 2015, el Relator Especial ofrecerá una conferencia de prensa en
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para presentar
sus observaciones preliminares sobre la visita. Sus conclusiones y
recomendaciones serán presentadas en un informe al Consejo de DDHH de la ONU en
junio de 2016.
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa-CHILE
Marzo 12 de 2015
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