FELIZ CUMPLEAÑOS LUIS ALBERTO BARRA GARCÍA, o Compañero Pepé, Toño, Alejo, Chanito.
HASTA NO
OLVIDAR TU ROSTRO
A Luis Alberto
Barra García, el Flaco Barra, que se niega a morir
23 de marzo de 1943-23 de marzo 2015
Hasta no olvidar tu
rostro. En este rincón minúsculo del
planeta donde nos preñaron hasta la saciedad en ser generosos para olvidar. En una formación social que parece que renace
cada día al salir el sol, tal como un dios de la Antigüedad. En estos tiempos en donde los poderosos han
forjado una Realidad hecha a su imagen y semejanza, instalada o impuesta para
perdurar por los siglos de los siglos, sin contrapeso, sin reclamos, sin
rebeldías por sofocar. En estos oscuros
y pesarosos tiempos en donde el tremendal de la Historia nos hace ver y
escuchar a muchos que fueron tus Compañeros irradiando no sólo el discurso de
la derrota, sino que viviéndola como algo normal y aceptable, como un ejemplo a
seguir por las actuales generaciones. En
el hoy de esta formación económico-social, herida mortalmente de amnesia, donde
incluso el que fuera tu instrumento político te oculta, te olvida, te oscurece,
como si no hubieses existido. Un
silencio inexplicable.
Hasta no olvidar tu
rostro. Pues, están quienes a quien
preguntaste por su dolor, por su esperanza.
Porque están quienes empujaste en medio de la derrota a seguir luchando,
con alegría. Están quienes invitaste a participar en la lucha en contra del
enemigo inmemorial, ese que nos roba a diario el pan, nos niega la libertad e
impide nuestra legítima Felicidad. Sin
duda, está la semilla que contenías en la fuerza de tus convicciones; hoy, ya
existe la reproducción ampliada que hablaba el Viejo Topo: nuevas generaciones
que se van integrando a la lucha en contra del capital y su inhumana dictadura,
conocen de tu energía, de tu entrega.
Porque quienes tuvimos el Honor de vivir junto a ti, de ser parte de tu
proyecto de liberación social, somos parte de esa formidable e indestructible
cadena histórica, tú eres parte de nuestra sangre, de nuestra memoria de fuego,
eres parte estructural de nuestro diario vivir.
Hasta no olvidar tu
rostro. El penquista que se enroló en la
lucha por la Revolución Social. Hijo de
un Obrero ferroviario y una Profesora. Que tuvo como amigos y Compañeros a quienes
formaron la primera generación de combatientes, que demostraron que es posible
luchar y vencer, soñando con el amanecer compartido, en los pasillos, patios y
aulas del Liceo Enrique Molina y luego en la Universidad de Concepción, con
Miguel y Bautista. Que a través de la
Medicina, como médico-cirujano, emprendió su apoyo concreto al proceso de alza
del Movimiento Popular chileno, entregando en el Hospital de Carahue su cuota
de contribución a un camino político ahogado en la sangre de los de
siempre. Detenido el mismo fatídico 11
de septiembre de 1973, sometido a tortura, como miles y miles a lo largo del
país. El Flaco Barra, retornando en 1978
para recomenzar la lucha. Viviendo cada
segundo en función de cómo derrocar a la dictadura militar. El Militante, que se niega a abandonar Chile
en marzo de 1985, pues el baile era aquí y ahora. El baile sigue siendo aquí y ahora, sigue
diciendo el Pepé.
Hasta no olvidar tu
rostro. Porque las manos asesinas se
equivocaron al pensar que te mataron, un 28 de noviembre de 1986. No es posible
aniquilar a quien se fundió con su Pueblo, con el conjunto de los
explotados. No es posible borrar tu
consecuencia, el amor por la lucha por un Mundo mejor.
Hasta no olvidar tu
rostro. Feliz cumpleaños Compañero
Pepé. Nuestro mejor regalo es proseguir
la lucha, tu lucha, nuestra lucha. Y,
por supuesto, en esa rica torta preparada por Pilar, con lágrimas negras por tu
temporal ausencia, dice: ¡Pueblo, Conciencia, Fusil!
COLECTIVO
ACCIÓN DIRECTA
MARZO
23 DE 2015.
PD: En el texto “Miguel Enríquez”, de Mario Amorós (Ediciones B Chile SA, 2014), en lo que vendría siendo la página175 o tercera hoja de fotografías, aparece un documento del Liceo de Hombres N° 1 de Concepción, en donde se muestran las calificaciones de Miguel. El primer Estudiante de la nómina es Luis Alberto Barra. Como siempre, el Pepé, muy porfiado, dice: aquí estoy y aquí estaré, pues aquí nadie muere Compañeros, aquí cada día es continuar.
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