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lunes, 29 de enero de 2018

CONDENAS Y DILIGENCIAS EN VARIOS CASOS DE ATROPELLOS A LOS DD.HH. PERPETRADOS EN DICTADURA

Cro. Gonzalo Toro Garland

Las condenas, de primera instancia, corresponden a los esbirros que hicieron desaparecer a 2 integrantes del MIR y a un campesino de Lautaro. Las diligencias, en tanto, persiguen saber la verdad sobre presos políticos que desaparecieron desde Colonia Dignidad

Algo de justicia para los asesinos de los cros. Gonzalo Toro y Humberto Cerda

Por su responsabilidad en la detención y desaparición forzada del militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR GONZALO TORO GARLAND, el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los DD.HH. de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza Espinosa, condenó a dos miembros del ejército en retiro y que fueran esbirros de la siniestra Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en el delito de desaparición forzada de éste destacado profesor universitario de artes musicales, detenido el 4 de abril de 1974 y de quien se pierde el rastro desde el interior del Hospital Militar de Santiago a partir el 1 de agosto de dicho año.

En el fallo (causa rol 107-2012), el ministro Carroza condenó a Manuel Carevic Cubillos y a Patricio Silva Abarca a penas de 541 días de presidio, en calidad de cómplices de delito, lamentablemente con el beneficio de la remisión condicional.

En tanto, el médico Patricio Silva Garín fue absuelto por falta de participación en los hechos. Esto último resulta inadmisible, toda vez que el ex coronel Silva fungía como facultativo del Hospital Militar adonde fuera conducido Gonzalo -que había resultado herido a bala cuando lo detuvieron- y que se ocupaba de los detenidos por razones políticas en aquel recinto castrense. Cabe recordar que el médico-milico tiene presencia en tres sonados crímenes políticos, cuyas víctimas, por diferentes motivos, fueron enemigos del chacal Pinochet: el general Augusto Lutz, José Tohá y Eduardo Frei Montalva. El ex jefe de inteligencia del Ejército y el ministro de Allende fallecieron en el Hospital Militar precisamente en 1974, mientras que el exmandatario murió en 1982.

En la etapa de investigación, el ministro en visita logró establecer que: "Gonzalo Toro Garlando, profesor de Artes Musicales de la Universidad de Chile y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el día 4 de abril de 1974, alrededor de las 19:30 horas, es detenido en la vía pública, presumiblemente en la plaza pública ubicada en calle Nueva de Matte con Huasco o en su caso, en el frontis de la casa central, por agentes de la DINA, quienes al aprehenderle le provocan heridas de bala que lo dejan en estado de gravedad y en virtud de esas condiciones, se ven obligados a trasladarlos al Hospital Militar, donde estuvo hospitalizado hasta el día 1 de agosto de 1974, fecha en que se certifica por el subdirector médico en un documento oficial, que recibe el alta -fojas 61-, y presumiblemente efectivos de la DINA lo retiran del establecimiento y desde ese momento, se desconoce su paradero y hasta la fecha no se tienen noticias de su persona".

El día de su detención, el cro se había desempeñado normalmente en sus funciones laborales en el Departamento Derechos de Autor de la Universidad de Chile, donde, además, se desempeñaba como docente e investigador en la Facultad de Ciencias y Artes Musicales. Por la tarde, después de regresar a su hogar, Gonzalo salió de su domicilio indicando que regresaría en un momento, cuestión que no ocurrió.

Gonzalo Toro Fernández, hijo de Gonzalo, al momento de la detención de su padre se encontraba cumpliendo con el Servicio Militar, siendo relevado del mismo al informársele que su padre había sido herido en un enfrentamiento. Enterada de esta situación, la esposa de Toro Garland, doña Maite Nicole Daiber Vuillemin, recorrió postas, hospitales, el Instituto Médico Legal, la Secretaría Nacional de Detenidos -SENDET-, los recintos habituales de detención, el Estadio Chile, etc., en el intento de ubicar a su esposo.

Posteriormente, un abogado que actuaba por encargo de Fernando Toro Garland (hermano y residente en España) en el esclarecimiento de la desaparición de Gonzalo, se informó que este último se encontraba en las instalaciones del Hospital Militar y que lo estuvo durante algunos meses. Esta institución, negó hasta el mes de noviembre que Gonzalo Toro se encontrara en ese recinto, reconociendo posteriormente su hospitalización desde el 4 de abril y hasta el 1° de agosto de 1974, fecha en que habría abandonado "por sus propios medios" el Hospital Militar.

Importantes antecedentes, que complementan lo denunciado por sus familiares, lo constituye la declaración prestada por la ex detenida y posterior colaboradora de la DINA, Luz Arce Sandoval, ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. En ella relata su detención y estadía en el Hospital Militar. En lo que respecta al afectado afirma: "Despierto en una habitación que no era la 303, donde me habían llevado al principio, sino que la siguiente. Me parece que ahí fue cuando llegó Toro Garland, detenido que estaba herido con un balazo... Tenía como 5 balazos; lo único que yo le pregunté era si quería que le mojara los labios y me dijo que sí; le pregunté si podía hacer algo más por él y me dijo 'nunca te olvides de mi nombre'. Él debe haber estado en la pieza 304".

En tanto, por su responsabilidad en la detención y desaparición forzada del también militante del MIR HUMBERTO CERDA APARICIO (foto a la izquierda), el ministro antes mencionado condenó a tres conspicuos genocidas de la DINA.

Los condenados (causa rol 169-2013) son los reconocidos criminales de lesa humanidad Pedro Espinoza Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko y Rolf Wenderoth Pozo, que lo fueron a penas de 5 años y un día de presidio, en calidad de autores del delito.

En la etapa de investigación, el ministro en visita logró establecer que alrededor de las 8 horas del 10 de febrero de 1975, "Humberto Patricio Cerda Aparicio, de 20 años de edad, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), estudiante de radio y televisión del Instituto de Electrónica "Gamma", es privado de libertad en la vía pública por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cuando se trasladaba desde el instituto a su domicilio, sin que existiese orden emanada de autoridad legítima y competente que la justificase, y trasladado hasta el recinto de Villa Grimaldi o Cuartel Terranova, centro de encierro y tortura de este organismo de inteligencia, donde se le mantuvo privado de libertad sin derecho ni orden legal, que lo justificase, encierro que pudo comprobarse por declaraciones de testigos que no solo le vieron o supieron de su existencia en el lugar, sino que también lograron comunicarse con él en el cautiverio, ignorándose desde fines de febrero su paradero, así como la suerte que haya corrido tanto física como psíquicamente, sin tener noticias de él ni tampoco documento en que conste su defunción".

En efecto, Oscar Hernán Angulo Matamala, quien conocía a éste compañero desde antes, por ser ambos oriundos de la zona de Chillán, en declaración jurada del 23 de noviembre de 1976 declara que estuvo detenido desde el 5 de febrero de 1975 hasta el 18 de noviembre de 1976. Que su detención la practicó la DINA y que durante tres meses y medio estuvo recluido en el recinto secreto de la DINA denominado Villa Grimaldi. Que durante su permanencia en dicho recinto pudo ver, entre otras personas, a Patricio Humberto Cerda Aparicio. Este mismo testigo escribe una carta a la madre del afectado en mayo de 1977, donde le agrega que Patricio fue torturado con aplicación de corriente en la parrilla (catre de fierro, donde se ataba a las víctimas para aplicarle corriente en distintas partes del cuerpo), y que alrededor del 27 de febrero de 1975 fue aislado en el sector de La Torre que era un antiguo depósito de agua potable, dividido en 9 estrechas celdas de unos 80 cms. por lado y que el 29 del mismo mes, un grupo de 14 personas, entre los que iba Sergio Lagos, fueron sacadas de Villa Grimaldi. A ellos se les dijo que serían trasladados al recinto de Cuatro Alamos, pero allí nunca llegaron y desde ese día se desconoce su paradero. Respecto al día que fueron trasladados, hay otros testigos que dicen que fue el 28 de febrero. Algunas de las otras personas sacadas desde Villa Grimaldi, el día 28 de febrero de 1975 y de las cuales nunca más se supo son Manuel Edgardo Cortez Joo, Rodrigo Ugas Morales, Carmen Díaz Darricarrere, Juan Carlos Perelman Ide e Iván Montti Cordero.


En Lautaro, durante el toque de queda, ratis balearon e hicieron desaparecer a Segundo Llancaqueo

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los DD.HH. de la Corte de Apelaciones de Temuco, Álvaro Mesa Latorre, condenó a dos miembros de la Policía de Investigaciones en retiro por su responsabilidad en el delito de desaparición forzada (“secuestro calificado”) de SEGUNDO ELÍAS LLANCAQUEO MILLÁN. Tal ilícito fue perpetrado el 5 de abril de 1975, en la comuna de Lautaro.

En el fallo (causa rol 113.997), el ministro Mesa condenó a José Amador Figueroa Toro a la pena de 12 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito. En tanto, Jorge Eusebio Barriga Soto fue condenado a 3 años de presidio como encubridor, con el beneficio de la remisión condicional de la pena.

En la etapa de investigación, el ministro en vista logró establecer: "Que la noche del 5 de abril de 1975, en circunstancia en que la pareja de Llancaqueo Millán se encontraba en su casa junto a las dos hijas pequeñas de esa relación, su domicilio fue allanado violentamente por una patrulla compuesta por al menos 4 funcionarios de la Policía de Investigaciones de Lautaro, quienes procedieron a sacarla a la fuerza de su hogar. Luego, dos de los policías la subieron a una camioneta y la llevaron hasta el sector de la escuela de Vega Redonda, cercano a su domicilio, mientras los otros funcionarios se quedaron en su casa junto a sus dos hijas menores. Entre los oficiales que participaron del operativo, la mujer pudo reconocer a José Amador Figueroa Toro".

El fallo agrega que: "los familiares de Llancaqueo Millán, quienes vivían a unos metros de su vivienda, escucharon esa misma noche ruidos provocados por los funcionarios de Investigaciones de Lautaro, los disparos que efectuaron y gritos de dolor de Llancaqueo Millán provenientes desde su domicilio, no queriendo salir de sus casas por temor a lo que les pudiera ocurrir. Incluso, Fernando Garcés Gutiérrez, profesor de la escuela de ese sector, que residía en las cercanías del domicilio de Llancaqueo Millán, escuchó esa noche gritos de auxilio y quejidos de una persona, no prestando mayor atención a aquello. Al día siguiente, los familiares comprobaron que en las cercanías de su casa había manchas de sangre y señales de haber arrastrado un cuerpo hacia el portón de salida de su propiedad".

"(…) la detención de Segundo Llancaqueo Millán, del operativo de búsqueda de armamento y del escape del mismo, se enteró el Departamento de Informaciones de la Policía de Investigaciones de Temuco, que se dedicaba a recopilar antecedentes políticos de personas. Personal de esa oficina, entre ellos Carlos Zurita Panguilef, participó en el operativo de búsqueda de armamento en la comuna de Lautaro, observando que en ella participaron José Amador Figueroa Toro y Jorge Eusebio Barriga Soto y las maniobras para frustrar la huida del detenido, entre ellas disparos. Posteriormente, luego de este procedimiento Jorge Eusebio Barriga Soto, fue objeto de burlas por lo ocurrido y reprimendas verbales por parte de la superioridad. Tiempo después, a esa misma oficina de Temuco, a través de telefonema, llegó información oficial desde la Comisaría de Lautaro, indicando que a raíz del escape del detenido se inició su búsqueda resultando fallecido producto de ello".

Por querella de AFDD de Talca juez se apersona en la que fuera Colonia Dignidad

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los DD.HH. de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, se constituyó al interior del predio de la ex Colonia Dignidad, ubicado en la comuna de Parral, para dirigir una serie de diligencias contenidas en una querella presentada por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Talca.

El ministro Carroza arribó el pasado martes 23 al ex enclave nazi para realizar una inspección ocular a diversos puntos al interior del predio, lugares donde peritos designados por el magistrado se encuentran realizando búsquedas de restos de detenidos desaparecidos.

El primer sitio que inspeccionó el ministro en visita corresponde al sector donde, según testigos de los hechos, habrían sido quemados los restos de detenidos que fueron ejecutados al interior de la colonia, a mediados de la década de los “70.

Posteriormente, el magistrado concurrió al sector de Chenco, lugar donde testigos aseguran que existiría una fosa con los restos de detenidos desaparecidos de la zona.

Al finalizar el recorrido, el ministro Mario Carroza valoró la diligencia realizada en el lugar e informó que se continuará realizando una serie de trabajos in situ hasta agotar todas las diligencias que sean necesarias en el proceso.

En la diligencia, en ministro estuvo acompañado por el equipo de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI y funcionarios de la policía civil de Parral, además participaron representantes de la AFDD de Parral, representantes del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y abogados querellantes.


¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!


Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Enero 29 de 2018

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