“El Che y la educación: Aportaciones para el
debate actual”
Por J. Carlos Rico Acosta*
En Rebelión
–public. 13/10/13
“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”
José Martí
Atilio Borón nos
recuerda que para El Che “el proyecto socialista era multifacético e integral,
y uno de sus componentes esenciales era la creación del hombre y la mujer
nuevos, y la construcción de una también nueva cultura que contrarrestara los
quinientos años de “des-educación” para el sometimiento y la resignación
padecidos por nuestras sociedades desde el amanecer del capitalismo.”[1]
Dentro de la reflexión que hace Guevara en su ensayo
“El Socialismo y el Hombre en Cuba” [2] encontramos múltiples referencias a la
situación de la educación bajo el capitalismo. No solamente de la educación
formal, sino en el amplio sentido de la educación como un proceso complejo
inmerso en todas las relaciones sociales. Así nos dice: “El capitalismo recurre
a la fuerza, pero además educa a la gente en el sistema” [3].
La
actualidad de sus reflexiones viene dada por la creciente tendencia a nivel
mundial de la ola privatizadora del sector educativo público. Es evidente que
la privatización no solamente se reduce al aumento de las colegiaturas, lo que
impide y “priva” a amplios sectores de las clases sociales bajas y marginadas
de acceder a dicho servicio.
Si no además, y el elemento fundamental, es la reducción del sistema educativo a un mero servicio que atiende exclusivamente las necesidades del mercado capitalista.
Si no además, y el elemento fundamental, es la reducción del sistema educativo a un mero servicio que atiende exclusivamente las necesidades del mercado capitalista.
El uso de conceptos
de corte empresarial dentro del discurso educativo no es mero capricho. En
México desde la década de los 70 comienza a hablarse de “La Calidad educativa”
y de su necesidad de “responder a las necesidades del sector productivo” [4], y
desde entonces se ha ido modificando el sector educativo para atender esas
“necesidades”. Desde entonces “la calidad”, “la eficiencia”, “las competencias”
han pasado a formar parte obligada de la justificación para la adecuación de
programas de estudio en todos los niveles.
En
México, en 2008-2009 se hace el intento funesto de desaparecer del Sistema de
Educación Media Superior varias asignaturas del área de Humanidades, entre las
que se encontraban Historia del Arte, Lógica y Filosofía. El Observatorio
Filosófico de México impugnó dicha medida y logró restablecerlas. Sin embargo,
en algunas partes del país dichas asignaturas han pasado de ser obligatorias a
ser “opcionales”, pues se les sustituye ahora por asignaturas como Calidad
Total, Control de Producción, Informática aplicada al control de Calidad,
Entorno Laboral, Operaciones de Almacén, entre otras más. Es claro, pues, que
el sistema educativo está encaminado para formar la “mano de obra” que necesita
el sector empresarial.
Es también
característico el discurso que exalta al “emprendedor”, recobrando el viejo
discurso bíblico del “pecado original” criticado por Marx en El Capital, que
señala que “la gente trabajadora y ahorrativa” se ha podido hacer de su
fortuna, mientras que los que no trabajan son condenados a la pobreza. Guevara
señala agudamente también este discurso “esperanzador” de la educación bajo el
capitalismo: “La separación en clases es fatal, pero los individuos pueden
salir de aquella a que pertenecen mediante el trabajo, la iniciativa, etc. Este
proceso, y el de autoeducación para el triunfo, deben ser profundamente
hipócritas; es la demostración interesada de que una mentira es verdad” [5]. La
educación debe tomar un perfil liberador, crítico, que fomente la reflexión y
la descolonización del pensamiento, y no un sistema que se encargue de fomentar
el egoísmo, la obediencia, la pereza de pensamiento (muy de moda con el
posmodernismo) y el consumismo desenfrenado.
El Che es
plenamente consciente del papel que la educación debe jugar en el proyecto de
construcción del socialismo: “Nuestra tarea consiste en impedir que la
generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las
nuevas. No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni
‘becarios’ que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre
comillas” [6].
Por lo tanto, es
indispensable una formación integral en el sistema educativo, que contemple
desde temprana edad todas las áreas posibles de desenvolvimiento del ser
humano. Es necesaria, dice el Che, “la educación técnica e ideológica, de
manera que sienta cómo estos procesos son estrechamente interdependientes, y
sus avances paralelos. Así logrará la total consciencia de su ser social, lo
que equivale a su realización plena como criatura humana, rotas las cadenas de
la enajenación” [7]; educación en la que el arte es fundamental, totalmente
contrario a las concepción capitalista en donde el arte o la filosofía “no
sirven” si no venden.
Recuperar
estas reflexiones puntuales de El Che sobre la educación, además de
esclarecedoras en el debate actual sobre el tema, deben servir para apuntar a
un proyecto en conjunto sobre la transformación del sistema educativo en
específico, y de la sociedad en general.
Notas:
[1] Borón, Atilio “Una
reflexión del Che sobre los intelectuales”, en CubaDebate, Consultado el
11 de Octubre de 2013. Sitio en internet. http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/10/09/una-reflexion-del-che-sobre-los-intelectuales/
*J. Carlos
Rico Acosta es sociólogo y profesor de Bachillerato en México
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¡Hasta la victoria siempre!
Colectivo Acción
Directa CAD -Chile
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