LA REFORMA LABORAL (MAS BIEN PATRONAL)
DEL GOBIERNO YA ESTA AD PORTAS DE SER APROBADA POR EL CORRUPTO CONGRESO. LOS/AS
TRABAJADORES/AS NO PODEMOS, NO DEBEMOS, PERMITIR QUE ESTA ANTIPOPULAR
LEGISLACION VENGA A EMPEORAR LAS YA DEPLORABLES CONDICIONES LABORALES
A principios de noviembre, como
lo reseñáramos, el proyecto de reforma laboral del gobierno de la Nueva
Mayoría (NM) entró en tierra derecha en su deambular legal. Actualmente, se le
están dando los últimos retoques en la comisión de trabajo del senado, con
inclusión de algunas indicaciones recientemente entregadas por el ejecutivo.
Digamos que la
mentada reformita ya era mala, pero con la adopción de las indicaciones del
último tiempo presentadas desde La Moneda, la cosa se puso color de hormiga
para los/as trabajadores/as.
La cacareada
‘reforma’ laboral no alcanza a serlo, pero ello no le resta peligrosidad. En
rigor, sólo son un montón de cambios menores al actual código laboral de 1987.
Este, a su vez, integró el Plan
Laboral-patronal instituido en 1979 por el ministro del trabajo del chacal
Pinochet, José Piñera, con normas relativas al contrato individual. Tal código,
más bien patronal, cristalizaba el primer eslabón de una serie mayor de cambios
estratégicos, llamados las “siete modernizaciones”, que buscaban la completa
mercantilización/monopolización de la formación económico-social.
El código laboral
de la dictadura se orientó a reformular las relaciones colectivas en el ámbito
del trabajo, representando ello la médula del modelo laboral en curso. Sus
cuatro pilares se reproducen y mejoran, si es que cabe decir esto último, en la
presente ‘reformita’ de la NM: negociación colectiva sólo al nivel de empresa; una
huelga que no resulta, en última instancia, efectiva; paralelismo sindical; y despolitización
sindical.
La presente
reforma gubernamental ha generado una grande y extendida resistencia, pero más
bien en lo discursivo antes que en la práctica política popular. La derecha y
la patronal, por su parte, patalean y vociferan recurriendo a la política del
‘tejo pasado’, amenazando que con esta limitada legalidad estaríamos ad portas de un regreso a 1973.
El gobierno del
grupo mantenedor del sistema de dominación, que es la NM, recula y pierde su
capacidad de maniobra, lo cual le conduce a dar torpes pasos legales y a
proponer medidas cada vez más contrarias a los intereses de los/as
trabajadores/as.
La CUT ha jugado
un zigzagueante rol en todo esta supuesta ‘modernización’ de las relaciones
laborales, ya que al principio se compró todo el cuento reformador de la NM, llegando
a participar en las mesas pre-legislativas, para luego dar paso a unas tibias
críticas. Finalmente, sus dirigentes se han afanado por aceptar lo que sea que
se legisle. “A nosotros no se nos pasa la película de que el gobierno suspenda
la tramitación del proyecto ni la siga retrasando más, aquí lo que se tiene que
terminar es con el abuso en la palabra, en los hechos y en la acción política
de los tres senadores del PPD y de los tres senadores de la Democracia
Cristiana que han torpedeado el proyecto de su propio gobierno”, ha
dicho su vicepresidente, Nolberto Díaz. Es decir, para la CUT no hay tiempo
que perder para tener algo a que llamarle “reforma laboral”, aunque no lo sea
ni de lejos, pues con ello se justifica la participación del ex reformismo en
el bloque político de Estado y la bajada de las banderas de todos los
dirigentes sindicales de la otrora “vanguardia única del proletariado”.
Pero existen
otras visiones desde el sindicalismo. Oscar
Olivos, presidente de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), sostuvo
que esta reforma ha sido “un juego de desaciertos” entre el gobierno,
trabajadores y la CUT, a quien acusa de estar “cooptada por ser parte de la
Nueva Mayoría”, lo que lo lleva a calificar de “espectáculo deplorable” el que
estaría dando nuestro país en este sentido: “Ya nadie cree en las reformas
laborales”, señala enfático Olivos. Añade éste que, “Ha sido el mayor fiasco
que ha tenido este gobierno la Reforma Laboral, y es lamentable porque han
jugado con la credibilidad de los trabajadores, han jugado con la credibilidad
de la gente, y lamentablemente el gobierno no tiene idea hacia dónde va. El
problema es que el gobierno perdió la brújula, la perdió la ministra del
trabajo, la perdió la presidenta de la república, la perdieron los ministros,
todo el mundo perdió la brújula”.
Otros dirigentes
de los trabajadores también han hecho sus substanciosas críticas al engendro de
la NM. La
Agrupación de Trabajadores por una Mejor Reforma Laboral y el Comité de
Iniciativa por la Unidad Sindical CIUS, han concluido que el proyecto de
reforma laboral impulsado por el gobierno no cumple con las necesidades básicas
que tenemos los trabajadores. Ellos constatan que las propuestas e indicaciones
hechas por el gobierno son de naturaleza pro empresarial, puesto que consolidan
y profundizan el mentado Plan Laboral de la dictadura cívico-militar en cuanto
mantiene la negociación colectiva circunscrita al ámbito de la empresa e
incluso introduce nuevas formas de flexibilidad laboral que precarizan aún más
las jornadas de trabajo.
“Lo que se ha
mostrado a la opinión pública como avances del proyecto se anulan frente al
grave daño que se hará a los trabajadores con medidas como el aumento de la
jornada de trabajo a 12 horas diarias, a 7 días corridos, la eliminación del
tope diario de horas extras y del tiempo de cambio de vestuario de la jornada
laboral, la exigencia de quórum para negociar, el descuelgue individual de la
negociación en cualquier momento, la duplicación de las causales para
proporcionar “equipos de emergencia”, la suspensión de la negociación
colectiva, la eliminación del pago de indemnizaciones adicionales en caso de despido
antisindical, la prohibición de huelga a empresas estratégicas y la reanudación
de faenas por decisión judicial sin eliminar la amplitud de las causales”. A lo
anterior, podríamos agregar que con la propuesta
de aumentar el quorum a un 50% de los trabajadores de una empresa con menos de
50 de ellos, a fin de poder formar un sindicato, simplemente lo que se
busca es dificultar su constitución; justo lo contrario de lo que la NM anuncia
como una de las metas de su proyecto reformista.
En suma, el
proyecto de marras no resuelve las justas demandas y necesidades de las
organizaciones sindicales y la clase trabajadora. No se dice nada allí sobre Negociación
por Rama, del despido por necesidades de la empresa, del pago de
gratificaciones, sobre el subcontrato, del reajuste mínimo por IPC, entre otras
demandas. Tampoco se dice nada en su texto sobre cambiar el sistema de ahorro
previsional forzoso que son las AFP. Su carácter, en realidad, es antisindical.
No esperamos que
sea el sindicalismo domesticado el que lleve la bandera de la lucha contra las
pésimas condiciones laborales actuales y futuras, sobre todo atendiendo a su pobre
actuación frente a la reformita en cuestión. Sólo confiamos en la fuerza del
sindicalismo no domesticado, en los
trabajadores que están chatos de falsas promesas y que están dispuestos a salir
del letargo y a darles duro a los de ‘arriba’. Perentoria y urgentemente, el
pueblo trabajador debe organizarse y salir a detener la ofensiva
patronal-derecha-NM en las calles, allí donde siempre se han decidido los
cambios sociales.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
¡NINGÚN ACUERDO O REFORMA A ESPALDAS
DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES!
Equipo Sindical CAD –Chile
Diciembre 27 de 2015
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