Por Michael Roberts
En SinPermiso
Diciembre
20, 2015
Los precios del
crudo han caído hasta su mínimo de los últimos siete años después de la
decisión de la OPEP, el cartel del petróleo, la semana pasada en Viena, de no
poner ningún límite a la producción de petróleo el próximo año.
La
demanda de petróleo ha disminuido considerablemente y las reservas de petróleo
han aumentado a un récord histórico de 3 mil millones de barriles y los
petroleros circunnavegan las aguas cercanas a las refinerías en los EE.UU. y
Europa sin poder descargar porque no hay demanda.
Al
mismo tiempo, los precios de materias primas importantes, como el mineral de
hierro y el cobre, han alcanzado nuevos mínimos. El transporte de estos
recursos en grandes buques contenedores se ha derrumbado, según el índice
Baltic Dry, a su mínimo histórico de treinta años.
Como
resultado, las grandes economías emergentes como Rusia, Brasil y Sudáfrica, que
exportan principalmente energía y otras materias primas para las economías
industriales y de consumo del mundo capitalista desarrollado, se encuentran ya
en recesión económica, y el valor de sus monedas ha colapsado. El mayor
consumidor de estas materias primas era China, pero su economía sufre una
desaceleración significativa del crecimiento del PIB real y está almacenando su
propio acero, mineral de hierro y cobre, o tratando de deshacerse de ellos en
el extranjero a precios bajos.
En
una nota
anterior, señalé esta crisis creciente de las hasta ahora boyantes
"economías emergentes". Sus economías despegaron a través de las
exportaciones de materias primas y energía. Financiaron su fase de crecimiento
gracias a los préstamos a precios muy baratos en dólares de los bancos
occidentales. Pero ahora, con la caída de sus exportaciones y el derrumbe de
los precios, estas deudas van a ser mucho más difícil de pagar.
Las
compañías financieras en las economías en desarrollo reembolsaron 15 mil
millones de dólares de su deuda internacional en el tercer trimestre, mientras
que las empresas no financieras emitieron sólo 6 mil millones de dólares
en nueva deuda. Ambas cifras han sido las más bajas desde inicios de 2009,
según un
informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Las empresas de los
mercados emergentes están empezando a quebrar en mayor número que las expresas
con deudas en Estados Unidos, por
primera vez en años.
La
próxima semana, la Reserva Federal de Estados Unidos tiene la intención de
elevar su tasa de interés por primera vez en casi una década. Así que los
intereses de la deuda barata que las economías emergentes han acumulado
aumentarán. El valor nominal de la deuda soberana y empresarial de los mercados
emergentes nominada en dólares se ha triplicado desde principios de 2009, hasta
17.000 millones de dólares, según los datos del índice Bank of America/ Merrill
Lynch. Las economías emergentes están empezando a sentir el peso de su montaña
de deudas.
El
informe del BPI estima que el coste de los préstamos en estas economías
emergentes es muy sensible a los tipos de interés de la Fed.
Cuando
en 2014, la Fed decidió poner fin a sus medidas de flexibilización cuantitativa
(impresión de dinero), provocó lo que se llamó la “rabieta taper” en las
economías emergentes, cuyos mercados de acciones y bonos se hundieron. Ahora el
BPI dice que "También ha habido señales de que los rendimientos de las
monedas nacionales de las economías emergentes son cada vez más sensibles a la
evolución de los Estados Unidos. La era posterior a la crisis se ha
caracterizado por fuertes repercusiones internacionales del rendimiento de los
bonos de Estados Unidos en los mercados emergentes, aun cuando esos países se
encontraban en diferentes fases del ciclo económico. Y este efecto parece más
fuerte con el tiempo. Una simple regresión de un índice de bonos EME en
relación con los rendimientos de los bonos del tesoro de Estados Unidos a 10
años sugiere que el potencial de los efectos secundarios es más grande ahora
que durante la ‘rabieta taper’".
El
BPI está preocupado de que estas condiciones financieras más estrictas "pueden
aumentar los riesgos de inestabilidad financiera". La relación de la
deuda media respecto al PIB en los principales mercados emergentes ha aumentado
en cerca de un 25% desde 2010. "A pesar de las bajas tasas de interés,
el aumento de los niveles de deuda ha aumentado la proporción del servicio de
la deuda de los hogares y las empresas por encima de sus promedio a largo
plazo, en particular desde 2013, lo que es una señal del aumento de los riesgos
de crisis financieras en las economías de mercado emergentes. La proporción del
servicio de la deuda, inevitablemente, aumentará aún más cuando las tasas
comiencen a elevarse. Cualquier apreciación del dólar, además, pondrá a prueba
la capacidad de servicio de la deuda de las empresas de las economías
emergentes, muchas de las cuales se han endeudado fuertemente en dólares
estadounidenses en los últimos años”.
Si
las economías emergentes caen en una crisis de la deuda con empresas y bancos
quebrando, las economías capitalistas desarrolladas no podrán evitar el
impacto. Así las cosas, la deuda empresarial ha aumentado considerablemente en
los EE.UU. y Europa ya que las empresas han aprovechado los préstamos baratos
para acumular efectivo. Pero a medida que el crecimiento de las ganancias
empresariales se ha reducido al mínimo en el último año, los impagos de las
empresas y las rebajas en la calificación de su deuda han aumentado, y esto
antes de que la Fed elevase su tasa.
Más
de 1 billón de dólares de deuda empresarial en los Estados Unidos ha sido
rebajada en su calificación este año, cuando las bancarrotas han alcanzado su
nivel más alto después de la crisis, subrayando los temores de los inversores
de que el ciclo
de crédito ha entrado en su fase final. Gran parte de la disminución de los
'fundamentos' se ha vinculado a la significativa caída de los
precios de los productos básicos, con fallos en los sectores de la energía
y los metales y constituyendo las industrias mineras una parte importante de
las bancarrotas registradas hasta el momento.
102
empresas
han quebrado desde el inicio de 2015, incluyendo 63 en los EE.UU.. Sólo
tres empresas del país han mantenido la codiciada calificación triple A: ExxonMobil,
Johnson
& Johnson y Microsoft,
con la petrolera en revisión para posible reducción de su calificación. Una
gran parte de los emisores de deuda de más baja calidad se enfrentarán a
"desafíos de refinanciación graves" de aquí a 2018, en la medida en
que la generación de flujo de caja sigue siendo débil, señala Matthew Mish,
estratega de crédito con UBS.
Cuando
analizamos la actividad económica mundial en general, medida por los llamados
índices de compras de los gerentes (PMI), hubo un ligero repunte en noviembre
en la medida que las economías emergentes (línea roja) dejaron de contraerse
(en promedio). Pero el índice mundo PMI (línea verde), aunque crece, sigue
siendo menor que a principios de 2014.
Y,
por supuesto, mi índice clave de la salud futura de la economía mundial, los
beneficios, continua dibujando un panorama sombrío. Los beneficios
empresariales en las cinco principales economías de los EE.UU., Japón,
Alemania, la zona euro y el Reino Unido, ahora están contrayéndose (en
promedio), por primera vez desde la Gran Recesión.
Otro
factor desconcertante es que la economía mundial ya podría estar creciendo más
lentamente que lo que apuntan las cifras oficiales. El FMI estima que el
producto interno bruto mundial (PIB) creció el 3,1% en 2015. Sin embargo, en
relación con los datos del FMI para el producto nacional bruto mundial (PNB),
que incluye las ganancias del comercio exterior y los ingresos, pareciera de
las propias cifras del FMI que la economía mundial se contrajo en términos
nominales un 5% este año.
Estos
datos contradictorios han sido estudiados en un artículo
reciente. Peter van Bergjik, el autor, llegó a la conclusión de que algunas
de las divergencias entre el PIB y el PNB mundiales podrían explicarse por errores
estadísticos y desviaciones de ciertas divisas de su valor en dólares. Pero eso
no sería suficiente para llenar la brecha en los datos. Van Bergijk concluye
"que las previsiones oficiales del FMI del PIB real es probable que
sean demasiado optimistas, como ya ha ocurrido en el pasado. En su análisis de
las previsiones anteriores del FMI los últimos 20 años, la Oficina de
Evaluación Independiente (2014) encontró que el FMI sobrestimó el crecimiento
económico real, sobre todo en períodos de crisis mundial. Otras revisiones a la
baja de la tasa de crecimiento real de la economía son, por tanto, previsibles".
He
comentado la posibilidad de una nueva recesión global en notas anteriores. Mi
punto de vista es que ocurrirá y tendrá lugar en los próximos uno a tres años
como máximo. Algunos economistas ortodoxos están pronosticando una posibilidad
superior al 50% para 2016. Los economistas
del Citibank calculan que hay una posibilidad de 65% en 2016.
Este
catastrofismo es rechazado por otros. Bill
McBride, de Calculated Risk, menosprecia a esos profetas de la recesión que
piensan que tendrá lugar el próximo año. Dice McBride: "Durante los
últimos 6+ años, ha habido un desfile interminable de previsiones incorrectas
de recesión. El sector manufacturero ha sido débil, y se contrajo en los EE.UU.
en noviembre debido a una combinación de debilidad en el sector petrolero,
fortaleza del dólar y cierta debilidad global. Pero esto no significa que los
EE.UU. entren en una recesión. La última vez que el índice se contrajo fue en
2012 (sin recesión), y ha señalado una contracción en varias ocasiones sin
recesión. En cuanto a los datos económicos, las probabilidades de una recesión
en 2016 son muy bajas (muy poco probable, en mi opinión)".
Tal
vez no será en 2016. Sin embargo, los factores para una nueva recesión son cada
vez más fuertes: caída de la rentabilidad y las ganancias en las principales
economías y una deuda empresarial creciente, tanto en las economías
desarrolladas como las emergentes. Y la Reserva Federal comienza la subida de
la tasa de interés de los préstamos en dólares. Es un brebaje venenoso.
*Michael Roberts: es
un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la
City londinense como analista económico y publica el blog The
Next Recession
Equipo Internacional – CAD CHILE
Diciembre
23 de 2015
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