Ya hace dos semanas que luchan en contra de la institucionalidad
cultural que pretende imponer el gobierno de la Nueva Mayoría y porque se les
respete una preterida mejora en sus condiciones laborales
Desde el jueves
17 pasado que miles de
trabajadores/as de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) del
país, agrupados en la ANFUDIBAM, se encuentran paralizados. Ello, pues el gobierno
de la Nueva Mayoría (NM) cambió a última hora su propuesta de nueva
institucionalidad cultural, que ese mismo día Bachelet firmó para ser enviada al
corrupto congreso y para la que se les consultara, sin que ninguno de los aportes
de los/as funcionarios/as fuese finalmente considerado.
Ya
el lunes 14, molestos
y desconcertados salieron los dirigentes y directivos de la ANFUDIBAM, del Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y del Consejo de Monumentos
Nacionales (CMN) de la reunión que sostuvieron con el ministro Ernesto Ottone y
sus asesores. En dicho encuentro, desarrollado en oficinas del CNCA, el
secretario de Estado les expuso la propuesta de nuevo ministerio que Bachelet firmaría
el jueves 17, luego de una larga espera. El proyecto, de hecho, era una de las
promesas para los primeros cien días de su mandato.
Entonces,
si bien los invitados se encontraron con que algunos de sus planteamientos
fueron incorporados al proyecto, también recibieron una sorpresa “mayúscula”: un modelo de ministerio distinto al que
habían trabajado en conjunto con las autoridades. Según los trabajadores,
la propuesta que se había consensuado establecía un ministerio que contaría con
una subsecretaría de las Artes, continuadora del CNCA; y una subsecretaría del
Patrimonio Cultural, continuadora de la Dibam. Ambas tendrían capacidad de
elaborar y ejecutar políticas y a ellas se sumarían 15 secretarías regionales
ministeriales (Seremis).
En
cambio, la propuesta que Ottone les presentó contempla que la Dibam se
transforme en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que ejecutará
políticas diseñadas por una subsecretaría del Patrimonio Cultural “sin mayor
definición”, según la ANFUDIBAM.
En
este nuevo servicio se incluiría a la Secretaría Ejecutiva del CMN, el Sistema
Nacional de Bibliotecas Públicas, el Sistema Nacional de Museos y a
instituciones como el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional y la Cineteca
Nacional, entre otras.
La
reacción de los trabajadores fue inmediata. Margarita Hormazábal, presidenta de
la ANFUDIBAM, reclamó, “El lunes, a última hora, se nos señaló que hay un
cambio de modelo. Ahora hay un ministerio con dos subsecretarías. Una de ellas
es el actual CNCA y la otra va a tener debajo a la actual Dibam. Así, mantenemos nuestra categoría de
servicio público, pero siempre trabajamos sobre la base de ser una
subsecretaría. Hoy día somos un servicio público con un montón de deficiencias
y nos están diciendo que eso se va a perpetuar”.
De
este modo, de acuerdo a los trabajadores, la
nueva institucionalidad minimiza la relevancia del patrimonio e implica que los
grados de los funcionarios -y sus condiciones laborales- no mejorarán como
lo harían si la Dibam se convirtiera en una subsecretaría.
¿Qué
es lo que motivó el cambio? “Lo que nos dijeron es que fue una decisión del ejecutivo,
esa fue toda la explicación. No entraron en detalles”, responde Margarita
Hormazábal. Agregó, con molestia, “Sacamos conclusiones respecto de lo que nos
dijeron las autoridades de la Dibam, que siempre estuvieron en pro de mantener
esta figura de servicio. Las propuestas que enviaron siempre fueron a la baja,
a ponernos más abajo en el organigrama”.
“Cada
vez que mandaban propuestas iban para ese lado, entonces ¿qué vamos a pensar?
¿De dónde nace esto? El director nos dice que él tampoco sabía de esto, pero en
el momento en que no dice nada, que acepta que también lo informen sobre la
marcha, sin reclamar, entonces me da a entender que él sabía que esto iba para
allá”, concluye la dirigenta.
Fue
en este escenario, que la ANFUDIBAM convocó a una paralización nacional de
los/as trabajadores/as del servicio desde el jueves 17. L@s funcionari@s han
llevado a cabo numerosas manifestaciones en las principales ciudades del país, inclusive
frente a La Moneda, cuando en su interior Bachelet firmaba el dichoso proyecto
que crea el ministerio. Por lo pronto, exigen la renuncia del director de la
entidad, Ángel Cabeza.
Sin
duda que la propuesta de estructura/institucionalidad del gobierno entorpece
toda posibilidad de desarrollar una mínima política cultural nacional. Además,
incumple con entregar condiciones laborales adecuadas a los trabajadores de las
instancias integradas en la Dibam.
Permítasenos
añadir otro sí. La Cultura, la construcción colectiva y democrática de recursos
materiales e inmateriales sociales, no será el resultado de una oficinita pública
ni de una subsecretaría pública en los marcos de una formación social tan
injusta y desigual como la nuestra. Antes bien, ella es un importante derecho a
ser ejercido por la clase trabajadora y que debe incorporarse en el Gran Pliego
de las Demandas del Pueblo y los Trabajadores de Chile, así como en todas las
plataformas de lucha del movimiento popular en 2016.
¡A APOYAR EL MOVIMIENTO POR LA CULTURA Y POR MEJORES
CONDICIONES DE L@S TRABAJADOR@S DE LA DIBAM!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Equipo Sindical CAD –Chile
Diciembre 31 de 2015
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