DESPUES
DE CASI 5 AÑOS DE CONSTANTE LUCHA, HOY EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL CHILENO SE
ENFRENTA A UNA ENCERRONA. SE LE OPONEN PODEROSOS ENEMIGOS, COALIGADOS, QUIENES
PRETENDEN IMPONER POLITICAS PRIVATIZADORAS Y MONETARISTAS A LA EDUCACION
PUBLICA
En la presente coyuntura, quizá como nunca
antes en casi un lustro de combate, el Movimiento Estudiantil (ME) debe lidiar
con el conjunto de las fuerzas del Bloque Político en el Poder.
En
su contra se han coaligado el grupo mantenedor del sistema de dominación,
encarnado por la Nueva Mayoría (NM); la derecha política y económica; el
antidemocrático Tribunal Constitucional; los medios de comunicación sistémicos
y los domesticados, todos tras la prescripción fondomonetarista-monopolista de
subsidio a los capitales privados, justificándola (cuando no simplemente chantajeando)
con el falaz argumento de que si se quiere gratuidad ello es para todos, un
‘todos’ que incluye a los dueños de las empresas universitarias y técnicas. Es decir,
por sobre toda otra consideración, el Estado se ve obligado a entregarles platas
públicas a estos mercaderes a fin que puedan continuar lucrando con su negocio
“educativo”. De paso, legislan y/o intiman a ensanchar la entrega de becas para
dar la sensación de que se está cumpliendo con la promesa oficial de ‘gratuidad
en la medida de lo posible’.
Lo
coaligados se atreven a exigirle ciertos estándares de calidad a las Ues
estatales, calidad que estas no pueden comprar, como en el caso de las empresas
universitarias tipo USS, Los Andes, Andrés Bello, Autónoma, etc. Además, a las
estatales, desde 1981 –cuando en plena dictadura cívico-militar se impuso la ley de financiamiento de
universidades- se les obliga a “autofinanciarse”, lo que en los hechos
implica que deben restringir sus actividades tradicionales, sus potenciales
capacidades, una atención integral al alumnado, planes docentes en constante
evolución, contar con cuerpos docentes de primer orden, etc.
En
ese contexto, cayeron en desgracia tres Ues estatales: la UTEM, la Arturo Prat
y de Los Lagos, las cuales no estarían dentro de las beneficiarias de una esquiva
gratuidad estatuida en la “ley corta” de financiamiento para 2016.
El presidente de la
Federación de Estudiantes de la UTEM, Damián Brito, señaló que “es
frustrante que cuando vamos a pedirle explicaciones a la ministra (de Educación,
Adriana Delpiano) nos reciba Carabineros”. “¿Vamos a condenar a
universidades del Estado por no estar cuatro años acreditada a no contar con la
gratuidad? Leía que se zanjaba que en definitiva entraríamos nosotros, como
posibilidad, pero con la figura de un acompañamiento, una suerte de interventor
[...] ¿No estamos siempre acompañados por el Estado. Es el reconocimiento del
Estado del abandono de la universidad?”, añadió. Consultado por la posibilidad
que el Estado subvencione la educación a planteles privados, Brito comentó que
“acá se están resguardando intereses económicos, el foco está en asegurar
las becas y los créditos para universidades que lucran, eso es lo que hace
la oposición y los sectores más conservadores de la Nueva Mayoría y ahí no nos
perdemos y no vamos a dejar de denunciarlos tampoco”.
El estudiantado de las tres estatales afectadas ha salido a las calles a exigir lo suyo y por lo que han peleado tanto tiempo. No obstante, se requiere mucho más apoyo popular, político y social, que apunte a resolver ésta problemática, pero que reencienda el ánimo del ME y popular por obtener el derecho a una educación pública gratuita y de calidad.
La
Confech ha tardado en responder. Al menos, convocó a una movilización nacional
para el próximo martes 22 de diciembre, con el propósito de rechazar la “ley
corta” propuesta por el gobierno, pero se requiere una lucha pronta y
extendida, que permita enarbolar nuevamente las históricas banderas de lucha
del ME chileno.
¡TOD@S A MOVILIZARNOS POR UNA EDUCACIÓN
PÚBLICA, GRATUITA, DE CALIDAD, SIN LUCRO, DEMOCRÁTICA, AL SERVICIO DEL PUEBLO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Equipo Estudiantil - CAD
Diciembre 19 de 2015
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