ENTREVISTA CON EL VOCERO DE LA
COORDINADORA ARAUCO-MALLECO (CAM)
En revista Punto
Final, N° 831
Héctor Llaitul
Carrillanca (47), preso político en libertad condicional -después de casi 6
años en la cárcel El Manzano de Concepción y en otras prisiones-, cumple ahora
el rol de vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). Protagonista de
largas huelgas de hambre, sobre Llaitul pesa una condena que sólo termina a
mediados de 2021. Inicialmente fue condenado a 25 años de presidio pero
mediante huelgas de hambre logró reducir la pena a 15 años y medio. Sin
embargo, cada semana debe firmar en Concepción el registro de reos en libertad
condicional.
En
esta entrevista, Héctor Llaitul aborda los temas fundamentales que preocupan a
la CAM y al pueblo mapuche. Las preguntas fueron elaboradas por un periódico
del duopolio que posteriormente se negó a publicar las respuestas del dirigente
mapuche.
¿Qué
es la CAM hoy?
“En
el actual contexto socio-político, la CAM ha pasado a convertirse en un
referente político-ideológico para el movimiento mapuche desde la vereda
autonómica de liberación. Esto lo reafirmamos, porque nuestros planteamientos
ya se han vuelto transversales, es decir, inspiran y mueven al grueso del
movimiento mapuche más allá de la presencia orgánica en ciertas zonas.
Hemos
logrado una victoria sin precedentes: hacer prevalecer las ideas frente a un
contexto desigual es un elemento valórico y estratégico de suma importancia”.
¿Qué
busca la CAM?
“En
su esencia, el objetivo primario de la organización no ha variado desde su
comienzo. Por tanto, los objetivos primordiales siguen siendo desarrollar un
proceso de control territorial para alcanzar la autonomía y la liberación. En
este sentido, se hace necesario entender que el control territorial es la
plataforma para articular la restitución territorial, y con esto llegar a la
recuperación del Wallmapu”.
¿Cuál
es su rol dentro de la CAM?
“Desde
hace un tiempo he asumido el rol de representación pública de la organización
debido, fundamentalmente, a dos motivos: en primer lugar, se requería con
urgencia que los planteamientos de la CAM fueran emitidos y discutidos
públicamente y por otro lado, debido a mi actual condición de preso político
mapuche, podía cumplir con tales requerimientos. Aquí es importante explicitar
también que actualmente estamos trabajando en la sistematización y recuperación
de la verdadera historia de la CAM, trabajo que materializaremos en un libro
que pretendemos salga a la luz el presente año y se constituya como un
instrumento de discusión teórica e ideológica sobre la situación actual del
movimiento mapuche”.
¿Hay
una estructura dentro de la CAM y cuál es ésta?
“En
el contexto actual de resistencia sería imposible expresar una respuesta
concreta a esta pregunta, por razones lógicas; desde sus inicios la CAM ha sido
perseguida y una cantidad no menor de sus integrantes encarcelados. No es
secreto para nadie que hay estructuras de inteligencia encargadas
específicamente de desarticular nuestra organización. En algún momento existió
una estructura explícita, la cual sirvió para una representación territorial en
el Wallmapu, pero actualmente estamos replanteando tales lineamientos bajo
nuevas condiciones cuantitativas internas”.
RESISTENCIA
TERRITORIAL
¿Qué
son los Órganos de Resistencia Territorial (ORT) y cuál es su función?
“Los
ORT, básicamente, expresan la resistencia territorial concreta en función de la
línea estratégica de la CAM, por tanto, su vinculación es directa. En otras
palabras, los ORT se encargan de enfrentar los proyectos de inversión
transnacional cuando se han visto agotadas las demás vías de resistencia. Este
enfrentamiento es un concepto necesariamente multidimensional; hace referencia
y se fundamenta, más allá de lo operativo, en aspectos culturales y
cosmogónicos que intervienen en el proceso de reconstrucción del Wallmapu, como
el Itrofil Mongen , Küme Mongen y Az Mapu”.
Según
la inteligencia policial, las ORT son el brazo armado de la CAM. ¿Es así?
“El
juicio que utiliza la llamada ‘inteligencia policial’ para denominar a
cualquier organización de carácter anticapitalista está cargado de aspectos
etnocéntricos y profundamente occidentalizados. Es explícito en tal
clasificación que la inteligencia trabaja bajo supuestos de la clásica
concepción de una estructura político-militar de Izquierda, que no se
corresponde con el carácter de nuestra organización mapuche. En este sentido se
hace necesario comprender que los fundamentos que inspiran y mueven a nuestro
movimiento, y a sus integrantes, subyacen en una naturaleza que resulta
incomprensible para la lógica de la inteligencia del Estado. Tal naturaleza se
nutre de elementos que son propios del weichan , por tanto, de la lucha
de todo un pueblo en defensa de su integridad. Y aquí cobra mucha importancia
el rol que puedan cumplir nuestras representaciones tradicionales como las
machi, los lonkos, y por supuesto, los weichafes”.
La
primera vez que Ud. salió de la cárcel durante su actual condena dijo “la lucha
seguirá”. ¿Cómo seguirá?
“No
hice referencia necesariamente a una consigna de carácter individual, por el
contrario, hice alusión directa a que el movimiento mapuche en su conjunto
continuará (y así lo ha demostrado) impulsando el proceso de recuperación del
Wallmapu. Ahora bien, este proceso hoy tiene el desafío de transformarse en un
movimiento de carácter revolucionario y autonomista, en donde la CAM debe
cumplir un rol prioritario”.
VIOLENCIA
EN LA ARAUCANIA
Ha
habido constantes atentados en Biobío y La Araucanía. La vía violenta, ¿es una
vía de lucha? ¿Justifica la violencia?
“Responder
a esta pregunta con un sí o un no sería considerar que la violencia, en este
caso violencia política (con todo lo que involucra este concepto), es un
fenómeno estático, espontáneo y que carece de una naturaleza histórica. Para
nosotros la violencia hacia nuestro pueblo comienza en el tiempo de la
ocupación de La Araucanía y se ha perpetuado a través de la historia hasta el
día de hoy en todas sus dimensiones: económica, política, cultural, bélica,
etc. En este sentido, somos enérgicos al sostener que bajo una condición
histórica de constante opresión, expresada hoy en los procesos de inversión
capitalista en nuestro wallmapuche con su correlato de asedio y represión,
tenemos todo el derecho a articular la autodefensa de nuestro territorio y de
nosotros mismos, mediante la violencia política que los medios satanizan como
terrorismo”.
¿Hasta
dónde llega la eventual responsabilidad de la CAM en estos hechos violentos?
Hay algunos donde aparecen panfletos que se adjudica la CAM o los ORT...
“La
responsabilidad de la CAM está circunscrita a los diversos conflictos
territoriales que tienen como antesala una demanda y una reivindicación
concreta, en los cuales ya se ha iniciado un proceso de recuperación y defensa
por parte de las comunidades y/o un sector mapuche movilizado. Además, estas
acciones deben, y en esto somos enfáticos, tener un carácter anticapitalista,
eso delimita claramente un rango de nuestra praxis. Ahora bien, la adjudicación
de algunos hechos concretos puede recaer en la decisión autónoma de cada ORT y
obedecer, por tanto, a sus criterios políticos dando cuenta de sus contenidos y
los objetivos que persiguen bajo situaciones locales y características propias.
Acá es importante indicar también que estas medidas de adjudicación cumplen un
rol mediático, toda vez que los medios de comunicación neoliberales no cubren
los hechos, pretendiendo invisibilizar así un conflicto que ya tiene
características estratégicas”.
RELACION
CON EL ESTADO CHILENO
¿Se
considera una amenaza para el Estado chileno?
“Por
el contrario, el Estado chileno me considera una amenaza; reflejo de esto son
la criminalización y enjuiciamiento de mi persona por parte del aparato jurídico-estatal
sin pruebas contundentes, sino en base a un perseguimiento ideológico y
político. En el contexto actual, cualquier expresión anticapitalista
contundente, sobre todo mapuche, es un peligro severo para el Estado chileno
porque va en contra de sus pretensiones tanto en el plano estructural como
superestructural, es decir, amenaza la mantención del sistema económico y de su
entramado jurídico-político, como también los lineamientos inmateriales basados
en el colonialismo interno que mantienen la sumisión ideológica-cultural en
base a la enajenación mapuche y el acelerado proceso de institucionalización”.
¿Cómo
se soluciona el llamado “conflicto mapuche”?
“Para
empezar, considero que el llamado ‘conflicto mapuche’ es una denominación
errónea porque hace aparecer un conflicto que obedece a una naturaleza
unilateral, como si nosotros solos fuéramos responsables e impulsáramos una
resistencia por antojo. Más bien es preciso referirse a un conflicto entre el
pueblo-nación mapuche y el Estado chileno, en un contexto de dominación
capitalista expresada concretamente en la ‘amenaza extractivista’ de que es
objeto nuestro territorio ancestral. Ahora bien, en esta perspectiva, desde la
CAM no visualizamos una posible solución en el corto y mediano plazo mientras
no se comprenda que la problemática alcanza rangos estructurales y pasa,
necesariamente, por un rediseño territorial (recuperación) y la conquista de la
autonomía. Nuestro análisis es bien claro; en la actual fase de acumulación
capitalista y su respectivo marco de soporte legal, la solución al conflicto no
puede reducirse meramente a un reconocimiento político ni a una ‘integración’
al proyecto nacional de Chile, sino debe obedecer a una condición de carácter
sistemática, lo que es imposible en el actual contexto sociopolítico. Es por
esto que para nosotros la solución pasa necesariamente por la articulación de
una acción política revolucionaria y anticapitalista, alejada de las maniobras
que se dirigen a perpetuar el colonialismo interno”.
¿Cuál
es su opinión del intendente Francisco Huenchumilla?
“Huenchumilla
es la extensión de la Concertación que pretende institucionalizar el movimiento
mapuche en todas sus expresiones. Es la persona encargada de perpetuar la
política de integración estatal de nuestro pueblo mediante un discurso, entre
comillas, radical, basado en el ‘multiculturalismo’. En este sentido, la mejor
carta que puede jugar la Concertación es atender el conflicto mapuche con una
persona que aparezca como progresista y suene en discordancia con la clase
política conservadora y de derecha, pero que, en un plano concreto dará
continuidad a las políticas del neoliberalismo hacia el pueblo mapuche. La
identificación de ciertos sectores mapuches con este discurso sería un grave
error para la construcción de un movimiento mapuche que lucha por la
autonomía”.
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