"Los Tanques de EE.UU. Defienden la Pobreza en Europa del Este"
Traducción
de “US Tanks Defend Poverty in Eastern
Europe”
Por Caleb Maupin*, en New
Eastern Outlook
30/06/2015
“Los tanques y las armas de EE.UU. están
fluyendo a Europa Oriental esencialmente para proteger a un cada vez más
impopular ordenamiento económico, el cual ha empobrecido mucho la región.”
El villano más
reciente en el melodrama hollywoodense 24/7 conocido como noticias por cable es
Vladimir Putin. A las personas en los Estados Unidos se les ha contado que
deben sentirse aterrorizadas frente a él; y que, por consiguiente, deben apoyar
los ataques económicos y el cerco militar al país que Putin dirige, la
Federación de Rusia.
El
serial noticioso reporta ahora que, en el nombre de la lucha contra Rusia, los
EE.UU. distribuirán tropas y equipo militar a sus aliados en Europa Oriental. A
los 65.000 soldados estadounidenses estacionados en Europa, a partir de ahora
se les sumaron 250 tanques y 900 vehículos militares. Estas herramientas de
destrucción se desplegarán y rotarán a lo largo de Bulgaria, Lituania, Letonia,
Polonia y Rumania.
Todos
estos son países que alguna vez formaron parte del "bloque oriental"
de los países socialistas. En la actualidad, sin embargo, estas naciones se
encuentran dentro de la esfera de influencia de los EE.UU. y la Unión Europea,
abrazan las recetas de Wall Street y las políticas económicas del "laissez-faire"
comúnmente llamadas "capitalismo financiero transnacional[1]."
Durante
su administración, George W. Bush elogió a los regímenes de Europa Oriental alineados
con EE.UU., denominándoles la "Nueva Europa" porque apoyaron su invasión
a Irak. Los partidarios del neocapitalismo han utilizado una retórica similar,
criticando a los países de Europa occidental por sus Estados de bienestar, y
alabando la "Nueva Europa" por su completa adopción de las políticas
económicas de mercado defendidas por Milton Friedman.
La pobreza en la
"Nueva Europa"
De
acuerdo a la lógica de los medios de comunicación estadounidenses, los países
alineados con EE.UU. son "libres" y "prósperos" porque se
han sumado al capitalismo occidental. Las tropas que se están enviando lo son porque
su libertad y prosperidad deben ser protegidas del "Imperio Ruso." En
el discurso de esos medios de comunicación, la idea de que las políticas
económicas dirigidas por occidente son beneficiosas nunca se cuestiona. Del
mismo modo, la posibilidad de que acercarse a Rusia pueda ser una buena opción
para los países de Europa oriental es algo de lo que no se habla jamás.
Los
supuestos que subyacen en el discurso de los medios sobre Rusia requieren ser refutados.
Echemos un vistazo a los países donde el material militar de EE.UU. está siendo
desplegado: Rumania, Letonia, Bulgaria, Polonia y Lituania. Exactamente, ¿cuán
prósperos son estos países que han abrazado el neocapitalismo? ¿Cuánto se han
beneficiado ellos en verdad de la dominación económica occidental?
Durante
el período del socialismo en Europa del Este, cada uno de estos países contaba
con una tasa de 100% de empleo. A cada ciudadano le era asignado un puesto de
trabajo por el Estado y, como consecuencia de ello, tenía un ingreso
garantizado. En el período actual, estos países exhiben tasas de desempleo
crónicamente altas –por encima del 10% y a veces superior al 20%.
El
Catálogo Mundial (World Factbook) de la CIA señala que desde su entrada en el
mundo del neocapitalismo, Bulgaria y Rumania han desarrollado muy altas tasas
de mortalidad infantil, con más de 10 por cada 1.000 criaturas nacidas que mueren
dentro del primer año de vida. Bulgaria, que forma parte del campo pro-EE.UU. y
Pro-Europeo, tiene la más alta tasa de mortalidad infantil del viejo continente,
con más de 15 de cada 1.000 bebés que nunca llegan a su primer cumpleaños.
De
acuerdo a datos más recientes, Lituania y Letonia, que están a punto de ser
"protegidas" por las armas de EE.UU. y la OTAN, han sido oficialmente
vinculadas a la esperanza de vida más baja de la Unión Europea. Bulgaria está
justo por
encima de ellos.
Los
cinco países que reciben material militar de EE.UU. -a fin de proporcionarles
"seguridad" como parte del área de influencia estadounidense-, se
encuentran en la lista del Departamento de Estado de EE.UU. como fuentes y
destinos de tráfico sexual y de seres humanos; es decir, de la esclavitud
moderna. Mientras que Polonia por lo menos defiende el cumplimiento de unas mínimas
normas, los regímenes pro-occidentales de Bulgaria, Lituania, Letonia y Rumanía
ni siquiera cumplen con los requisitos mínimos establecidos por la ley
estadounidense de protección a las víctimas de tráfico.
La
drogadicción es también un gran problema en estos Estados alineados con EE.UU. En
el World Factbook de la CIA, Bulgaria y Rumanía son representadas ambas como
"el mayor punto europeo de transbordo para la heroína del Sudeste asiático".
Polonia es descrita como "una de las principales productoras ilícitas de
drogas sintéticas para el mercado internacional", además de ser un
"punto menor para el transbordo de la heroína del Sudeste asiático."
De 1991 a 2015
El
colapso de la Unión Soviética y sus aliados en Europa Oriental fue un desastre
económico. De la noche a la mañana, la pobreza se disparó y las formaciones sociales
cayeron en el caos económico y político. El crimen organizado aumentó
rápidamente su poder, mientras que los gobiernos se vieron reducidos casi hasta
la impotencia.
Desde
1991, muchos países de Europa Oriental han sido testigos de una rápida
disminución de sus poblaciones. El derrocamiento del socialismo dio lugar a un aumento
de hechos desconocidos hasta entonces, tales como el desempleo, la drogadicción
y el tráfico sexual. El triunfo del neocapitalismo obligó a millones a huir de la
terrible crisis que enfrentaban sus hogares en la "Nueva Europa".
Desde
1991, como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del
Comercio diseñaron e impusieron diversos programas económicos del estilo de la
Escuela de Chicago, las cosas sólo consiguieron empeorar. Los defensores del
neocapitalismo le aseguraban a todo el mundo que los terribles acontecimientos
simplemente formaban parte de una "transición dolorosa", a la que le
seguiría muy pronto el auge de la prosperidad capitalista. Hasta ahora, sólo el
desastre ha continuado. La prosperidad del "Ideal Desconocido", de Ayn
Rand[2], no pudo
encontrarse por ninguna parte.
Los
países ya desgarrados por el capitalismo occidental enfrentan un todavía más
duro empobrecimiento que el que siguió al colapso financiero de 2008-2009.
Rumania se vio obligada a reducir los salarios de los empleados de su gobierno
en un 25 %. Esta severa exigencia le fue requerida para obtener un préstamo del
Fondo Monetario Internacional que salvó su economía del derrumbe total.
A
fin de satisfacer la élite financiera mundial, Lituania redujo los salarios de
los trabajadores de su sector público en un 30% en 2010 y aumentó drásticamente
su tasa
impositiva. En el año 2010, Bulgaria fue forzada a reducir su gasto público en
un 20%.
En
las calles y detrás de las puertas cerradas, la gente de Europa del Este se
está despertando. Masivas protestas anti-austeridad han tenido lugar allí. Por
otra parte, contamos con las opiniones personales del Ministro de Relaciones
Exteriores polaco Wladyslaw Sikorski, las que fueron reveladas al público en
2014. Una conversación telefónica de él y que se filtró contenía respuestas
impulsivas: "la alianza Polaco-Estadounidense no vale nada." También
figuraba diciendo, "somos unos tarados, unos completos tarados. El
problema es que en Polonia tenemos un orgullo superficial y una baja
autoestima." En su furia sobre los resultados del control económico y
político de EE.UU. sobre su país, Sikorski comparó crudamente la situación de Polonia
con actos sexuales.
La
incuestionable realidad es que, en la "Nueva Europa", las maravillas
prometidas por los banqueros internacionales e intelectuales de derecha nunca
se han materializado. Europa Oriental sigue siendo pobre, con los banqueros
occidentales haciéndose más ricos a medida que dictan las políticas gubernamentales.
Rusia como
alternativa
Al
igual que el resto de los ex países socialistas, la Federación Rusa sufrió horriblemente
después de la caída de la Unión Soviética. Los años “90s serán recordados como
uno de los períodos más difíciles en la historia del país.
Sin
embargo, en la última década, Rusia ha comenzado a resurgir como una potencia
económica. El gobierno dirigido por Vladimir Putin, a diferencia de los regímenes
de la región alineados con EE.UU., no ha sido un siervo obediente del capital financiero
occidental. El sector estatal de la economía rusa se ha recuperado, y el
gobierno desempeña a menudo un papel populista, abogando por la nación y su
pueblo en contra de los ricos y poderosos. Una parte clave de la re-emergencia económica
rusa es el monopolio estatal del petróleo y el gas natural. El Estado ruso no
venderá sus recursos naturales a las corporaciones occidentales. Mientras los
precios del petróleo caen y los banqueros de occidente desesperan, este sector fundamental
del mercado energético mundial sigue estando bajo control público.
La
Rusia de Putin ha comenzado a servir como una especie de alternativa al orden
mundial centrado en Wall Street. Países como Cuba, Irán y Venezuela, que han
tenido que hacer frente a las sanciones y bloqueos económicos de los Estados
Unidos, se han vuelto más cercanos al reemergente Estado ruso. Un ducto de gas
natural que conectará a Rusia y a China está actualmente en construcción.
La
razón por la que los medios de EE.UU. han acentuado sus denuncias sobre Rusia,
y por lo que el imperio ha financiado un violento golpe de Estado en Ucrania,
es porque Rusia representa una amenaza para el decadente orden del capitalismo
monopolista occidental.
Aunque
los dirigentes actuales de Rusia no tienen nada que ver con los comunistas de
las generaciones anteriores, y definitivamente no se trata en un enfrentamiento
con los Estados Unidos, todavía representan una alternativa. Los declinantes centros
del capital financiero occidental, con sus políticas económicas de austeridad y
emergentes Estados policíaco/militares, no son los únicos contendientes en el
mercado mundial.
Al
amenazar a Rusia militarmente e incrementar las sanciones económicas en su
contra, los Estados Unidos y sus "aliados de la OTAN" anhelan
preservar el poder de una élite financiera anticuada. En la crisis en ascenso,
un sistema económico que ya no es competitivo está tratando de preservarse a sí
mismo mediante amenazas, ataques económicos, y cabe la posibilidad que por la fuerza
bruta directa. Los tanques y las armas de EE.UU. están fluyendo a Europa
Oriental esencialmente para proteger a un cada vez más impopular ordenamiento económico,
el cual ha empobrecido mucho la región.
*Caleb
Maupin es un analista político y activista con sede en Nueva York. Estudió
ciencias políticas en el Baldwin-Wallace College y fue inspirado e involucrado
en el movimiento Ocupa Wall Street. Trabajo especial para la revista en línea "New Eastern Outlook".
Equipo Internacional –CAD CHILE
Junio 30 de 2015
[1] Abreviado,
neocapitalismo, que
corresponde al dominio del capital monopólico-financiero al nivel transnacional
y que algunos llaman erradamente ‘neoliberalismo’ –nota del CAD
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