Panamá, 11 abr (PL) El presidente cubano, Raúl Castro, ratificó
hoy en la VII Cumbre de las Américas la disposición al diálogo respetuoso y la
convivencia civilizada con Estados Unidos, al tiempo que exculpó al mandatario
Barack Obama del bloqueo de Washington contra La Habana
Aprecio
como un paso positivo su reciente declaración (de Obama) de que decidirá
rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores
del terrorismo en la que nunca debió estar, afirmó Raúl Castro al intervenir en
el foro regional, efectuado en el capitalino Centro de Convenciones Atlapa.
Agregó
que hasta hoy, el bloqueo económico, comercial y financiero se aplica en toda
su intensidad contra la isla, provoca daños y carencias al pueblo y es el
obstáculo esencial al desarrollo de la economía cubana.
Apuntó
que esa medida constituye una violación del Derecho Internacional y su alcance
extraterritorial afecta los intereses de todos los Estados.
Hemos
expresado públicamente al presidente Obama, quien también nació bajo la
política de bloqueo a Cuba y al ser electo la heredó de 10 presidentes, nuestro
reconocimiento por su valiente decisión de involucrarse en un debate con el
Congreso de su país para ponerle fin, indicó el presidente cubano.
Este
y otros elementos deberán ser resueltos en el proceso hacia la futura
normalización de las relaciones bilaterales, subrayó.
Luego
de referirse a los intentos desestabilizadores de la Revolución cubana, Raúl
Castro manifestó que hubo muchos presidentes estadounidenses a quien culpar por
esa historia, pero Obama no era uno de ellos.
Me
disculpo con el presidente Obama y los otros aquí. Le he expresado al
presidente Obama que me pongo muy emotivo al hablar de la Revolución. Me
disculpo con él porque el presidente Obama no tuvo ninguna responsabilidad en
esto, enfatizó.
Raúl
Castro calificó a Obama de un hombre honesto, se refirió a su origen humilde y
reconoció como valiente su decisión de enfrentar al Congreso en un debate sobre
la eliminación de esa política.
Por
ello, el presidente cubano exhortó a continuar con el apoyo a Obama en su
intención de eliminar el bloqueo.
En
el comienzo de su intervención, Raúl Castro sostuvo que ya era hora de que
hablara aquí en nombre de Cuba, al tiempo que agradeció la solidaridad de todos
los países que hicieron posible la participación de su país por primera vez en
una Cumbre de las Américas y al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, por
su invitación a la cita.
Asimismo,
expresó solidaridad con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y con el
pueblo de ese país por los recientes desastres naturales.
Más
adelante, manifestó su respaldo a Venezuela, al abogar por la derogación de la orden
ejecutiva de Obama, que califica injustamente a la nación suramericana de
amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
"Venezuela
no es ni puede ser una amenaza a la seguridad nacional de una superpotencia
como los Estados Unidos", indicó y consideró positivo que incluso el
propio presidente norteamericano lo haya reconocido así.
Raúl
Castro reafirmó el apoyo de manera resuelta y leal a Venezuela, al gobierno
legítimo y a la unión cívico-militar que encabeza el presidente Nicolás Maduro,
al pueblo bolivariano y chavista que lucha por seguir su propio camino y
enfrenta intentos de desestabilización y sanciones unilaterales.
Al
respecto, reclamó que tales sanciones "sean levantadas, que la orden
ejecutiva sea derogada, lo que sería apreciado por nuestra comunidad como una
contribución al diálogo y al entendimiento hemisférico".
Destacó
que Cuba respalda los esfuerzos de Argentina para recuperar las Islas Malvinas,
las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido, y
-subrayó- apoya la legítima lucha argentina en defensa de la soberanía
financiera.
También
expresó que Cuba seguirá "apoyando las acciones de Ecuador frente a las
empresas transnacionales que provocan daños ecológicos a su territorio y
pretenden imponerle condiciones abusivas".
Asimismo,
aseguró que será invariable el apoyo cubano al pueblo latinoamericano y
caribeño de Puerto Rico en su empeño por alcanzar la autodeterminación e
independencia, como ha dictaminado decenas de veces el Comité de
Descolonización de las Naciones Unidas, para esa isla bajo el dominio de
Estados Unidos.
Igualmente,
prosiguió, continuaremos nuestra contribución al proceso de paz en Colombia.
Cuba es garante y sede de los diálogos que desarrollan el gobierno de Juan
Manuel Santos y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) para poner fin al conflicto interno.
Raúl
Castro también instó a multiplicar la ayuda a Haití, no sólo mediante
asistencia humanitaria, sino con recursos que le permitan su desarrollo, y
apoyó que los países del Caribe reciban un trato justo y diferenciado en sus
relaciones económicas, y reparaciones por los daños provocados por la
esclavitud y el colonialismo.
Por
otra parte, el dignatario cubano reconoció la contribución de Brasil, y de su
presidenta Dilma Rousseff, al fortalecimiento de la integración regional y al
desarrollo de políticas sociales que trajeron avances y beneficios a amplios
sectores populares; las cuales, dentro de la ofensiva contra diversos gobiernos
de izquierda de la región, se pretende revertir.
El
presidente cubano llamó a toda la América a unir esfuerzos para luchar contra
cuestiones como el cambio climático, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen
organizado y preguntó "¿Qué impide, a nivel hemisférico, cooperar para
enfrentar el cambio climático?".
"¿Por
qué no podemos los países de las dos Américas luchar juntos contra el
terrorismo, el narcotráfico o el crimen organizado, sin posiciones sesgadas
políticamente?", continuó.
Recordó
que el año pasado se estableció la cooperación hemisférica para enfrentar el
ébola y las naciones trabajaron juntas, "lo que debe servirnos de acicate
para empeños mayores".
En
este sentido, refirió que la cooperación podría encaminarse a dotar al
continente de escuelas y hospitales, así como para disminuir la inequidad en la
distribución de las riquezas, reducir la mortalidad infantil, erradicar el
hambre y las enfermedades prevenibles y acabar con el analfabetismo.
Raúl
Castro alertó además sobre problemas globales como el cambio climático, el
subdesarrollo, la pobreza, la especulación financiera y la militarización del
ciberespacio.
Recordó
que el planeta vive bajo la amenaza de enormes arsenales nucleares que debieran
eliminarse y del cambio climático que nos deja sin tiempo, mientras se
incrementan las amenazas a la paz y proliferan los conflictos.
Exaltó
que no puede aceptarse que menos de una decena de emporios, principalmente
norteamericanos, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta, agregó el
dignatario, para quien Internet debe tener una gobernanza internacional,
democrática y participativa, en especial en la generación de contenidos.
Calificó
de inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e
ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados. No dejaremos que
se nos deslumbre ni colonice otra vez, remarcó.
Por
ello, aseveró, Cuba seguirá defendiendo las ideas por las que nuestro pueblo ha
asumido los mayores sacrificios y riesgos, expresó el dignatario.
La
nación antillana, subrayó, continuará luchando junto a los pobres, los enfermos
sin atención médica, los desempleados, los niños y niñas abandonados a su
suerte u obligados a trabajar o a prostituirse, los hambrientos, los
discriminados, los oprimidos y los explotados que constituyen la inmensa
mayoría de la población mundial.
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