POR UN PRIMERO DE MAYO 2015 QUE SEA EL INICIO DE UN ASCENDENTE PROCESO DE UNIDAD Y DE LUCHA
“El bien más
preciado es la Libertad, hay que
defenderla con fe y valor” (Himno de los Anarquistas)
Haciendo un recuento del año calendario,
sabemos que enero y febrero son meses de plena inactividad de quienes quieren
superar el actual sistema de dominación capitalista (salvo las diversas
Escuelas de Verano).
Luego,
el 08 de marzo marca el inicio de las nuevas movilizaciones, es como si todo
volviera a comenzar como en un juego preconcebido y señalado incluso desde la
misma dominación. Prosigue el 29 de marzo, el primero de mayo, el 11 de
septiembre…
Sin
embargo, una coyuntura que ha venido a romper el proceso señalado es el 11 de
julio, que desde hace unos cuatro años, gracias al tesón de pequeñas
organizaciones y la decisión de Compañeros puntuales, se ha instalado como un
punto de inflexión, en donde se ha podido unir voluntades a nivel nacional.
Con
todo, un punto común a todas las fechas señaladas, es el tremendo esfuerzo
previo que se debe realizar ante cada coyuntura. Esfuerzo que debe volver a
comenzar para la siguiente acción, como una maldición de algunos dioses. Es
decir, tras cada actividad coordinada y conjunta no queda en pie la decisión de
proseguir día a día con la voluntad de luchar e incidir con protagonismo en
contra de la dictadura del capital. Y, en ese eterno volver a comenzar es
fundamental la presencia de nuestros propios errores, deformaciones, prácticas
políticas preñadas de querer imponer la “línea justa”, etc. un largo etcétera,
donde lamentablemente no podemos dejar fuera el personalismo y la figuración de
“jefes de mil batallas”.
Por
ello, y ante la actual situación política nacional, en donde por arriba se
abrió una severa crisis de representación, se vuelve necesario, obligatorio,
abrir un franco proceso de preparación para futuras acciones conjuntas que
vayan más allá del Primero de Mayo y las cuales deben comenzar a ser preparadas e instaladas desde el mismo
2 de Mayo, con perspectiva a un proceso ascendente de generación de un vasto
movimiento democrático popular.
Es
estratégico para lo propuesto dejar de lado las bizantinas discusiones que se
dan en torno a modos de avanzar, a quién la debe llevar, a qué fuerza le
corresponde hegemonizar, si hay que votar o no, si se debe estar por la AC en
contra de ella, pues lo central es unir fuerza social fundamental, que será
pequeña en sus inicios, que comience un proceso titánico, pero no imposible, de
despertar a millones, a los sepultureros y sepultureras.
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA
Abril 26 de 2015
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