“Frente
a una descomposición de los partidos políticos que sigue acentuándose, especial
pero no únicamente en la derecha, se observa a la ansiedad empresarial por
saltarse, en forma cada vez más tosca, todo ámbito institucional para negociar
por sí mismo, como si se tratara de un poder político legítimo”
-
Carlos Ruiz, Fundación Nodo XXI
La minera no metálica SOQUIMICH (SQM) se hizo famosa
en octubre de 2013 por el bullado caso “Cascadas”[1],
un delito sobre información privilegiada que beneficiaba a su dueño, Julio
Ponce Lerou, a sus hijos y a sus amigotes del capital financiero chilensis.
Recordemos que Ponce se hizo de la estatal SOQUIMICH durante la dictadura de su
entonces suegro Augusto Pinochet, después montó una madeja de sociedades de
papel bajo un esquema de cascada, para traspasar entre ellas acciones de
empresas relacionadas cuya variación de precios conocía de antemano. Antes de
lo las “Cascadas” Ponce ya había hecho noticia, pues en 2010 se supo que SQM
tenía el directorio mejor pagado de todas las empresas chilenas, y Ponce era el
director estrella: ganó $1.599 millones sólo en esa empresa ese año.
Ante la debacle,
el hombre fragmentó el holding[2],
mantuvo la estructura societaria en el extranjero y tanteó la posibilidad de
vender su parte a capitales canadienses. Pero lo más significativo de su
estrategia de escape de la tenaza de la SVS, con vistas a eximirse de la
obligación de elaborar o entregar una serie de antecedentes financieros e
incluso mantener dicha información[3],
fue cambiar la cadena de control sobre la cascada de SQM pasando de ser un
grupo de empresas de sociedades anónimas a uno de sociedades de responsabilidad
limitada. Luego que el desplome del valor de los papeles de SQM y la
investigación de la Súper de Valores y Seguros (SVS) lo hicieran volver a éste
mundo, su fortuna y sus amigos ayudaron a Ponce Lerou a salir adelante. Su
ingente riqueza y las redes que supo fabricar entre la derecha y la ex
Concertación, llevó al retorcidamente astuto Ponce Lerou a transformarse en
mecenas de una variopinta gama de politicastros, lo que le había permitido obtener
la tranquilidad necesaria para seguir haciendo lo suyo. Eso, hasta que estalló
el escándalo del agiotista y ratero grupo Penta.
El pasado agosto,
el Servicio de Impuesto Internos (SII) se encontraba investigando un caso de
fraude al FUT[4]
por parte de un funcionario suyo (Iván Álvarez) y descubre que están
involucrados los dueños del holding Penta Carlos Alberto Délano y Carlos
Eugenio Lavín. Los denuncia el 26 de ese mes ante la justicia, específicamente
ante la Fiscalía Metropolitana Oriente, para que se les investigue por la
presunta utilización indebida de boletas de honorarios falsas de sus cónyuges
para disminuir la base imponible del Impuesto a la Renta de la sociedad
Inversiones Penta III Limitada. En suma, “por presunto delito tributario en el
marco del denominado caso FUT.[5]”
El 10 de octubre recién
pasado, a dicha transgresión tributaria
se le agrega el delito político-administrativo[6],
la “arista política”, al conocerse las declaraciones del ex ejecutivo del Grupo
Penta, Hugo Bravo, sobre financiamiento irregular de campañas políticas. Éste
canta los nombres de los politicastros comprometidos[7]
y también detalla los procedimientos que se seguían al interior del grupo para
escoger a los beneficiados y canalizar los pagos.
Siguiendo con la
historia de SQM, agreguemos que el 22 de octubre pasado[8]
se sabría que dicha empresa, junto con la CMPC, CENCOSUD y METALPART, estaban
siendo investigadas en Argentina por evasión tributaria. O sea, Ponce seguía en
lo suyo. Pero lo más sabroso se vendría luego, ya a comienzos de enero[9],
cuando la prensa relata que el fracadísimo ex candidato UDI a la presidencia
Joaquín Lavín habría recibido aportes ilegales de parte de la minera. Eso sería
el comienzo de una historia en que SQM[10]
y Penta se entrecruzan con otras empresas[11],
todas las cuales se encargan de financiar a sus representantes en la arena
política. No está demás decir que todas ellas están siendo investigadas por el
Fiscal Carlos Gajardo, lo que puso tiritones a varios personajes de la política
y la economía.
Los hechos
demostrarían que Penta se dedicó a entregar aportes indebidos principalmente a su
creatura prohijada, la UDI; le hizo algún favor personal al actual ministro
Undurraga (DC) e intentó levantar un oponente a Bachelet en la persona del
yanqui Velasco. En cambio, Ponce Lerou y SQM sería de una generosidad transversal,
entregando sus billetes desde la UDI[12]
[13]
al último pelagato de la Nueva Mayoría (no comunista, claro). Efectivamente, “Los casos Penta y Soquimich –entre otros–
confirman las sospechas de los chilenos en el sentido de que el carburante de
la política dominante es el dinero, y que la relación corrupta entre ambos
factores ha asfixiado primero, y dado un golpe de gracia después, a eso que
aquella ha llamado democracia. Era sotto voce que las grandes empresas actuaban
financiando con boletas truchas a sus peones políticos a cambio de servicios
diferidos. Además de practicar el fraude al fisco[14].”
Para hacer esto
más breve, digamos que ayer se pudo tener un listado más completo de los
beneficiados por la generosa SQM[15].
Tiene que ver con boletas emitidas por la minera que revelan que en 2010 hubo
más de 39 funcionarios públicos y políticos pagados por dicha empresa, entre
los cuales figuran, de la UDI: Pablo Wagner y su cuñada; José Tomás Longueira
Brinkmann (hijo de Pablo Longueira); Gustavo Alessandri Bascuñán; Alejandro
Moreno Prohens (antiguo militante RN y ex funcionario de la dictadura); Jorge
Rodrigo Brito Gajardo (actual core del Bío Bío y ex candidato a diputado del
PRI). De la NM, brillan allí: un tercer asesor del senador Fulvio Rossi (PS),
quien ya estaba siendo cuestionado porque otras dos actuales o ex asesoras
habían facturado en la minera; el escritor Hernán Rivera Letelier, ex candidato
a diputado por Antofagasta por el PS; por la DC, el ex embajador en República
Checa, Marcelo Rozas, su cónyuge y su hijo, también el hijo del diputado
Roberto León, Roberto León Araya, igualmente está el actual presidente Gobierno
Regional Metropolitano de Arica, el core y abogado Raúl Castro Letelier, a
través de su sociedad Castro Cruz Limitada.
Claro, esto recién se comienza a destapar, así que cabe que caigan
muchos más, de derecha y de la Nueva ‘Pillería’, sobre todo cuando ahora la
Fiscalía busca levantar el secreto bancario[16]
de Ponce y sus amigotes de SQM.
Con todo, algo
huele mal respecto de la voluntad política para abordar y tratar el caso Penta y
sus colaterales. Y decimos esto por lo siguiente:
1. Para comenzar,
el SII ha sido muy lento en su accionar y lo ha hecho limitadamente, quedando
esto último clarísimo a fines de enero, cuando el organismo acotó el período a
investigar hasta julio de 2009[17];
es decir, deja fuera el resto de 2009 y 2010, años de elecciones presidencial (2)
y parlamentaria y en las cuales hicieron su agosto varios candidatos a costa de
Penta, SQM y otras más. Dicha cortapisa administrativa no ha sido modificada y
es una insoportable limitación a la labor de la Fiscalía, que seguramente
estallará en algún momento. El SII aduce para su acotación que no puede pedir
que se investiguen hechos que o conoce, pero la verdad es que cuenta con un
informe de Gajardo[18]
en que aparecen pagos irregulares a campañas políticas no sólo relacionadas con
Penta;
2. Luego, este 18
de febrero, la Fiscalía Nacional le quita la arista SQM a Gajardo y la pone en
manos del hijo del senador Carlos Montes, PS[19];
era un “Golpe blanco” o un sabotaje a la labor de los investigadores. La acción
fue aceptada muy bien por la UDI, pues olía la posibilidad del ‘empate’ con la
NM. Se notaba el desespero de las autoridades del gobierno porque la veta SQM
de Penta pudiese llegar hasta sus acompañantes;
3. Después que se
hiciera público el malestar por el ‘alejamiento’ de Gajardo de la veta SQM, y
que el gobierno tuviera todo en contra por lo del hijo de la Gordi, aparece hoy
nada menos que el Fiscal Nacional Sabas Chahuán[20]
y nos espeta que asumirá la dirección del caso Penta y todas sus aristas, porque
“la situación ha cambiado y cambió la
decisión” (¿?). Para dejarnos más tranquilos agregó que asumirá “la dirección de la investigación del llamado
Caso Penta y todas sus aristas de forma íntegra con el apoyo de un grupo
especial de fiscales conformado por Carlos Gajardo, Pablo Norambuena y Emiliano
Arias, especialistas en la tramitación de causas de alta complejidad”. La
NM, era que no, ha apoyado tal decisión políticamente correcta, aunque saben
que esto implica dar un paso atrás en su camino a bajarle el perfil a la
problemática Penta-SQM-Otras/politicastros-funcionarios públicos.
Un punto
tragicómico lo aportó hoy el presidente del Partido otrora Comunista, Guillermo
Teillier, quien cree que todo los males se pueden resolver legislando para que
no sean los ‘hijos de’ los que lleven casos legales. O sea, para este guatón,
lo importante es la forma y no el fondo. Por algo el PC está como está.
Con todo y digámoslo, es mucho más importante para los pueblos y los trabajadores de Chile que de una buena vez nos cuestionemos: ¿qué hacemos frente a toda esta burla y el robo que nos cometen el empresariado y el estrato político-civil justo frente a nuestros ojos?
Con todo y digámoslo, es mucho más importante para los pueblos y los trabajadores de Chile que de una buena vez nos cuestionemos: ¿qué hacemos frente a toda esta burla y el robo que nos cometen el empresariado y el estrato político-civil justo frente a nuestros ojos?
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa - CHILE
Febrero 24 de 2015
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